El bulo del cierre del Museo de las Navas de Tolosa reactiva la batalla cultural de la Reconquista
La controversia sobre el significado histórico de uno de los mitos fundacionales de España registra un nuevo capítulo a cuenta del falso cierre del museo de Santa Elena, al que sectores conservadores acusan de "revisionismo antiespañol".
Aristóteles Moreno
Madrid-Actualizado a
La historiografía académica fija en el 16 de julio de 1212 una de las fechas fundamentales del medievo peninsular. Ese día una alianza articulada por los reinos cristianos de Castilla, Navarra y Aragón infligieron una derrota decisiva a las tropas del califa almohade Muhammad Al Nasir. La batalla de las Navas de Tolosa, en las inmediaciones de Santa Elena (Jaén), precipitó el debilitamiento del poder musulmán en la Península Ibérica y acabaría abriendo la llave del Valle del Guadalquivir para los reinos del norte.
En la narrativa decimonónica de la llamada Reconquista, reutilizada décadas después por la dictadura franquista, la batalla de las Navas de Tolosa constituye un hito fundacional de la nación española. Según esta visión esencialista de la historia, España y su inmutable identidad católica se forjaron contra el islam. Ese viejo pulso identitario retoma ahora el vuelo espoleado por los aires neoconservadores y un nuevo episodio acaba de producirse a colación del supuesto cierre del Museo de las Navas de Tolosa, inaugurado en la localidad jiennense de Santa Elena en 2009.
La noticia, desmentida posteriormente por el Ayuntamiento de Santa Elena y la Diputación de Jaén, fue puesta en circulación por el grupo denominado Protocolo de Santa Pola, que aglutina a una treintena de asociaciones hispanistas de los dos lados del Atlántico, entre las que figuran Despertar Hispano, Amigos de la Hispanidad, Fundación Gustavo Bueno, Hablamos Español y la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES), promovida por Santiago Abascal.
Miembros de la citada plataforma se pusieron en contacto con el alcalde de la localidad, Ramón Coloma, quien desmintió cualquier voluntad de clausura del centro de interpretación, que, según datos municipales, registra más de 7.000 visitantes cada año. La información fue recogida por el diario El Debate, propiedad de la Asociación Católica de Propagandistas, donde se calificaba al museo de "revisionismo antiespañol" y "falto de rigor histórico" porque contribuye a "extender la leyenda negra española, que silencia los grandes hitos de su historia para convertirlos en objetos de denigración". Según el diario conservador, el museo de la Batalla de las Navas de Tolosa, fundado por la Diputación de Jaén, muestra a los cristianos como unos "salvajes que acabaron con la refinada cultura musulmana", lo que, a su juicio, se utiliza como un "instrumento más contra la hispanidad".
El grupo del Protocolo de Santa Pola tiene intención de cursar una visita al centro en las próximas semanas para "analizar sus contenidos" y así lo anunció una de sus asociaciones firmantes, Hablamos Español, en conversación con Público. "Queremos ver si se respeta la verdad histórica o no", subrayó su presidenta, Gloria Lago. "No queremos que se falsee la historia de España y, en ocasiones, se intenta dar la vuelta". Lo que el Protocolo de Santa Pola persigue, entre otros objetivos, es vigilar que no se perpetúe la "leyenda negra", asegura la escritora y filóloga. La web corporativa de Santa Pola recoge como uno de sus principios rectores la "protección del idioma" y la "defensa de los valores, éticos, morales y religiosos de la cultura hispánica".
El alcalde de Santa Elena es categórico sobre los rumores de clausura. "No se va a cerrar", declaró Ramón Coloma a Público. El centro de interpretación de las Navas de Tolosa fue fruto de un convenio entre el Ayuntamiento y la Diputación de Jaén, que subcontrató la gestión técnica a una empresa externa. A partir de septiembre, aclaró el regidor, es el municipio quien asumirá de forma directa la administración del museo.
Coloma relativizó las críticas vertidas sobre el contenido divulgativo del centro cultural. "Viniendo del medio que viene, imagínese", terció. En su opinión, los ataques no tienen fundamento alguno. "No sé en qué se basan. Aquí se informa de los dos contendientes de la batalla. Si no, sería un centro de interpretación cristiana", puntualizó. En todo caso, el alcalde adelantó que su intención es "mejorar los contenidos". Y añadió: "somos víctimas de una batalla cultural, pero no podemos contar la historia a medias. Entiendo que la gente extremista quiera ver solo una parte, pero el museo se quedaría cojo".
Esta nueva controversia se produce en el marco de un repunte del nacionalismo español, que ha encontrado nuevamente en la denominada Reconquista un instrumento de reafirmación identitaria. El debate sobre el origen de España ha desbordado en los últimos años los márgenes de la historiografía para invadir la conversación pública. Así lo admite Carlos de Ayala, catedrático de Historia Medieval de la Universidad Autónoma de Madrid. "La recuperación de este eterno problema historiográfico de la Reconquista tiene un momento de arranque cuando la derecha, sobre todo la extrema derecha, se intenta apropiar del término, que se acuñó a partir del pensamiento nacionalista español".
En opinión del especialista, esa visión identitaria entiende la Reconquista como la "recuperación de un territorio arrebatado, que conformaba parte de la esencia de España que se había creado a costa del islam". Carlos de Ayala discrepa abiertamente de ese marco conceptual. Y juzga como "absurdas" y "torticeras" las críticas que tachan la narrativa del centro de interpretación de "revisionismo antiespañol". Aunque advierte: "Yo no he visto el museo". Lo que el catedrático de la UAM objeta como punto de partida es la existencia de una España cristiana que ha forjado el Estado moderno, mientras que los musulmanes fueron un "accidente" en la historia que fue preciso "erradicar" para recuperar una "supuesta unidad idealizada". Y sostiene: "no podemos entender la historia de España si consideramos a los musulmanes como un accidente, porque el islam forma parte de esa realidad y también construye el proceso histórico a lo largo de toda la Edad Media".
En todo este controvertido debate, la batalla de las Navas de Tolosa representa un acontecimiento "muy importante", según afirma Carlos de Ayala. "Todas las batallas campales son decisivas, porque el resultado solía ser contundente y acababa con la destrucción del enemigo", argumenta. La victoria cristiana de 1212 aceleró el proceso de desmoronamiento del imperio almohade y allanó el terreno para la conquista de Jaén, Córdoba y Sevilla.
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