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8MLas mujeres, en primera línea luchando contra la covid-19, y en la cola del paro
El Parlamento Europeo conmemora el Día Internacional de la Mujer con una jornada interparlamentaria que reivindica el papel crucial de las féminas al frente de la pandemia.
Irene Sánchez Artero
Madrid-Actualizado a
"No olvidéis nunca que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres se cuestionen. Estos derechos nunca son adquiridos. Deberéis de permanecer alerta durante toda la vida."
Esta ha sido la cita que ha utilizado el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, para arrancar con la jornada interparlametaria Somos fuertes: mujeres que lideran la lucha contra la covid-19. Corresponde a la filósofa y escritora francesa, Simone de Beauvoir, incansable luchadora por la igualdad de derechos de la mujer.
Esta jornada se encuadra en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, para conmemorar el trabajo de aquellas mujeres que han estado en primera línea en la lucha contra la pandemia del coronavirus. Pero también para apoyar a aquellas cuyo trabajo se ha visto sustancialmente perjudicado tras la llegada del virus a suelo europeo y ha puesto de manifiesto la precariedad y vulnerabilidad de algunos puestos y sectores. Además, las personas que han participado en la jornada también han abordado el preocupante aumento de la violencia contra la mujer durante los meses de confinamiento.
Conscientes de las desigualdades entre mujeres y hombres que ha evidenciado la pandemia, el Parlamento Europeo ha planteado esta reunión con el ánimo de concienciar e indicar hacia qué lugar hay que legislar. 56 personas de 24 parlamentos nacionales han participado de forma remota en esta jornada. El evento ha sido presentado por la presidenta de la comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género, Evelyn Regner, y ha arrancado con las reflexiones del presidente de la Eurocámara y de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyer.
A continuación, líderes políticas como la primera presidenta helena, Katerina Sakelaropoulou, la presidenta de La Rioja, Concha Andreu, y la presidenta congreso holandés, Khadija Arib, han participado en un panel sobre ‘Las mujeres en primera línea y las lecciones aprendidas de la gestión de la crisis’. Han compartido debate con trabajadoras sanitarias como lsabelle Loeb, directora médica en el hospital de referencia del Covid en Bélgica, empresarias de prestigio como Kristel Krustuuk, fundadora de Testilio, y expertas en igualdad como Carlien Scheele, directora del Instituto de Igualdad de Género. Juntas han intercambiado impresiones con miembros del Parlamento Europeo y diferentes parlamentos nacionales.
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli: "La covid podrían poner en peligro algunos de estos logros"
Todas las personas que han tomado el turno de palabra a lo largo de las tres horas que ha durado el debate, han coincido en un diagnóstico pesimista de la salud europea en materia de igualdad, pero también en la necesidad de no retroceder en avances sociales. "La crisis de la covid-19 no solo ha consolidado las injusticias y desigualdades que ya estaban presentes en nuestra sociedad, sino que podría dar al traste con decenios de conquistas de las mujeres europeas", ha señalado el presidente Sassoli. "Conquistas en materia de derecho al trabajo, derecho a la autonomía, derecho a elegir en relaciones afectivas o sobre su propio cuerpo. La covid podrían poner en peligro algunos de estos logros", ha alertado.
Las mujeres, en primera línea frente a la pandemia
Las mujeres han estado en primera línea en la lucha contra el virus: el 76% del personal sanitario en la Unión Europea son féminas, al igual que el 86% del personal asistencial. Sin embargo, también han sido las que más han sufrido los estragos de las distintas medidas para poner freno a la expansión de la covid-19, como el confinamiento, porque constituyen la mayor parte de la fuerza laboral en sectores como la hostelería, el turismo, la cultura o el tiempo libre.
Además, a causa de la pandemia, muchas mujeres se han visto obligadas a trabajar a tiempo parcial o quedarse en casa para ocuparse de sus hijos, sus mayores o personas con discapacidad. Según una investigación sobre género y desempleo en Reino Unido, realizada por la socióloga de la London School of Economics, Aliya Hamid Rao, durante la pandemia ha quedado constancia que el trabajo del hombre sigue siendo la prioridad. Por este motivo, cuando los dos miembros de una pareja heterosexual teletrabajan, se reservan las habitaciones independientes para los hombres y las áreas comunes para las mujeres.
En tercer lugar, pero no menos importante, la violencia contra la mujer ha aumentado en un 30% durante los meses de confinamiento, al obligar a las víctimas a convivir de forma permanente con sus abusadores, convirtiendo el hogar en un infierno. Por este motivo han sido muchas las voces que han reclamado en esta jornada la ratificación del convenio de Estambul y que la violencia machista sea añadida a la lista de eurocrímenes, de conformidad con el artículo 83 de funcionamiento de la Unión Europea.
La violencia contra la mujer ha aumentado en un 30% durante los meses de confinamiento
El Convenio de Estambul es el primer instrumento europeo jurídicamente vinculante, creado para prevenir y combatir la violencia contra la mujer. Lamentablemente, seis Estados miembros, no han ratificado todavía la convención. Estos son Bulgaria, Hungría, Letonia, Lituania, República Checa y Polonia. Este último país había firmado el convenio internacional en 2012 y ratificado en 2015, pero lo abandonó en julio del año pasado alegando que "en muchos aspectos es no solo contraria al sistema de valores del sistema legal polaco, sino que también contraria a derechos fundamentales como el derecho de los padres a criar a sus hijos de acuerdo con sus creencias religiosas".
"Este año vamos a proponer nunca legislación para luchar contra la violencia contra las mujeres, un tema todavía más urgente tras la experiencia del confinamiento. Porque vivir libre, sin miedo, es un derecho fundamental y debemos de garantizar una protección adecuada para todas las mujeres en cualquier país de la UE, en sus trabajos y en sus casas", ha subrayado Von der Leyen.
Puestos de liderazgo y dirección
Para el presidente de la Eurocámara, "el continente que ha llevado a cabo una revolución por los derechos de las mujeres hoy tiene que hacerse cargo de las riendas de la lucha en pro de la igualdad real". Así, ha defendido que "las mujeres tienen que estar presentes de forma paritaria allí donde se tomen decisiones", señalando que, "cuando las mujeres están en posición de liderazgo, lo hacen con políticas, planes y presupuestos más equitativos, que es lo que necesitamos en estos momentos".
"La directiva sobre la presencia de mujeres en los consejos de administración lleva demasiados años encallada en el Consejo, un anacronismo que tenemos que solucionar", ha afirmado el italiano. Hace referencia a la directiva que puso encima de la mesa la Comisión Europea en 2012 para garantizar que, como mínimo, un 40% de los puestos no ejecutivos en los consejos de administración serían para mujeres. "Estoy convencido de que el Ejecutivo de Ursula von der Leyen va a unir su voz a la del Parlamento Europeo y cuento también con la voluntad de la presidencia portuguesa", ha añadido Sassoli, lanzando el balón al tejado del Berlaymont.
La jefa del Ejecutivo comunitario ha recogido el guante, haciendo hincapié en que las mujeres "siempre tendrían que poder aspirar a lo más alto, en cualquier sector". "Yo luché por esto como ministra en Alemania, y no voy a dejar de luchar por las cuotas de género hasta que no haya un sistema justo en todos los países de la Unión Europea", ha añadido la presidenta Von der Leyen. "No podemos excluir a la mitad de nuestros talentos, porque tener a las mujeres en posiciones de liderazgo debería de ser la norma, y no la excepción", ha subrayado.
En esta línea, ha reconocido que todas las personas merecen recibir el mismo salario por el mismo trabajo. Hoy en día en Europa hay una brecha salarial del 14%. Por ello ha adelantado que la Comisión Europea trabaja en una norma que garantice la transparencia salarial, "porque las mujeres necesitan saber si sus empleadores les tratan igual y, si no es así, tienen que tener los instrumentos para luchar y obtener lo que merecen".
Hoy en día en Europa hay una brecha salarial del 14%
La presidenta de la Comisión Europea ha insistido en que el plan anticrisis "financiará trabajos para mujeres y hombres e invertirá en educación para niñas y mujeres". "De aquí a 2030, un 78% de los adultos europeos deberían de estar trabajando, empleados, y solo lo podremos lograr con más mujeres en el mercado laboral", ha añadido la jefa del Ejecutivo comunitario. Para conseguirlo se ha comprometido a trabajar para lograr "un equilibrio entre vida profesional y laboral, garantizar bajas de maternidad y paternidad, invertir en cuidado de niños y escolarización y crear una garantía infantil, para que todos los padres de cualquier entorno social puedan llevar a sus niños a la guardería o colegio".
Y para ello son importantes los ejemplos. Que las nuevas generaciones crezcan con modelos de liderazgo femenino. En la actualidad la jefa del Ejecutivo comunitario es una mujer, hay cinco gobiernos europeos liderados por mujeres y Estonia cuenta con una presidenta y una primera ministra. "Hay que decirles a nuestras hijas que vamos a trabajar para que se les juzgue por su talento y no por sus cromosomas", ha añadido Ursula von der Leyen.
Que crezcan con ejemplos como el de Isabelle Loeb, directora médica en el hospital de referencia del Covid en Bélgica, el CHU de St Pierre. Esta cirujana maxilofacial y profesora universitaria, lamenta que "a pesar de que más del 70% del personal sanitario es femenino, en la mayoría de las ocasiones los puestos de relevancia los asumen hombres". "Pero las cosas cambian. En este hospital hace diez años que hay una paridad perfecta desde el punto de vista de dirección y altos cargos, situación a la que hemos llegado de forma natural, con voluntad", ha reivindicado.
O como el de Kristel Krustuuk, fundadora de Testilio. Esta licenciada en tecnologías de la información, un mundo tradicionalmente masculino, tiene entre sus clientes a Amazon o American Express. Esta estonia, afincada en Estados Unidos, denuncia que "solo el 2,7% del capital invertido en el continente americano ha ido a parara a empresas dirigidas por mujeres". Por ello insiste en que "como sociedad, tenemos que ser más conscientes de nuestros hábitos de compra, apoyar a empresas con más mujeres, que abracen estos valores y que trabajen por formar parte de un mundo más igualitario". "Nos corresponde a nosotros formar parte de este cambio", ha concluido.
Trabajo asistencial
La directora del Instituto de Igualdad de Género desde 2020, Carlien Scheele, ha reivindicado la importancia del sector asistencial, con contratos precarios y con poca seguridad, y que a menudo se piensa que no apoya al PIB de los países.
Según ha comentado Scheele, los trabajos mayoritariamente desarrollados por hombres son empleos que reciben un salario superior a los desarrollados por mujeres. "¿Cuántas iniciativas hemos visto para atraer a las mujeres a empresas tecnológicas y cuántas hemos visto para atraer a los hombres al sector asistencial?", se ha preguntado la experta en género. "Parece ser que el trabajo asistencial remunerado realizado por mujeres no merece el respeto de otros trabajos desarrollados mayoritariamente por hombres, aunque de ellas dependa nuestra supervivencia", ha denunciado.
Carlien Scheele, ha reivindicado la importancia del sector asistencial
"Queremos ver a más mujeres haciendo trabajos tradicionalmente de hombres, pero también a más varones desarrollando tareas asistenciales", ha añadido. "Espero que tras esta pandemia quede claro que son trabajos clave, que nuestras sociedades están envejeciendo y que todos necesitaremos de estos servicios, en mayor o menos medida", ha reivindicado. "Desde Europa debemos de garantizar una estrategia europea de servicios sociales para garantizar que el derecho a recibir asistencia, que está anclado en el pilar europeo de derechos sociales, se convierta en una realidad", ha pedido Carlien Scheele.
La eurodiputada socialista Lina Gálvez, ha hecho especial hincapié en el hecho de que el fondo anticrisis está principalmente orientado hacia la transición verde y digital. "A pesar de ser muy importantes, esos sectores están mayoritariamente ligados a empleos masculinos, y por ello necesitamos incluir al mismo nivel una transición de una política de los cuidados", ha subrayado.
Para acabar, Evelyn Regner, ha defendido que "necesitamos mujeres fuertes, implicar a toda la sociedad en esta lucha, para dar una respuesta a esta pandemia y crear una sociedad más fuerte, más justa y más diversa". Una sociedad alerta, que no permita retroceder en derechos, tal y como defendía Simone de Beauvoir.
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