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Covid La lucha de Mercedes contra Ayuso por la muerte de su padre en una residencia: "No se puede matar a personas como a piojos"

Víctimas, trabajadores y personalidades públicas dan luz a la plataforma Verdad y Justicia, que aspira a esclarecer todo lo vivido en las residencias de mayores de Madrid durante marzo y abril de 2020, donde más de 7.000 ancianos perdieron la vida sin recibir asistencia hospitalaria.

Mercedes, de la plataforma Verdad y Justicia, sostiene una foto de su padre, fallecido en una residencia de Madrid durante la primera ola de coronavirus.
Mercedes, de la plataforma Verdad y Justicia, sostiene una foto de su padre, fallecido en una residencia de Madrid durante la primera ola de coronavirus. PÚBLICO

Mercedes vio a su padre por última vez un 6 de marzo. El 6 de abril, un mes después de aquel encuentro en el que le ayudó a comerse una gelatina, recibió una llamada de la residencia de mayores Adolfo Suárez, morada de su progenitor. En ella se comunicaba que Juan, de 84 años, enamorado del arte y extrabajador en la seguridad del Museo del Prado, había fallecido. 

Como un quiste imposible de seccionar, han pasado dos años de aquello y Mercedes se emociona hasta el llanto con cada leve mención a su padre. El luto, la herida abierta, el trato recibido por la Comunidad de Madrid, las palabras de Isabel Díaz Ayuso y la total ausencia de respuestas en torno a lo que ocurrió en las residencias de ancianos mayores durante la primera ola de la covid-19 le carcome hasta el punto de haber perdido 12 kilos desde entonces.

Mercedes solo quiere justicia y que la presidenta de la Comunidad se haga cargo de su gestión de la pandemia. "Hago responsable a Ayuso y a los que decían que las residencias estaban preparadas. Esto me está comiendo por dentro y me está costando la vida. Quizá sea lo último que haga, pero estoy dispuesta a llegar a Estrasburgo. No se puede matar a personas como quitarse piojos de encima. Eran seres humanos". 

Más de 7.000 personas fallecieron en Madrid en las residencias de mayores sin recibir atención hospitalaria. La sanidad desbordó y el Gobierno de Ayuso dictó que los más mayores y vulnerables no fueran derivados a los hospitales, que no daban abasto. Una decisión que aún resuena en las cabezas de quienes perdieron a seres queridos sin opción a ser tratados. 

La opacidad en torno a la gestión de Ayuso, un silencio del que Vox es cómplice, ya que junto al PP han impedido que se realice una comisión de investigación sobre las residencias de mayores, ha provocado que se forme la plataforma Verdad y Justicia, que busca transparencia tras dos años gobernados por el mutismo. 

Javier Cordón, uno de los impulsores de la plataforma, explica a Público su finalidad: "Nuestra idea es hacer un llamamiento a la sociedad. Son hechos que no pueden quedar en el olvido y sin juzgar. Mientras no se juzgue lo ocurrido en las residencias no va a haber más humanización. Los problemas que había prepandemia los sigue habiendo", dice en torno a la precariedad y a la privatización galopante del sector, carencias como el déficit de plazas, dado que faltan 75.699 para alcanzar la ratio de 5 por cada 100 habitantes mayores de 65 años, media que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Mi hermana -recuerda Mercedes- vivía enfrente de la residencia y veía cómo salían los furgones funerarios. No había mucha información y eso fue haciendo mella. Desde la centralita no había forma de que cogieran el teléfono y si lo cogían te derivaban. Debía ser tal el caos...", relata con esfuerzo de ponerse en el lugar de los trabajadores, en muchos casos desbordados por la falta de compañeros. 

Mercedes, en el salón de su casa, atiende a Público.
Mercedes, en el salón de su casa, atiende a Público. PÚBLICO

En la residencia Adolfo Suárez, ubicada en el barrio de San Blas-Canillejas, se produjo un completo desastre. De financiación totalmente pública, en su base de datos se contaban 325 mayores ingresados al comienzo de la pandemia. Fallecieron por covid-19 entre 70 y 80. "Fue una masacre", asegura Mercedes. 

Es por eso que Cordón y la plataforma quieren volver a los meses de marzo y abril del 2020 en busca de algún tipo de explicación, aunque sea de cara al futuro: "Si después de todo lo que ha pasado no se investiga, no se van a sacar conclusiones para los cambios que tiene que haber. Es un problema de pasado y de futuro, que podría volver a ocurrir. No podemos dejar que el silencio impere en estos asuntos". 

Lejos de aprender de la experiencia traumática, Ayuso y su equipo aprovecharon el contexto de la pandemia para relajar los criterios de contratación del personal sociosanitario en residencias, ya que durante varios meses pudo formar parte de las plantillas de trabajadores personal sin apenas formación. Tras la presión de sindicatos como Comisiones Obreras (CCOO), la medida fue revocada

De todos los dolores, el que peor gestiona Mercedes es el que tiene que ver con Isabel Díaz Ayuso. En varias ocasiones, al aparecer en la conversación, aprieta la mandíbula e intenta contener la rabia y el llanto: "Mi padre nació en 1936. Sufrió el golpe de Estado, la guerra, la represión y la dictadura. No se ha respetado a su generación y son los que lucharon porque tuvieramos una oportunidad", dice antes de acabar con una frase lapidaria. 

— Que la gente se quite la máscara, que Ayuso es Lady Muerte. 

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