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Topar el precio del gas

Pablo Iglesias en La Base
Pablo Iglesias en La Base.

El Gobierno ha anunciado un paquete de medidas a modo de escudo social para afrontar una crisis económica que ya es evidente a la vista de los precios de la energía que, lógicamente, determinan a todos los sectores económicos.

¿Por qué es tan cara la energía? ¿Por qué la factura de la luz es inasumible para familias trabajadoras, autónomos, pequeñas y medianas empresas? Básicamente por el sistema marginalista de fijación de precios, impuesto por una directiva europea que hace que se pague toda la energía que se consume al precio de la más cara. Este sistema está hecho a la medida de los intereses de las grandes empresas energéticas y habría que cambiarlo, aunque a las eléctricas no les haga gracia. Es como si en un bar te tomas dos cafés, una caña y un gintonic y te cobran las cuatro consumiciones al precio del gintonic.

Quizá lo más importante de lo que se está discutiendo ahora con la comisión europea es qué tope se le va a poner al precio del gas. De esa decisión depende casi todo, básicamente porque el del gas es el precio de referencia para determinar el precio final del megavatio. Y de eso depende casi todo.

La izquierda del gobierno querría topar el precio del gas a 30 euros por megavatio hora. Esa cantidad se mete en una formulita de modo que el precio final estaría a 90 euros. Parece que el ala del PSOE en el Gobierno asumiría un tope del precio del gas a 50 euros, de modo que el precio final estaría 130 euros megavatio hora y hay sectores en la Comunidad Europea que lo quieren dejar en 70 euros de manera que no se arreglaría mucho la cosa.

Ya veremos lo que ocurre, pero quiero dejar dos reflexiones. La primera. Un sector estratégico como el de la energía, del que depende toda la economía, no puede dejarse en manos privadas, porque el interés privado por muy legítimo que sea, no coincide con el interés general. La segunda. En un contexto en el que el colapso de la economía es un horizonte cada vez más evidente por la dependencia absoluta de las fuentes de energía limitadas, parece sensato que alguien proponga retomar el control de la economía. Algunos llamarán a esto socialismo y otros llevar la democracia a la economía. Pónganle la palabra que quieran, pero dejar la economía en manos de quien solo busca su propio beneficio se ha demostrado como irresponsable y nos lleva al desastre.

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