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Cuenta atrás para declarar la emergencia por sequía en Barcelona y Girona: ¿qué supondrá?

Los niveles de los embalses de las cuencas internas, que se encuentran por debajo del 17% de su capacidad, abocan a las zonas con mayor densidad de población de Catalunya a una situación de emergencia. El Govern da por hecho que se activará la fase más grave en las próximas semanas, que se endurecerán las restricciones

4-1-2023 La font de la plaça Espanya de Barcelona buida per les restriccions per sequera
La fuente de la plaza España de Barcelona vacía por las restricciones por sequía David Zorrakino / EUROPA PRESS

Empieza la cuenta atrás para que se declare la emergencia por sequía en buena parte de Catalunya. Dicha declaración es prácticamente "inevitable" en el sistema Ter-Llobregat, del que se nutren seis millones de personas que viven en 202 municipios de 14 comarcas diferentes, entre ellos la ciudad de Barcelona y su región metropolitana, parte de la Catalunya Central y Girona (actualmente en un estado previo de preemergencia). Así lo advirtió la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, en una rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo del miércoles. 

"Lo tenemos todo preparado para [activar la emergencia] la segunda quincena de enero"

El Govern todavía no pone fecha, pero da por hecho que habrá que activar la fase de emergencia, la más grave de todas, en las próximas semanas. Fuentes del Ejecutivo catalán apuntan a que la declaración de emergencia está previsto aprobarla en el Consejo Ejecutivo del próximo 16 de enero, aunque no descartan que pueda aprobarse en un Consejo Ejecutivo extraordinario si fuera necesario. Según la consellera de la Presidència, Laura Vilagrà, lo tienen "todo preparado para la segunda quincena de enero, pero tomaremos las medidas que sean necesarias".

El estado de emergencia del Plan Especial de Sequía elaborado por el Govern se activa cuando los embalses bajan hasta el 16% de capacidad. Actualmente se encuentran en el 16,70% de su capacidad, en general. Hace dos semanas estaban en el 17,27%. La situación es "crítica" por la tendencia decreciente de los pantanos que dependen del sistema Ter-Llobregat, que abastece seis millones de personas. 

Los embalses están a punto de tocar fondo y los niveles de capacidad son dramáticos. Por ejemplo, según la última actualización -el 3 de enero de 2024- del estado de las reservas de agua en los embalses que facilita la Agencia Catalana del Agua (ACA), el nivel del embalse de Sau se encuentra al 7,58%; el de Darnius Boadella al 12,96%; el de Siurana al 3,51%; y el de Susqueda al 20,50%.

El episodio de sequía más grave desde que existen registros

Catalunya está viviendo el episodio de sequía más grave desde 1916, el primer año desde el que se tienen registros. La comunidad acumula más de 30 meses de sequía y el 50% del territorio catalán se ha visto afectado de forma persistente por un déficit global de precipitación en los últimos tres años. Esta situación ha comportado restricciones en todo el territorio y la entrada progresiva en las diferentes fases que contempla el Plan Especial de Sequía, aunque de forma desigual, en función de los niveles del embalse del que depende cada zona.

Municipios del Alt Empordà y del Baix Camp ya entraron en fase de emergencia a principios de agosto

Mientras algunas poblaciones todavía se mantienen en fase de alerta, excepcionalidad o incluso normalidad, otras, como 22 municipios del Alt Empordà y dos del Baix Camp, que dependen del acuífero del Fluvià-Muga y del embalse de Riudecanyes, entraron en fase de emergencia a principios de agosto, lo que dejó a 26.000 personas con restricciones hídricas. En septiembre se sumaron 12 municipios del Alt Empordà, que se abastecen del pantano de Darnius Boadella.

El 28 de noviembre, ante el agravamiento de la sequía y la poca previsión de lluvias, el Govern activó un escenario previo a la emergencia que llamó fase de "preemergencia" a los municipios que dependen del sistema Ter-Llobregat. En este caso, dejó a seis millones de personas y 202 municipios con restricciones hídricas, aunque menos restrictivas que las de la fase más grave de todas. De este sistema dependen las zonas con mayor densidad de población de Catalunya, como es la región de Barcelona y Girona.

¿Qué restricciones supone la emergencia?

Ahora, con la inminente declaración de emergencia del sistema Ter-Llobregat, las restricciones de agua se endurecerán y afectarán a todos los sectores, especialmente al agricultor y ganadero. Incluye municipios de las siguientes comarcas: Alt Penedès, Anoia, Bages, Baix Empodrà, Baix Llobregat, Barcelonés, Berguedà, Garraf, Gironès, Maresme, Selva, Solsonès, Vallès Occidental y Vallès Oriental.

Se establecerá una dotación máxima de 200 litros por habitante y día, que podría descender hasta los 160 

Concretamente, cuando el semáforo pase a rojo, se establecerá una dotación máxima de 200 litros por habitante y día -10 litros menos que el tope actual-, que podrá descender hasta los 160 en caso de emergencia extrema. Este cambio no se notará mucho en el día a día de la gente, pero aparte de esta limitación de agua por persona y día, la entrada en vigor de la nueva fase comportará el cierre de vestuarios y duchas de equipamientos deportivos, tanto públicos como privados.

También se suprimirá el riego agrícola (se podrá autorizar sólo el riego de supervivencia de cultivos leñosos), una prohibición que dañará muchas cosechas. El riego ganadero se recortará a la mitad. Así pues, las medidas pondrán al límite agricultores y ganaderos, que tendrán que producir con sólo la mitad de agua que en el año 2023.

Tampoco podrá utilizarse agua para el riego de jardines y zonas verdes de carácter público o privado. Sin embargo, el Govern permitirá a los ayuntamientos regar árboles, ya que se ha considerado que si los árboles mueren se perderán muchas zonas de sombra en verano, que es cuando más falta hacen.

Como ya ocurre en la fase actual de preemergencia, tampoco está permitido llenar piscinas privadas ni de uso individual, sólo se permitirá el relleno parcial o primer llenado de piscinas de uso público en las cantidades indispensables para garantizar la calidad sanitaria del agua. Tampoco se pueden llenar fuentes ornamentales, ni lagos artificiales ni otros elementos de uso estético del agua.

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