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Australia Los líderes aborígenes de las naciones insulares australianas denuncian al Gobierno por inacción ante la crisis climática

Los Estados insulares, amenazados por la subida acelerada del nivel del mar, inician el primer litigio climático contra Australia, uno de los países con más inversiones dirigidas hacia los combustibles fósiles.

Dos de los demandantes contra el Gobierno Australiano, observan el mar, cuya subida amenaza la supervivencia de las Islas del Estrecho de Torres.
Dos de los demandantes contra el Gobierno Australiano, observan el mar, cuya subida amenaza la supervivencia de las Islas del Estrecho de Torres. Cedida.

Los líderes de las Primeras Naciones de las Islas del Estrecho de Torres de Australia han anunciado este martes que llevarán al Gobierno Federal australiano ante la Justicia por inacción ante la crisis climática, una amenaza real para las comunidades aborígenes insulares que ven cómo la subida del nivel del mar podría hacer desaparecer para siempre sus ecosistemas.

Argumentan los líderes que el país oceánico se ha convertido en la segunda económica más contaminante –per cápita– del planeta y señalan que el Gobierno es el único capaz de emprender acciones políticas que garanticen la supervivencia del territorio.

Las comunidades que habitan en estas islas, asi cómo su cultura, están en riesgo de desaparecer ya que se ubican en zonas extremadamente bajas. Según los datos científicos, el nivel del mar está avanzando en el Estrecho que separa Australia de Nueva Guinea a un ritmo dos veces superior al de la media mundial. Con esta tendencia, temen los líderes insulares, la vida desaparecerá.

"La incapacidad del Gobierno para prevenir la crisis climática significa que nuestras islas podrían quedar inundadas"

"Nuestros antepasados han vivido en estas islas durante más de 65.000 años. Pero la incapacidad del Gobierno para prevenir la crisis climática significa que nuestras islas podrían quedar inundadas, nuestros suelos arruinados por la sal y nuestras comunidades obligadas a marcharse. Convertirse en refugiados climáticos significa perderlo todo: nuestros hogares, nuestra cultura, nuestras historias y nuestra identidad. Si nos quitan nuestros hogares, no sabemos quiénes somos. Tenemos la responsabilidad cultural de asegurarnos de que eso no ocurra y de proteger al país y a nuestras comunidades, cultura y espiritualidad del cambio climático", ha declarado Paul Kabai, uno de los demandantes.

Australia continúa financiando proyectos basados en los combustibles fósiles y es el país desarrollado con menos compromisos asumidos para descarbonizar su economía. El Climate Action Tracker, un indicador de referencia que mide las políticas ambientales de los países, lo sitúa en la categoría de "muy insuficiente". 

"No puedo imaginar que me obliguen a abandonar Boigu porque esta isla soy yo y yo soy esta isla. Aquí hay 65.000 años de riqueza y experiencia. Perder Boigu significará perder eso. Si nos sacan de esta isla, no somos nada. Es como como la Generación Robada, si sacas a la gente de su tierra tribal, entonces se convierten en nadie", ha señalado Pabai Pabai, otro de los líderes que han interpuesto la demanda.

La decisión de llevar al Gobierno Federal ante los Tribunales ha sido dirigida por la fundación Grata Fund, que ha inspirado su acción en el caso de Urgenda, asociación que llevó al Gobierno de los Países Bajos ante la Corte Suprema por no reducir las emisiones de CO2 y no asumir lo firmado en el Acuerdo de París. El proceso se cerró en 2019 con una victoria de los ecologistas y sirvió de ejemplo para que otros movimientos ciudadanos iniciasen acciones legales similares. En España, Greenpeace, Ecologistas en Acción, Oxfam Intermon y Juventud por el Clima han emprendido la vía judicial ante las poca ambición de la Ley de Cambio Climático impulsada por el Gobierno. También hay otros casos similares en Canadá, Alemania, Bélgica o Francia.

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