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Alejandro Palomas, víctima de abusos sexuales en la Iglesia: "La investigación puesta en marcha es una pantomima"

El escritor de 54 años, denunció la violación sufrida por un sacerdote del colegio La Salle de Premià, pero su caso había prescrito ya. Ahora una nueva víctima denuncia al mismo sacerdote por hechos que aún se pueden juzgar.

Sánchez recibe a Alejandro Palomas tras denunciar que fue víctima de abusos
El escritor Alejandro Palomas en una foto de archivo.

Como una "pantomima" y una pérdida de tiempo y esfuerzos ha calificado el escritor Alejandro Palomas la comisión de investigación sobre los abusos en la Iglesia aprobada por el Congreso de los Diputados y que ha recaído sobre el Defensor del Pueblo. Tres meses después de su puesta en marcha, desvela que Tolerancia Cero, la plataforma con la que colabora y a través de la cual canaliza su participación, dejará de colaborar con esta institución

"Tanto el Defensor del Pueblo, como los abogados de Cremades & Calvo Sotelo [la auditoría externa encargada por la Conferencia Episcopal para investigar los abusos sexuales en la Iglesia] se han puesto en contacto con nosotros, pero no entiendo para qué y no vamos a colaborar más, porque no hay voluntad de llegar a una comisión de investigación de la verdad", afirma Palomas en conversación telefónica con Público

Explica que no se trata de inventar nada nuevo y que lo que pedían las víctimas era que se pusiera en marcha una comisión con el cometido de llegar a la verdad, con mecanismos y poder de decisión para llevar a cabo lo que se acordara. "Lo mismo que hemos visto que se ha hecho en otros países. Necesitamos una comisión que sea ejecutiva y no sólo informativa", afirma.

Sin embargo, añade, la comisión que lidera el Defensor del Pueblo no tiene ningún sentido. "Esta institución no tiene capacidad para hacer una investigación de todos y cada uno de los casos de abusos en la Iglesia. Encima ahora se le ha encomendado investigar lo ocurrido en la valla de Melilla y las decenas de muertos. ¿Sinceramente, alguien cree que con todo lo que tiene en su cartera puede dedicarse a investigar los casos de abusos en la iglesia?".

Recientemente, además, la Conferencia Episcopal anunció que no iba colaborar en la investigación sobre los abusos sexuales en su seno, ni tenía intención de abrir sus archivos al Defensor del Pueblo. "No hay interés de que exista una investigación de verdad", sentencia Palomas.

"No estoy solo ni estoy loco"

A finales de febrero pasado, Palomas hizo público los abusos y violaciones que sufrió cuando apenas tenía entre siete y ocho años por parte de un sacerdote del colegio La Salle de Premià. Entonces no quiso identificar con nombre y apellidos a la persona que abusó sexualmente de él. Hoy sabemos que este sacerdote se llama Jesús Linares y que durante décadas siguió abusando y violando a menores en los diversos colegios a donde su congregación lo trasladaba. El caso de Palomas había prescrito cuando lo denunció. Pero los abusos se repitieron durante cerca de 40 años. Ahora, uno de ellos ha llegado a la justicia. Se trata de una joven que se identifica como S. para preservar su identidad. Es la primera denuncia presentada contra este sacerdote que aún no ha prescrito. 

Palomas lamenta que S. haya tenido que pasar por ese trago, pero afirma que supone una esperanza que el caso siga abierto y vivo, "porque demuestra que hay causa y que hay intranquilidad por parte de los abusadores y sus encubridores".  También porque demuestra que "no estaba sólo y sobre todo que no estaba loco", sentimientos que lo han atormentado durante varias décadas. Pero no lo estaba y estos abusos han seguido ocurriendo. "Quien me violó ha seguido haciéndolo durante décadas. Nunca ha dejado de hacerlo", explica. S. denunció recietemente haber sido abusada por Linares entre los años 2007 y 2008 cuando estaba en parvularios en La Salle, tal como desveló Eldiaro.es. El sacerdote vive y tiene en la actualidad 90 años.

"No conozco a S., pero entiendo que se trata de una chica muy joven, lo que demuestra que este sacerdote ha seguido violando y abusando de menores hasta ahora. Que un niña tan joven haga esta denuncia y no haya una causa común porque casi todos los casos que se conocen han prescrito, le ayuda poco a ella y a la justicia en general", cuenta Palomas.

El colegio no investiga

Poco después de que saliera en los medios denunciando los abusos sexuales que había sufrido de niño, el colegio La Salle anunció que iniciaría una investigación. Sin embargo, nada más se volvió a saber sobre este tema. "Yo Sigo esperando una respuesta por parte de la institución, pero lo que está claro es que no hay ninguna voluntad de reconocer los hechos, de reparar a las víctimas, ni de asegurar la no repetición", abunda. 

"Es tremendo este silencio, cuando está demostrado en este caso hay muchas víctimas y muchos niños y niñas que han sufrido los abusos. Sobre la investigación que anunció La Salle no sabemos nada. Ni siquiera sabemos qué entienden por investigación. Hablan de 'seguir los cauces habituales' o las 'vías pertinentes'… Términos rimbombantes que no significan nada y que demuestran que no han hecho ni piensan hacer nada".

Explica que no le gusta ver a nadie en el banquillo, pero que en estos delitos hay dos culpables claros: quien realizó los abusos y la institución que los encubrió durante años. "No sé quien es más culpable", y apunta no sólo a los violadores en el seno de la Iglesia, sino también a las órdenes religiosas a las que pertenecen

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