El Ministerio de Igualdad ha confirmado que Sara Pina, la mujer asesinada a puñaladas en Tudela (Navarra) el pasado siete de enero, es la primera víctima mortal de violencia machista en 2022  y la número 1.126 desde el año 2003.

La víctima no tenía hijos ni hijas menores de edad y no existían denuncias previas por violencia de género contra el presunto agresor, según ha indicado el departamento que dirige Irene Montero.

Sara Pina, de 38 años, fue hallada sin vida en el domicilio que compartía con su marido el pasado 10 de enero, después de que su familia denunciara su desaparición, pues no tenían noticias de ella desde la semana anterior.

Nacida en Cortes, desempeñaba la docencia en el colegio castejonero Dos de Mayo. El asesinato conmocionó a la región y vecino, organizaciones feministas y sindicatos se concentraron en repulsa de la violencia machista.

Su marido fue detenido este martes en Boiseredon, a seis horas de Tuleda, el pasado 11 de enero. El juez de guardia había ordenado su detención y, según se desprende de las primeras investigaciones, se fugó a Francia sin su teléfono móvil tras supuestamente cometer el crimen.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha condenado el asesinato machista y ha pedido a instituciones, administraciones y al conjunto de la sociedad "todos los esfuerzos" para llegar a tiempo y evitar más muertes.

"No podemos dejar de repetirlo: trabajo conjunto de todas las administraciones para la detección precoz, que todas las mujeres tengan una salida a la violencia de género y llegar siempre a tiempo", ha dicho en Twitter la ministra de Igualdad.

Por su parte, la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell ha advertido en la misma red social que nadie había presentado una denuncia previa a su asesinato. "Nuestras condolencias y apoyo institucional a su familia y entorno. Y nuestra petición de colaboración a ciudadanía e instituciones para detectar y erradicar la violencia de género".