Público
Público

Especies invasoras Granjas de visones, una bomba contra la biodiversidad y el bienestar animal

Organizaciones animalistas y ecologistas reclaman el cierre de este tipo de granjas, ya que se trata de un animal invasor devastador para los ecosistemas europeos. Además, en Holanda se han anunciado probables contagios de coronavirus en estas instalaciones, lo que ha hecho que los activistas intensifiquen sus reclamos en España.

Un visón americano tiene parte del torso en carne viva en una granja peletera de España. Igualdad Animal
Un visón americano tiene parte del torso en carne viva en una granja peletera de España. Igualdad Animal

Alejandro tena

La cría de visones americanos vuelve a ser cuestionada. El maltrato animal tras la industria, los riesgos para la biodiversidad de esta especie exótica y los contagios de coronavirus que se han dado en algunos de estos centros en Europa –también en España– son los principales argumentos utilizados por los ecologistas. Concretamente, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha reclamado al Gobierno español esta semana que se cierren las 38 granjas intensivas que se extienden por todo el Estado.

Durante los últimos meses, con el pico de la pandemia en uno de los momentos más álgidos, se detectaron brotes de coronavirus en al menos 13 granjas peleteras de visones americanos en los Países Bajos, llegándose a confirmar dos posibles transmisiones de la covid desde uno de los mamíferos hacia trabajadores. Está situación ha llevado al Gobierno nerlandés a aplicar medidas en favor del cierre definitivo de este tipo de instalaciones, después de que científicos del Ministerio de Agricultura, Naturaleza y Seguridad Alimentaria emitieran un informe en el que se concluía que los centros de cría de visones americanos suponen un riesgo para la salud humana, ya que pueden actuar "como reservorios del SARS-CoV-2" y propiciar mutaciones del virus que pasen a los humanos.

En España, las alarmas saltaron cuando un centro situado en Puebla de Valverde (Teruel) notificó un elevado número de trabajadores infectados (7 de 14). Si bien es cierto, que desde Sanidad descartan que se haya dado algún contagio desde animales a seres humanos, los grupos ecologistas y animalistas han reclamado el cierre de estos centros de manera definitiva. El coronavirus, no en vano, es la guinda del pastel, que hace que estos lugares carezcan de sentido bajo una óptica ambiental. 

Así lo entiende Laura Moreno, técnico del programa de Especies del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que recuerda que se trata de una especie exótica invasora cuya presencia en la península ibérica tiene un gran impacto ambiental. El visón americano (Neovison vison) llegó a Europa durante los años veinte del siglo XX y fue a finales de los años cincuenta cuando se empezaron a instalar las primeras granjas en Segovia y Pontevedra. El desarrollo de estas instalaciones creció exponencialmente durante las siguientes décadas, con centros de explotación asentados por toda la geografía del Estado. Si bien es cierto que en la actualidad el número de granjas (38) ha descendido, el sistema de producción se ha intensificado de manera notable, lo que aumenta los riesgos de fuga de animales, según denuncian los colectivos ecologistas.

"Por el comportamiento del animal, que es muy escurridizo, es normal que haya fugas habitualmente, lo que ha propiciado que esta especie invasora –que tiene permiso para su comercialización– se haya extendido por toda la península". Su expansión supone un riesgo para otras especies autóctonas, concretamente para el visón europeo (Mustela lutreola), del que apenas sobreviven 500 ejemplares en España. "No sólo compite con él por el almiento, sino que puede llegar a devorar sus crías", argumenta la expera conservacionista. 

Según estudios del propio Ministerio de Transición Ecológica (MITECO), esta especia invasora es la que "afecta a un mayor número de especies amenazadas". Tanto es así, que todo el continente hay 47 especies en riesgo de desaparecer por la introducción de este animal en los ecosistemas, en tanto que es un depredador que tiende a alimentarse de pequeños mamíferos como el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), catalogado como especie vulnerable por el Centro de Monitoreo de la Conservación del Ambiente (UNEP-WCMC, por su acrónimo en inglés).

Es, además, un excelente nadador que altera de manera notable en los ecosistemas costeros y de río al alimentarse de aves acuáticas. Tanto es así, que el MITECO estima que en la Laguna de la Nava (Palencia) se ha llegado a perder cerca del 60% de los pollos de garza imperial (Ardea purpurea) por la acción de este pequeño y solitario mamífero.

Abrigos de piel y maltrato animal

El impacto ambiental y los riesgos sanitarios por la emergencia del coronavirus no son los únicos argumentos para exigir el cierre de estas granjas. La industria destaca por la crueldad hacia los animales, que se hacinan en jaulas de pequeñas dimensiones provocándose heridas entre sí, debido a que son animales solitarios que no acostumbran a vivir en grupo.

"Desde un punto de vista del bienestar animal, la cría de visones americanos en granjas es una tortura para los animales, que pasan toda su vida encerrados en jaulas para acabar siendo gaseados y despellejados", argumenta Javier Moreno, portavoz de Igualdad Animal, organización que ha realizado numerosas investigaciones sobre los métodos de cría que se utilizan en las granjas industriales españolas. Según la investigación de la esta Fundación, en España se sacrifica una media de 400.000 animales de esta especie para fabricar prendas de vestir de lujo.

Un visón americano en una granja peletera con graves heridas en el cráneo. Igualdad Animal
Un visón americano en una granja peletera con graves heridas en el cráneo. Igualdad Animal

Es por ello que los colectivos animalistas reclaman el cierre inmediato de los centros de explotación animal. "El mayor responsable de que haya visones americanos en nuestro país es la industria peletera", argumenta Javier Moreno, que señala que la prohibición de esta industria supondría el fin de la presencia de esta especie en España. "Se dejaría de criar y por lo tanto no existiría esa problemática".

Desde el Fondo Mundial para la Naturaleza señalan la importancia que tiene que toda esta industria se desarrolle, pese a sus impactos ambientales y en el bienestar animal, para producir bienes que no son de necesidad. En ese sentido, los ecologistas reclaman, además del cierre total de los centros de España, que se modifique el Real Decreto 630/2013 que regula el Catálogo de Español de Especies Exóticas Invasoras para que prohíba la comercialización de este animal.


¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias