El módulo de mujeres del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barcelona ha abierto por sorpresa y más de 100 entidades antirracistas se han unido para denunciar la "opacidad" que ha rodeado la apertura y reclamar su cierre. Hay 12 mujeres internas procedentes de distintos puntos del Estado. "Estamos trabajando para tener clara su situación, estamos haciendo un trabajo ingente a toda prisa para evitar las expulsiones", ha explicado a Público Basha Changue, miembro de la Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente en Catalunya (CNAACAT) y AfroFem Koop, dos de las organizaciones que han impulsado el manifiesto.

El nuevo módulo para mujeres estaba construido desde poco antes de la pandemia, aunque habría entrado en funcionamiento a principios de este mes de febrero. Entonces, el confinamiento frenó su apertura, y en 2021 fue la presión social, sumado a que sólo había dos mujeres pendientes de entrar, lo que finalmente había hecho desistir a Interior de sacarlo adelante. "Estamos intentando averiguar qué ha pasado ahora para que lo abran", ha señalado Changue, que también es diputada en el Parlament y cabeza de lista de la CUP en las futuras elecciones municipales por Barcelona.

Una de las principales preocupaciones del movimiento antirracista es la rapidez con la que pueden hacerse las expulsiones de las internas. "Cuando hay traslados, normalmente esto indica que las expulsiones ya están en marcha", ha criticado la activista.

Reclaman la abolición de los CIE

En el manifiesto, el centenar largo de organizaciones reclaman el cierre del módulo pero también de los CIE en general, que consideran que forman parte del "entramado legal que sostiene y reproduce el racismo estructural" que legitima la vulneración de derechos a las personas migradas. "Jerarquiza la vida de las personas, humaniza a unas y deshumaniza a otras", añade el texto. En última instancia reclaman también la derogación de la Ley de Extranjería.

Changue explica que, pese a la movilización, temen que el módulo quede abierto de forma indefinida: "Una vez en funcionamiento, se queda como opción para facilitar las expulsiones". Sin embargo, su viabilidad dependerá del número de mujeres trasladadas al mismo, y si se volviera a quedar vacío, se podría cerrar. Las entidades antirracistas llaman a la protesta el próximo sábado ante el CIE para reclamar que el cierre sea una realidad.