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Abogados vascos pelean contra la impunidad de las compañías aéreas

La iniciativa “Rklamatu” busca indemnizaciones para quienes sufren retrasos, cancelaciones o pérdidas de equipaje. Se puede reclamar por un vuelo de este verano, pero también por uno de hace 15 años.

Abogados Rklamatu

DANILO ALBIN
@danialri

BILBAO.- Si usted ha regresado de vacaciones y su maleta aún no lo ha hecho, o si aún está en un aeropuerto esperando ese avión que se retrasa y se retrasa, tranquilo: el que ríe último, ríe mejor. Un equipo de abogados vascos ha puesto en marcha una iniciativa para tratar de conseguir que las aerolíneas paguen las indemnizaciones adeudadas… en los últimos 15 años. “Mucha gente no lo sabe, pero ése es el período contemplado por la ley para presentar reclamaciones”, explica a Público Xabier Sáenz de la Maza, uno de los juristas que trabaja en este bufete bilbaíno.

En pocos meses de funcionamiento, “RKlamatu” –nombre bajo el que actúa este equipo- se ha convertido en una de las principales pesadillas de las compañías aéreas. “Solíamos llevar reclamaciones por retrasos de vuelos, hasta que nos dimos cuenta de que la mayoría de los pasajeros no se animaban a reclamar porque pensaban que resultaría un proceso muy caro y complicado. Sin embargo, es precisamente todo lo contrario”, explica Sáenz de la Maza desde su escritorio.

En las baldas de esta oficina ya se acumulan más de veinte demandas que han llegado a lo largo de agosto y que empezarán a tramitarse desde este 1 de septiembre. Tal como ya es tradicional, durante el período estival aumentan las incidencias en los aeropuertos. “Estamos hablando de retrasos, cancelaciones, denegaciones de embarque (el funesto “overbooking”), pérdida de maletas… –destaca el abogado-. La persona afectada nos manda la documentación, y nosotros nos encargamos de pedir a la aerolínea que pague lo que corresponde por ley”.

Nada más recibir estas reclamaciones, las compañías aéreas ponen en marcha su procedimiento habitual, dirigido fundamentalmente a desanimar al que protesta. “Tienen montado un sistema para cansar al pasajero”, denuncia Sáenz de la Maza. No en vano, en Rklamatu ya han visto casos de todo tipo. “Algunas empresas tardan mucho en responder, mientras que otras le contestan al demandante en inglés, pero resulta que luego, cuando llegamos los abogados, sí que te responden en castellano. Incluso te dicen que el retraso se ha debido a una circunstancia extraordinaria, sin aclararte cuál, y que, por tanto, no te van a pagar”.

“Por llegar tres horas tarde a un sitio, ya te corresponde una indemnización. Y si te han cancelado un vuelo también te corresponden 600 euros”

En efecto, la normativa establece que sólo se pagarán indemnizaciones en aquellas incidencias que no se deban a “algo imprevisible y fuera de su ámbito de control”. En ese apartado entran las catástrofes naturales, pero quedan fuera las huelgas de pilotos, los overbooking o los retrasos causados por distintos motivos. Las indemnizaciones oscilan entre los 250 euros para viajes de hasta 1.500 kilómetros hasta los 600 euros para quienes tengan problemas en vuelos de más de 3.500 kilómetros. “A veces, por llegar tres horas tarde a un sitio, ya te corresponde una indemnización. Y si te han cancelado un vuelo y te han cambiado el itinerario, también te corresponden 600 euros”, subraya Sáenz de la Maza.

De momento, los abogados de Rklamatu han conseguido resoluciones favorables en más del 90% de los alrededor de 100 casos que han tramitado. Ellos sólo cobran si sus representados ganan. Los honorarios –según resaltan en sus folletos informativos- están fijados en el 18% más IVA de la indemnización. “En la gran mayoría hubo que iniciar el procedimiento judicial, aunque en varias ocasiones las propias aerolíneas han preferido evitar la celebración del juicio”, comenta su portavoz.

“Son todas iguales”

De acuerdo a los datos que manejan en este bufete, los problemas alcanzan tanto a las compañías “low cost” como a las tradicionales. “Todas actúan igual –advierte Sáenz de la Maza-. Hemos visto alguna que paga de buena voluntad, pero es excepcional”. En cualquier caso, los actos judiciales motivados por estos asuntos suelen ser breves y sencillos (para el pasajero, claro). “El cliente sólo tiene que hacer acto de presencia –explica-. De hablar, ya nos encargamos los abogados. Como mucho, cada juicio dura una media hora”.

Uno de los casos más emblemáticos tuvo como protagonistas a los pasajeros de un viaje organizado. “Primero recibimos a un pasajero que quería denunciar el retraso en un vuelo, por lo que le correspondía una indemnización de 600 euros. La compañía no quería pagar, así que iniciamos el procedimiento judicial. Dos días antes del juicio, pagaron”, recuerda.

Poco después llegaron los otros 42 pasajeros de ese mismo vuelo, reclamando lo que les correspondía. Más de lo mismo. En total, la aerolínea fue obligada a pagar más de 25 mil euros en indemnizaciones. Al menos en esa ocasión, los pasajeros no salieron perdiendo.

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