España no cumple con el recorte de CO2 marcado por Europa pese al impulso de las renovables
El Ministerio para la Transición Ecológica ha enviado a Bruselas el borrador que actualiza el PNIEC, el plan que sirve a España de hoja de ruta para la descarbonización de su economía de aquí a 2030.
Alejandro Tena
Madrid-Actualizado a
El Ministerio para la Transición Ecológica ha enviado este miércoles a Bruselas su actualización del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima), el documento que fija los objetivos climáticos y energéticos de España de aquí a 2030.
El borrador diseñado por el equipo de Teresa Ribera eleva la ambición respecto al anterior documento y fija para el país una reducción de sus emisiones de CO2 del 32% para finales de década, un aumento del 9% de la ambición si se tiene en cuenta que el plan anterior se marcaba una reducción del 23%.
España eleva sus aspiraciones en la batalla contra la crisis climática. Sin embargo, ese porcentaje del 32% se queda lejos de lo marcado por la Unión Europea, que aprobó en el paquete Fit For 55 una reducción del 55% para 2030. Ese mismo porcentaje, además, cuenta con el respaldo de la ciencia, que calcula que sólo con un recorte de emisiones de ese calado se podría mantener la subida global de temperaturas por debajo del umbral de 1,5ºC.
Los colectivos ecologistas han celebrado que el Ministerio haya incrementado la ambición de su plan de descarbonización, pero lamentan que se quede a mitad del camino y no se cumpla con lo que marca Europa y el consenso científico.
"Lo seguimos considerando insuficiente. Instamos al Gobierno que continúe trabajando para alcanzar un objetivo acorde a la crisis climática, ecológica y social que vivimos, es necesario reducir las emisiones en un 55%", argumentan desde Amigos de la Tierra.
"La situación meteorológica de los últimos años es una muestra clara de las consecuencias del cambio climático en la salud de las personas, en la alimentación, en el incremento de la desigualdad y en muchas otras cuestiones vitales", valoran desde Ecologistas en Acción.
Este grupo insiste también en que "emprender medidas adicionales en la planificación energética en sectores como el transporte, la agricultura o la gestión de los residuos podría ayudar a cumplir con los objetivos".
Grandes compromisos para las renovables
El texto remitido a Bruselas muestra un avance significativo en los compromisos para el despliegue de energías renovables. El nuevo plan busca alcanzar el 81% de energía renovable en la generación eléctrica para finales de década. El texto aprobado en 2020 mantenía ese objetivo por debajo, al 74%. Además el peso de las renovables en el total de la generación de energía, no solo electricidad, será del 48% frente al 42 del anterior plan.
Por sectores, destaca el crecimiento exponencial de la energía eólica instalada para finales de década, que pasa de ocupar 50GW a 62GW. La solar fotovoltaica instalada pasaría de 39 GW a 76 GW, y se establece, además, un auge importante para el autoconsumo que pasaría de disponer 14 GW a 19 GW, mucho más que los 3 GW de potencia instalada del sector nuclear.
El plan recoge, además, un avance significativo em materia de hidrógeno verde. Si bien, el anterior texto no tenía ninguna referencia a esta tecnología emergente, la Hoja de Ruta del Hidrógeno aprobada en 2020 se marcaba el horizonte de 4 GW de electrolizadores –el aparato que permite producir este combustible renovable– y el nuevo borrador del PNIEC eleva la apuesta a los 11 GW.
"Esta una nueva hoja de ruta supone el impulso final que necesita nuestro país y nuestras empresas para culminar una transición energética", ha valorado José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). "Por primera vez en su historia, España cuenta con una ventaja competitiva única respecto al resto de países que debemos podemos aprovechar de manera realista".
Transporte: una ambición alejada de la realidad
El nuevo borrador del PNIEC también actualiza las políticas relacionadas con el transporte y la llegada del vehículo eléctrico. El anterior PNIEC se marcaba el reto de tener 5 millones de coches, furgonetas y motos impulsadas con pila eléctrica y ahora, con el borrador remitido a Bruselas, se añaden medio millón de unidades adicionales de cara a 2030.
En este punto, el incremento de la ambición se aleja de la realidad en la que se encuentra actualmente España. Mientras el país lidera el despliegue de renovables en Europa, los cambios hacia formas de movilidad más sostenibles parecen enquistados. "El objetivo es inviable. Se aumenta y es muy complicado que lleguemos debido al ritmo de despliegue que llevamos", analiza Ismael Morales, de la Fundación Renovables.
Actualmente, con los últimos datos actualizados de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), España tiene en sus carreteras tan sólo 97.729 vehículos eléctricos, lo que supone el 1,9% del objetivo del PNIEC vigente y el 1,7% de la nueva meta que se fija el borrador enviado esta semana a Bruselas.
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