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Salario Mínimo Interprofesional La nueva subida del SMI reconcilia a ERC, PNV y EH Bildu con Yolanda Díaz

Tras el sabor agridulce que dejó la convalidación del decreto ley sobre el nuevo marco de relaciones laborales, la subida salarial pactada entre la vicepresidenta segunda y los sindicatos ha servido de punto de arranque para restablecer puentes.

03/02/2022.- El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, pasa por delante de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz,  en el pleno del Congreso de este jueves. Eduardo Parra / Europa Press
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, pasa por delante de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, en el pleno del Congreso del pasado jueves. Eduardo Parra / Europa Press

Borrón y cuenta nueva. Es lo que los socios del Gobierno, aliados imprescindibles aupados más que nunca por la aritmética parlamentaria, llevan planteando desde el pasado jueves, cuando la reforma laboral fue aprobada gracias a un error del diputado del PP Alberto Casero al votar telemáticamente y sin contar con los apoyos de ERC, PNV y EH Bildu. Y es que, una de las principales lecturas extraídas de aquella polémica votación es que la acción del Gobierno tendrá que ser respaldada por los socios de la investidura o no será.

Tras el sabor agridulce que dejó la convalidación del decreto ley sobre el nuevo marco de relaciones laborales, especialmente para su principal artífice, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y con sus secuelas coleando de fondo, esto es, un bloque de investidura agrietado pendiente de remendarse, la nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) pactada este miércoles entre la ministra de Trabajo y los sindicatos sirve de punto de arranque para restablecer puentes.

A diferencia de otros momentos puntuales de la legislatura, en los que ERC, PNV y EH Bildu han confrontado con el PSOE por tantear la geometría variable, la negociación de la reforma laboral ha estado protagonizada por un cruce de declaraciones y reproches poco habitual entre las fuerzas independentistas y nacionalistas con la ministra de Trabajo, a fin de elevar la presión sobre una de las medidas más importantes de la legislatura.

Para dejar atrás este asunto, Yolanda Díaz cumple la promesa de subir el SMI hasta alcanzar los 1.000 euros en 2022. Solo tres días después de convocar la mesa de diálogo social, en la que participaban los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT y la patronal de empresarios, el acuerdo de la subida del SMI de 35 euros respecto a los 965 fijados para el pasado año (con carácter retroactivo desde el 1 de enero) es ya una realidad, a pesar de no contar con el respaldo de la CEOE (como en la anterior subida).

Para Díaz, alcanzar los 1.000 euros en 2022 "es un hito muy importante" para un país que venía de la legislatura previa del PP con un SMI de 735 euros brutos mensuales que condenaba a los trabajadores a la pobreza. "Lejos de todo lo que se ha dicho, subir el SMI ha sido muy positivo para nuestro país y también para la economía. Una distinta política de rentas es lo que hoy hace que estemos mejor que en tiempos precedentes", sostenía este miércoles la vicepresidenta segunda junto a los máximos representantes de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente.

Asimismo, Díaz hacía hincapié en que el Gobierno volverá a subir el salario mínimo el próximo año para cumplir con su compromiso de alcanzar el 60% del salario medio al término de la legislatura, lo que sería la quinta subida progresiva desde 2019.

En este contexto, desde ERC, PNV y EH Bildu valoran positivamente esta acción impulsada por la vicepresidenta segunda casi una semana después de que los cimientos del bloque de la investidura temblaran con la foto que dejó la votación de la reforma laboral: el Gobierno de coalición junto a Cs y PDeCAT (Más País y Compromís también votaron a favor), y las formaciones soberanistas y nacionalistas junto a PP y Vox.

Fuentes del grupo republicano celebran esta nueva subida, ya que ERC "nunca estará en contra de una medida que dignifica salarios", aunque insisten en recordar la "oportunidad perdida" de mejorar el nuevo marco de relaciones laborales. "La mejor garantía para la clase trabajadora habría sido poder pactar con una mayoría de izquierdas una derogación real de la reforma laboral", añaden.

El partido capitaneado por Aitor Esteban en el Congreso también subraya que el PNV "siempre se ha mostrado favorable a dignificar los salarios". No obstante, fuentes parlamentarias de la formación jeltzale recalcan que, a diferencia de lo que sucedió en las negociaciones de la reforma laboral (la parte socialista del Gobierno rechazó modificar la norma para que la CEOE no se saliera del pacto), en este caso "no haya habido reparos para dejar fuera del acuerdo a la patronal".

En esta línea se ha pronunciado el diputado de EH Bildu Oskar Matute a través de un mensaje en Twitter. "Subir el SMI sin el consenso de la patronal demuestra que el Gobierno puede y debe tomar las decisiones que beneficien a la mayoría social y trabajadora sin la necesidad de contar con el permiso de la CEOE. Cuando no se aceptan sus vetos y condiciones, la clase trabajadora gana", remachaba el parlamentario de la coalición abertzale.

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