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Sánchez está ya centrado en intentar llegar a La Moncloa y da por el hecho que Rajoy fracasará

El acuerdo pasa fundamentalmente por Podemos y que Ciudadanos no tenga una actitud obstruccionista.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, posa con un marco azul durante una ceremonia en el ayuntamiento de San Sebastián. REUTERS/Vicente West

MANUEL SÁNCHEZ

MADRID.- Pedro Sánchez espera sus tiempos, como ha anunciado en reiteradas ocasiones. Primero le toca a Mariano Rajoy intentarlo, aunque sean nulas sus posibilidades de volver a ser presidente del Gobierno. Y la gran coalición es una quimera imposible: “No, es no, señor Rajoy”, repite el líder socialista a diario.

Pero Sánchez sabe que luego le toca a él intentarlo, y en el PSOE todo se prepara para lograr el asalto a La Moncloa. Nadie dice que sea fácil, pero en Ferraz se ve “posible” e, incluso, “muy probable”.

Más allá de los barones o la polémica por la formación de los grupos parlamentarios, el líder del PSOE prepara su estrategia para intentar ser presidente del Gobierno

Gran parte de las posibilidades de que Sánchez sea presidente pasan por Podemos, y en la dirección del PSOE se ven vías de entendimiento con el partido de Pablo Iglesias. Fuentes socialistas indicaron que más allá de las divergencias que ha habido estos días con la formación de los grupos parlamentarios, se confía en que se pueda alcanzar un amplio acuerdo de Gobierno, con medidas concretas que están en los programas de ambos grupos políticos.

Las negociaciones oficialmente no han comenzado. Este martes lo dijo el portavoz socialista, Antonio Hernando, que a buen seguro será uno de los encargados de intentar buscar el acuerdo. El PSOE no moverá ficha hasta que Rajoy pase por las dos sesiones de investidura y, de hecho, también la diputada Tania Sánchez, de Podemos, confirmó que, hasta ahora, no se ha hablado de este asunto con los socialistas.

Pero lo que el PSOE sí tiene preparado son sus ya anunciados ocho marcos para el acuerdo, que irán acompañados de medidas muy concreta. En ese escenario es dónde creen que podrá haber entendimiento con Podemos.

Además, los socialistas y, en especial, Pedro Sánchez, quiere también buscar el apoyo de Ciudadanos. El sueño del líder del PSOE sería un acuerdo sólido entre los tres partidos. Sin embargo, se es consciente de que a Ciudadanos le va a costar mucho confluir con Pablo Iglesias y no va a estar con toda probabilidad en ese gran acuerdo.

El PSOE, sin embargo, buscará mimar a Albert Rivera para evitar que obstruya la formación de un Gobierno de cambio y pretenderá, al menos, comprometer su abstención en la investidura. De hecho, el PSOE asume prácticamente todas las medidas de Ciudadanos en materia de regeneración democrática y será un asunto que pondrá encima de la mesa en la negociación.

Se cree que hay buena disposición hacia la investidura del líder socialista de gran parte de los grupos minoritarios de la Cámara Baja

Pero, además, Sánchez cuenta con la complicidad o, al menos, la buena disposición de los grupos minoritarios a facilitar su investidura, posiblemente, vía abstención aunque no se descarta tampoco algunos apoyos en función de cómo vayan las negociaciones. Parece ser que en esa predisposición está IU, PNV, DL, ERC, CC y hasta los dos diputados de Bildu. Son 27 diputados que serán claves para que el líder socialista pudiera ser elegido, al menos, con mayoría simple, sobre todo si Ciudadanos finalmente decidiera votar en contra.

Con este escenario, aunque sin euforias, en el entorno más cercano a Sánchez se ve muy cerca La Moncloa. Lo que dan por seguro es que el líder del PSOE se va a dejar la piel en el intento, por encima del posicionamiento de los barones y de lo que digan 'los mayores' del partido, algunos de ellos más proclives a que se deje gobernar a Mariano Rajoy en minoría.

Sánchez, como ha demostrado en estos 19 meses al frente del PSOE, ha tomado su propia decisión de intentar formar ese llamado Gobierno de cambio y parece que nada, ni nadie le va a hacer cambiar de opinión.

Eso sí, fuentes de Ferraz matizan que tampoco Sánchez buscará un acuerdo a toda costa, y que en modo alguno se negociará sobre el derecho de autodeterminación o referéndums independentistas, como se acordó en el último Comité Federal. En materia territorial, Sánchez no se moverá de la propuesta del PSOE de ir a una España federal y de la reforma de la Constitución.

Así las cosas, se antoja un febrero clave para el futuro político de Pedro Sánchez, en el que puede estar o bien designando a los miembros de su Gobierno o bien inmerso en una crisis interna en el PSOE donde se cuestione que vuelva a repetir como candidato y hasta su liderazgo en el partido. Como se queja amargamente el líder socialista, a él siempre se le coloca en una situación del “todo, o nada”.

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