Agua en barco para Barcelona, ¿la solución para la sequía?
El Govern contempla activar el plan de transporte de agua a su capital si se agrava una sequía histórica en Catalunya. La medida plantea interrogantes económicos y sobre la efectividad del traslado.
Barcelona-Actualizado a
Sin un episodio destacado de lluvias en el horizonte que revierta la situación, la histórica sequía que sufre Catalunya continúa agraviándose. El pasado día 1, el Govern decretó la entrada en emergencia de los 202 municipios del sistema Ter-Llobregat , donde residen más de seis millones de personas -tres cuartas partes de la población- y que alcanza Barcelona y su área metropolitana, parte de la Catalunya Central y Girona.
Desde entonces, las reservas de los embalses de las cuencas internas han seguido cayendo y han pasado del 15,8% al 15,2%. En el caso concreto del Ter-Llobregat, si hace dos semanas los pantanos contenían 99,46 hm³ de agua ahora se quedan en 95,88, el 15,7% de su capacidad.
A la espera de comprobar el impacto que tienen las restricciones adoptadas a raíz de la entrada en emergencia , a medio plazo la previsión del Govern es incrementar la disponibilidad de agua a través de nuevas desaladoras y potabilizadoras.
Este tipo de infraestructuras, pero, tardarán algunos años a terminarse, de manera que en los próximos meses el ejecutivo trabaja con otras opciones más rápidas para garantizar el agua a la ciudadanía. Seguramente, la que ha generado más titulares es la posibilidad de traer agua en barco en Barcelona, ya sea desde Sagunt (País Valencià) o Tarragona. Respondemos a las preguntas sobre esta opción.
¿La decisión está tomada?
No. El Govern es consciente que es una alternativa cara y que tampoco serviría para llevar grandes cantidades de agua, de forma que solo activará el transporte en barco si la sequía sigue empeorando las próximas semanas. Ahora bien, esto no significa que no esté preparando toda la infraestructura para hacerlo posible con rapidez si así lo decide. De hecho, la gran ventaja de esta opción "excepcional" es que, a diferencia de la construcción de plantas de regeneración o desaladoras, se puede aplicar en poco tiempo y que técnicamente no comporta una gran dificultad.
Los cálculos de la ACA sitúan entre 20 y 30 millones el coste de llevar agua en barco a Barcelona
Si finalmente tira adelante, el agua podría llegar a Barcelona y el área metropolitana desde Sagunt y Tarragona. En el caso de la ciudad valenciana, la semana pasada los gobiernos español y catalán presentaron el plan para hacerlo posible, que comportaría poner a pleno rendimiento la desaladora de Sagunt , que depende de la empresa pública Acuamed. El ejecutivo estatal sería el encargado de pagar el coste de producción del agua, mientras que la Generalitat asumiría el transporte, que implicaría el uso permanente de dos barcos, uno que estaría cargando en Sagunt -la operación tardaría unas 12 horas- y el otro descargando en Catalunya. Cada barco llevaría 20.000 metros cúbicos de agua.
En paralelo, el director de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), Samuel Reyes, ha explicado que la compañía ha mantenido reuniones con el Puerto de Tarragona y la empresa municipal Ematsa para estudiar qué inversiones harían falta para llevar agua del Ebro en barcos desde la ciudad a Barcelona en caso de que sea necesario. Finalmente, el Port de Barcelona tendrían que culminar en pocas semanas las obras iniciadas en noviembre para hacer posible la llegada de dos barcos cargados de agua al día, unos trabajos que han tenido un coste de unos 4 millones.
¿Qué coste tendría?
Los cálculos de la ACA sitúan entre 20 y 30 millones el coste de llevar agua en barco a Barcelona. La cifra podría variar en función de los meses que durara el operativo. Una de las grandes dificultades es, precisamente, llegar a acuerdos con navieras para llevar a cabo el traslado, lo que explica parte de un precio tan elevado que desde el Departament de Acció Climàtica del Govern se admite que es "insostenible" y que solo se puede justificar en caso de necesidad crítica por la emergencia.
A finales de 2023, el conseller de Acción Climàtica, David Mascort, cifró en entre 4 y 10 euros por metro cúbico el precio del agua transportada en barco, una cifra mucho más elevada que la captación de agua del río Ter -unos 0,05 euros- o del río Llobregat -alrededor de 0,20-, pero que también se dispara si se compara con la regeneración de agua a la depuradora del Prat de Llobregat (0,60 euros por metro cúbico) y supera el de la desaladora de la misma ciudad (unos tres euros).
¿Cuánta agua podría llegar?
Según la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a partir de junio -cuando podrían iniciarse los transportes- hasta diciembre, los barcos podrían llevar un total de 7 hectómetros cúbicos de agua en Barcelona. Es una cantidad similar a la que cuentan ahora mismo el embalse de Darnius-Boadella (en Girona) y el de Sant Ponç (en Lleida). A nivel de consumo, equivale al 11% del agua que se usa en la ciudad de Barcelona en el ámbito doméstico en todo un año y queda ligeramente por debajo de la que se gasta en los hogares de la comarca de Osona -165.000 habitantes- en 12 meses. En cuanto a Tarragona, según el director de la ACA, Samuel Reyes, el volumen podría llegar a los 6 o 7 hm³ de agua, pero en este caso durante todo un año y no en siete meses.
¿Cómo fue el precedente de 2008?
El único precedente de llevar agua en barco a Barcelona se remonta a mayo de 2008, cuando se optó por esta solución de emergencia por la grave sequía que también sufría entonces Catalunya. En aquel caso se contrataron los barcos en Tarragona y Marsella. Un mayo extremadamente lluvioso provocó que, finalmente, solo llegaran dos barcos a la capital.
Dos futuras potabilizadores del área de Barcelona podrán aportar más agua de la que se podría llevar en barco
El primero, el Southern Defender, atracó en el Port de Barcelona el 13 de mayo y llevaba agua de pozos del entorno de Tarragona y Reus. El segundo, el Norient Solar, lo haría ocho días más tarde, proveniente de Marsella con agua del Ródano. En este intervalo los embalses de las cuencas internas ya se habían empezado a llenar de manera significativa, un hecho que permitió superar el episodio de sequía. El operativo tuvo un precio de 17 millones, en gran parte por el coste de la rescisión de los contratos con las navieras.
¿Qué infraestructuras están planteadas a medio plazo?
La gran apuesta de la ACA y, por lo tanto, del Govern para afrontar un futuro de mayor déficit hídrico en Catalunya son infraestructuras como desaladoras, plantas potabilizadoras o de regeneración, que tienen un elevado coste de construcción y, especialmente en el primer caso, comportan un importante gasto energético.
En principio, las actuaciones que se tendrían que terminar antes son las dos estaciones potabilizadoras que la ACA ha programado en el río Besòs, concretamente en el barrio del Bon Pastor (Barcelona) y en el municipio de Montcada i Reixac. Entre las dos comportan una inversión de 100 millones y la previsión es que entren en funcionamiento hacia septiembre del año próximo, 2025. Básicamente captarán aguas subterráneas, si bien la de la capital también cogerá agua superficial del río. En total podrán aportar unos 45 hm³ anuales de agua, una cifra muy superior a la que se podría llevar en barco.
En cuanto a las desalinizadoras, los proyectos son la ampliación de la planta de Blanes -en la Tordera- y la construcción de la del río Foix, en el término municipal de Cubelles (Barcelona). Ambas actuaciones tendrán un coste de 500 millones, que aportará el Gobierno español a través de los fondos europeos Next Generation, con la previsión de estrenar la ampliación de la de la Tordera en 2028 y la del Foix en 2029. A nivel de capacidad, la primera pasará de los 20 hm³ anuales actuales a poder producir 80, mientras que la del Foix llegará a los 20 hm³ por año.
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