Este artículo se publicó hace 4 años.
Andreas FernándezLa jueza archiva la causa de la joven con meningitis que murió atada a una cama en psiquiatría
La joven de 26 años fue considerada en su ingreso al hospital como "paciente psiquiátrica" al tener antecedentes familiares de enfermedad mental. Permaneció contenida durante 75 horas sin ser diagnosticada por meningitis.
Oviedo-Actualizado a
Una jueza de Oviedo ha archivado provisionalmente la causa contra siete facultativos por un delito de homicidio por imprudencia médica al no apreciar mala praxis en la muerte por miocarditis y meningitis de una joven de 26 años que estuvo 75 horas atada a una cama en la Unidad Psiquiátrica del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) pese a que, según su familia, no tenía enfermedad mental alguna.
Andreas Fernández falleció en abril de 2017 cuando tenía 26 años por una meningitis linfocitaria sumada a una miocarditis, si bien fue considerada en su ingreso como paciente psiquiátrica, al haber antecedentes familiares de enfermedad mental.
La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Oviedo ha dictado un auto por el que acuerda el sobreseimiento provisional y archivo de las diligencias abiertas contra los siete médicos siguiendo el criterio de la Fiscalía que, el pasado mes de octubre, ya se pronunció en este mismo sentido al considerar correcta su actuación.
La jueza se remite a las periciales médicas que respaldan a los investigados, si bien advierte que en la autopsia se evidenció un "engrosamiento meníngeo de tipo linfocitario", que podría ser de origen viral, y que la joven fallecida, Andreas Fernández, presentó un problema grave "probablemente a nivel pulmonar con repercusión retrógrada sobre el corazón y el hígado".
La familia de Andreas Fernández ha avanzado que presentará un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial por el "desamparo institucional" que denuncia que está sufriendo por el "corporativismo" del colectivo médico.
Su hermana Aitana ha explicado que tienen impugnada la autopsia al haberla practicado el mismo forense que participó en el levantamiento del cadáver y después de que se enviara las muestras de tejido en formol, quedando inservibles e impidiendo al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) determinar si una infección pudo ser el desencadenante de la muerte.
La joven acudió al HUCA en la madrugada del 18 de abril de 2017 y se le dio el alta tras recetarle medicación para un cuadro de fiebre y amigdalitis. Sin embargo, regresó por la tarde de ese mismo día alegando que tenía alucinaciones auditivas, lo que fue recogido en un nuevo informe donde se reflejaban sus antecedentes familiares.
Tras volver de nuevo al centro, el 20 de abril accedió de manera voluntaria a ingresar en Psiquiatría, pero al día siguiente la joven manifestó su intención de marcharse y ante su nerviosismo se le aplicó contención mecánica hasta que falleció 75 horas después, según ha relatado su hermana Aitana.
La familia cuenta con dos informes médicos, uno de ellos respaldado por 50 facultativos, donde rebaten el informe de autopsia y está apoyado por diversas asociaciones relacionadas con el ámbito de la Salud Mental entre los que figuran Hierbabuena, la Federación Andaluza en Primera Persona, la Asociación Española de Neuropsiquiatría y la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental.
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