Este artículo se publicó hace 2 años.
Investigan a dos guardias civiles por reducir de forma violenta a un empleado de un restaurante de Guadalajara
La Dirección de la Guardia Civil también ha abierto una investigación al respecto, aunque no tomará medidas contra los agentes hasta que se pronuncie la Justicia, según confirman fuentes del cuerpo.
Madrid-Actualizado a
Un juzgado de Guadalajara ha abierto una investigación a dos guardias civiles por reducir de forma agresiva a un empleado de un restaurante tras ser avisados por un supuesto robo en el local. La Dirección de la Guardia Civil también ha abierto una investigación al respecto, aunque no tomará medidas contra los agentes hasta que se pronuncie la Justicia, según confirman fuentes del cuerpo.
Las citadas fuentes de la Guardia Civil han explicado que a los agentes se les abrió una investigación interna y un expediente disciplinario tras los hechos ocurridos en un restaurante de Molina de Aragón, aunque dicho expediente está ahora paralizado a la espera del fallo judicial.
Esto implica que los dos guardias civiles siguen prestando servicio, y que hasta que no se celebre el juicio y haya sentencia, la Guardia Civil no determinará la responsabilidad disciplinaria que les corresponde y aplica.
Los hechos ocurrieron a finales de mayo en un restaurante de la localidad guadalajareña de Molina de Aragón, cuando unos vecinos alertaron a la Guardia Civil de un posible robo en el establecimiento cuando ya no había clientes.
Dentro se encontraba un trabajador del restaurante sentado frente a una máquina de tragaperras, que abrió la puerta a los agentes, según quedó registrado por una cámara de seguridad del negocio. Los guardias civiles, supuestamente pensando que era un ladrón, le redujeron de forma violenta alegando que el joven presentó una agresiva resistencia.
En un principio, el Juzgado de Instrucción número 1 de Molina de Aragón (Guadalajara) citó en calidad de testigos a dos agentes a raíz de la denuncia presentada contra ellos por un posible delito de lesiones y otro de falso testimonio. En concreto, por agredir a una persona durante su arresto y falsear, supuestamente, el atestado policial de la detención.
Al ver la grabación de la cámara de seguridad del local, el magistrado ha cambiado de opinión y ha citado a los guardias civiles de nuevo, aunque en esta ocasión en calidad de investigados.
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