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Grecia echa el cierre a la clínica de una ONG española en un campo de refugiados 

La organización Salvamento Marítimo Humanitario abandona la isla de Quíos tras una "decisión unilateral" del Gobierno heleno. Llevaba desde 2015 dando asistencia médica básica a los solicitantes de asilo.

Solicitantes de asilo caminan por una calle de la isla griega de Quíos. / ORESTIS PANAGIOTOU (EFE)
Solicitantes de asilo caminan por una calle de la isla griega de Quíos. / ORESTIS PANAGIOTOU (EFE).

La ONG española Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) ha anunciado este miércoles la decisión "unilateral" del Gobierno griego que pone fin a su actividad en el campamento de refugiados de Vial, en la isla de Quíos, a 14 kilómetros de Turquía.

SMH llegó como "equipo de rescate en la costa de la isla en el año 2015 motivado por imágenes tan impactantes como la del niño Aylan", y actualmente prestaba asistencia sanitaria básica en una clínica del campo junto a la ONG Dental Emergency. Eran las dos últimas organizaciones que daban apoyo humanitario, pero también los últimos "testigos" de las vulneraciones de derechos humanos que se comenten con las personas que llegan a las islas o que son interceptadas en el mar tratando de alcanzar la costa griega. Según sus portavoces, el campo ya será casi exclusivamente un lugar de deportación.

La coordinadora del proyecto, Viki Clarademunt, ha señalado que a pesar del anuncio el pasado diciembre, lograron postergar su marcha hasta abril. "Esta amenaza que nos perseguía hacía tiempo, pero no pensábamos que nos darían dos escasos días para desmontar la clínica", ha destacado.

Edurne Ollaquindia e Isa Eguiguren, parte del último grupo de voluntarios en el campo, ha resumido las difícil condiciones para las personas refugiadas en Quíos y en otras islas griegas. "Los guardacostas griegos, si detectan embarcaciones de refugiados, los pasan a balsas de plástico sin motor, les quitan todas sus pertenencias y los dejan a la deriva en aguas turcas. Y Turquía los recoge porque Europa paga millones de euros a este país para que retenga a las personas refugiadas", ha destacado.

"Aun llegando a la isla pueden ser deportados de la misma manera, por eso, cuando llegan corren a los bosques y se esconden durante varios días hasta conseguir llegar al campamento. En febrero, cuando estábamos nosotras, llegaron al campo una veintena de somalíes que pasaron 3 días en el bosque a unas temperaturas heladoras, a bajo cero, sin comida ni bebida. Era impactante ver a hombres heridos, chicas menores y una embarazada de 20 años. No entendemos cómo sobrevivieron. De hecho, este verano, una joven somalí murió en uno de estos bosques de hambre y sed", ha señalado.

"Desde Salvamento Marítimo Humanitario exigimos a los gobiernos europeos que respeten las leyes nacionales e internacionales, las marítimas y la declaración universal de los derechos humanos que incluyen el derecho a migrar, la obligación de rescate en el mar de los gobiernos, el derecho a asilo y que se creen vías legales y seguras para frenar esta sangría que se está produciendo en el corazón de Europa" ha finalizado.

El Gobierno griego ha ido uno de los más duros en el giro de sus políticas migratorias desde que llegaran al país más de medio millón de personas, sobre todo sirios, afganos e iraquíes, a lo largo de 2015, año de la crisis de los refugiados. Además de una dura persecución a los migrantes, devoluciones ilegales e inhumanas en el mar y procesos penales de años de cárcel por migrar, también ha protagonizado una campaña contra las organizaciones que poyan al migrante, ha convertido los campamentos de refugiados en centros cerrados y ha aumentado las expulsiones ilegales y casi secretas de personas a Turquía.

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