Este artículo se publicó hace 4 años.

​El "doble confinamiento" de los jóvenes LGTB encerrados con padres que no les aceptan

Un turista se asoma desde el balcón de su habitación en el hotel del sur de Tenerife. - EFE
Un hombre sale al balcón durante el estado de alarma. EFE/Archivo.

Jose Carmona

Madrid-

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"Vivir aquí me pasa factura diariamente, ya que me reprimo, me encierro y me siento mal conmigo mismo"

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Combatir la soledad 

"Si a la ansiedad generalizada por estar encerrado le sumas una situación discriminatoria, lo hace más difícil todavía"

Compartir las miserias como válvula de escape

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"Lo mío podría considerarse un doble confinamiento"

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Las justificaciones

"En el fondo me quieren, a pesar de esas ideas preconcebidas"

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