La crisis energética pone en riesgo de pobreza a 141 millones de personas más en el mundo
Un estudio de la revista 'Nature Energy' prevé que el coste total energético de los hogares de todo el mundo crezca entre un 62,6% y un 112,9%.
El aumento en los precios de la energía provocado por la guerra entre Rusia y Ucrania podría sumir a 141 millones de personas más en todo el mundo en la pobreza extrema, según un estudio de la revista Nature Energy. El encarecimiento energético ha disparado los costes de bienes y servicios, y el precio de la calefacción, refrigeración y movilidad han crecido notablemente e impactado en los hogares de 116 países.
El científico Yuli Shan, de la Universidad de Birmingham, ha explicado que los elevados precios de la energía afectan a la economía doméstica de dos maneras. El incremento en los precios de los combustibles aumenta directamente la factura energética de los hogares. Los insumos energéticos para producir bienes y servicios también influyen en el incremento de los precios de dichos productos y en el de los alimentos.
Así, la investigación prevé que el costo total energético de los hogares crezca entre un 62,6% y un 112,9%, contribuyendo a un incremento del 2,7% al 4,8% del gasto doméstico. Los investigadores, por ello, solicitan una asistencia energética específica para ayudar a los ciudadanos vulnerables durante la crisis.
"Debido a la desigual distribución de la renta, el aumento de los precios de la energía afectará a los hogares de maneras muy diferentes. Los costes inasequibles de la energía y otras necesidades empujarán a las poblaciones vulnerables a la pobreza energética e incluso a la pobreza extrema", ha manifestado Shan. Ha añadido que esta crisis energética mundial "nos recuerda que un sistema energético muy dependiente de los combustibles fósiles perpetúa los riesgos para la seguridad energética, además de acelerar la crisis climática".
Los científicos han encontrado variaciones determinadas por patrones de consumo en los hogares y la dependencia de los combustibles fósiles entre distintos países. Concluyen que los países del África subsahariana son las más afectadas por este aumento de los precios. Los países sumidos en la pobreza tienden a aumentar el gasto en cubrir las necesidades básicas, como la alimentación y la energía directa.
A diferencia de los hogares más ricos, que tienen mayores costes energéticos en bienes y servicios de alto coste. Además de tener mayores tasas de cargas de costes energéticos en los países de renta baja.
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