Sumar pide que los países europeos cierren el grifo de armamento a Israel
Los de Yolanda Díaz recuerdan que el Gobierno de Netanyahu incumple varios tratados internacionales por los bombardeos a Palestina, lo que les debería impedir el acceso al mercado armamentístico europeo.
Madrid-Actualizado a
Sumar ha definido sus posiciones respecto al conflicto entre Israel y Hamás que ya se ha cobrado la vida de cientos de ciudadanos israelíes y de miles de civiles palestinos en apenas una semana.
A través de dos documentos presentados en el Congreso de los Diputados (una proposición no de ley y una declaración institucional) y un documento político, los de Yolanda Díaz hacen una serie de peticiones, como el reconocimiento por parte de España del Estado palestino o el cese de los bombardeos por parte del Gobierno israelí sobre la Franja de Gaza.
Uno de los puntos en los que los de Yolanda Díaz ponen el foco es en la petición a los países europeos para que corten el suministro de armas a Israel. En Sumar consideran que los bombardeos de los últimos días y la ofensiva militar contra civiles palestinos dinamita los acuerdos comerciales armamentísticos que vinculan a Israel y a los países de la Unión Europea.
En concreto, se refieren a dos documentos: el Tratado sobre el Comercio de Armas y la denominada Posición Común de la UE por la que se definen las normas comunes que rigen el control de las exportaciones de tecnología y equipos militares.
En el artículo 6.3 del tratado se establece que "Un Estado parte no autorizará ninguna transferencia de armas convencionales si en el momento de la autorización tiene conocimiento de que las armas o los elementos podrían utilizarse para cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad, infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 1949, ataques dirigidos contra bienes de carácter civil o personas civiles protegidas, u otros crímenes de guerra tipificados en los acuerdos internacionales en los que sea parte".
Israel produce gran cantidad de armamento
Uno de los criterios (el número 2) de la denominada posición común que regula las normas comunes europeas de exportaciones de equipos militares es el "respeto de los derechos humanos en el país de destino final y el respeto del Derecho internacional humanitario por parte de dicho país".
"Tras evaluar la actitud del país receptor hacia los principios pertinentes establecidos por los instrumentos internacionales de derechos humanos, los Estados miembros ponderarán con especial detenimiento y vigilancia la concesión de licencias, caso por caso y según la naturaleza de la tecnología o equipo militar, a países en los que los organismos competentes de las Naciones Unidas, la Unión Europea o el Consejo de Europa hayan constatado graves violaciones de los derechos humanos", reza el texto.
En la actualidad, Israel es un país que fabrica una gran cantidad de armamento (exporta más de lo que importa), por lo que no tendría una dependencia exterior en este sentido, al menos no de la Unión Europea (aunque Francia y Alemania se encuentran entre sus principales proveedores, junto a Estados Unidos, según el Informe 54 del Centre Delás denominado Negocios probados en combate: exportar la marca 'made in Israel' para mantener la ocupación y normalizar la injusticia).
Sin embargo, en Sumar creen que sería un hecho relevante que la UE cerrase su grifo de armamento por las violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra que se están cometiendo sobre la población palestina en Gaza.
Esta petición está incluida en la proposición no de ley registrada en el Congreso, en la que también se pide la "suspensión del Acuerdo de Asociación UE—Israel" y la "revisión de los fondos que Israel recibe del Instrumento Europeo de Vecindad u otros programas europeos, para garantizar que no se destinan a la política de asentamientos ilegales o políticas de seguridad que vulneran los derechos humanos".
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