La jueza comunica a María Salmerón que tiene 15 días para entrar en prisión

María Salmerón acaba de recibir un nuevo mazado tras comunicarle la jueza que lleva su causa que tiene un plazo máximo de 15 días para entrar en prisión. La mala noticia llega cuando tiene previsto, gracias a la ayuda solidaria de cientos de personas, la indemnización de 3.000 euros que impuso el juzgado número 6 de Sevilla.

El pasado 26 de abril el Consejo de Ministros denegó el indulto a Salmerón. La ministra de Justicia alegó entonces que, según la ley de Indulto, el Ejecutivo tenía las manos atadas y no podía conceder el indulto por "imperativo legal", al considerar que Salmerón era reincidente. Justicia llevó al Consejo de Ministros la negativa del indulto a esta madre de forma camuflada (tal como desveló Público), sin que se debatiera en el consejo. La negativa del Gobierno a concederle el indulto (Justicia tuvo el expediente parado más de un año sin resolver antes de pronunciarse en contra), motivó que el juzgado reactivara el ingreso en prisión de esta madre. 

Colaboración desinteresada de cientos de personas

Esta semana, gracias a la colaboración desinteresada de cientos de personas, Salmerón consiguió reunir los 3.000 euros de indemnización que debía pagar a su expareja según la sentencia para poder volver a reclamar la suspensión de la condena de cárcel.

Tal como ha explicado la propia Salmerón en diversas ocasiones, los distintos indultos parciales que ha recibido por parte del Gobierno (el PP le concedió tres), no incluían las cuantías económicas a las que fue condenada, por lo que esta madre tienen en la actualidad una amplia carga de deuda y el 30% del sueldo embargado para hacer frente a dichas cargas. Su expareja, que no ha dejado de interponer denuncias contra ella por las deudas y por las los incumplimientos de las visitas con su hija, ha presentado, además, una demanda para que se subaste la vivienda en la que reside con su hija, para poder cobrar dichas cantidades. 

Salmerón sufre desde hace más de 20 años un calvario judicial por respetar el deseo de su hija de no querer ver a su padre.