La Fundación La Caixa presenta en la ONU su programa para combatir la pobreza infantil

La Fundación La Caixa (entidad consultiva del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, ECOSOC) ha presentado este martes ante la ONU en Nueva York su programa CaixaProinfancia de promoción socioeducativa contra la pobreza infantil en España.

El programa interviene en 128 poblaciones de todas las provincias, para "romper la línea de transmisión de la pobreza de padres a hijos y fomentar la igualdad de oportunidades" en niños y adolescentes.

Los participantes en este programa consiguen graduarse al acabar la ESO en niveles similares al resto de la población, en el 81,4% del total; además, "dentro del mismo estrato social de los niños y niñas de CaixaProinfancia, el porcentaje de graduados se sitúa en el 48,8%"; y sólo el 4% de participantes deja la ESO, frente a la media general del 30% que se da en contextos de bajo nivel socioeconómico.

El 76% de participantes logran mejorar su rendimiento escolar; y el 65,6% avanzan en la adquisición y desarrollo de competencias (comunicación y lenguaje, lógico-matemáticas y sociales).

En cuanto a las familias, el 78% aumenta el seguimiento de las tareas, la asistencia, la implicación y la participación de padres y madres en la escuela; el 49% del total de familias son monoparentales; el 71,1% de tutores carecen de formación o tienen estudios primarios, y el 59,6% están desocupados.

CaixaProinfancia tiene 5 ejes: refuerzo educativo (atención logopédica y psicomotora, grupos de estudio asistido, refuerzo individual, aulas abiertas, ayuda a equipamiento escolar), ocio (centros abiertos, campamentos, actividades de verano), apoyo familiar (talleres educativos familiares, centro materno-infantil, atención integral a madres, hijas e hijos víctimas de violencia de género), psicoterapia (personalizada, familiar o taller grupal) y salud (ayuda a alimentación, higiene infantil, gafas y audífonos).

El director general de la Fundación, Antonio Vila Bertrán, y el subdirector general, Marc Simón, han expuesto el programa, que se desarrolla desde 2007 en las principales ciudades españolas y atiende anualmente a más de 61.500 menores de hasta 18 años y más de 38.000 familias, informa la entidad en un comunicado.

También han participado el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil del Gobierno y Save the Children España, implicados en el programa, por lo que se desarrolla con colaboración público-privada (es un programa en red, con más de 400 entidades sociales implicadas que atienden directamente a familias).

España tiene más de 2,4 menores en situación de pobreza

Durante el acto, el alto comisionado contra la Pobreza Infantil del Gobierno, Ernesto Gasco, y el director general de Save the Children España, Andrés Conde, han explicado la pobreza infantil en España: afecta al 28,9% de niños y niñas; la tasa de riesgo de pobreza y exclusión afecta al 28,9% de ellos; y más de 2,4 millones son pobres.

La ONG constata que un tercio de las familias a las que atiende viven con 100 euros al mes por persona, y casi el 5% no tienen ningún ingreso; el 64% de menores viven en familias con ingresos medios mensuales inferiores a 1.000 euros, y cerca de la mitad de progenitores no tiene empleo.

El director general de la Fundación, Antonio Vila Bertrán, ha destacado que "el impacto de la acción socioeducativa se multiplica" cuando la escuela, los servicios sociales y las entidades sociales trabajan unidas.

El subdirector general, Marc Simón, ha considerado que CaixaProinfancia es innovador por su enfoque comunitario, que fortalece el territorio, desplegando una metodología común, compartida y evaluada, "y porque fomenta empoderamiento para la inclusión y la eliminación de estigmas, y conecta a las familias con su entorno".

Ernesto Gasco ha definido a la Fundación como aliada estratégica en la Alianza País por la Pobreza Infantil Cero (que impulsa el Alto Comisionado), y a CaixaProinfancia como "referente en la lucha contra la pobreza infantil".

Andrés Conde ha lamentado que un niño pobre en España tiene una alimentación deficiente, hace los deberes con el abrigo puesto en casa, no puede ir al dentista o al psicólogo ni llevar gafas: "Es una realidad doméstica, no siempre visible, pero que lastra el futuro de un país".