El lobby de los combustibles fósiles está dejando su huella en la Cumbre del Clima. Su presencia en Glasgow es tan grande que, si este sector industrial fuera un país, sería el que tendría la delegación con mayor número de miembros de toda la COP26. Así lo evidencian los datos recogidos por la organización The Global Witness, que informan que el número de representantes de empresas de petróleo, carbón o gas es de 503 personas.

La delegación estatal más grande que ha asistido a la COP26 es la de Brasil con 479 representantes del país latinoamericano. Reino Unido, que asume la presidencia la cumbre, cuenta con 230 delegados.

Los datos reflejan que el sector de los combustibles fósiles cuenta con una mayor presencia de personas que la suma total de las ocho delegaciones de los países más afectados por la crisis climática: Puerto Rico, Myanmar, Haití, Filipinas, Mozambique, Bahamas, Bangladesh y Pakistán. También señala Global Witness que algunos países como Canadá, Rusia o Brasil llevan representantes de empresas nacionales de combustibles fósiles entre sus delegaciones, lo que estaría lastrando y retrasando las negociaciones.

"La presencia de cientos de personas a las que se les paga para impulsar los intereses tóxicos de las empresas contaminantes de combustibles fósiles solo aumentará el escepticismo de los activistas climáticos que ven estas conversaciones como una prueba más de la vacilación y el retraso de los líderes mundiales", ha dicho a los medios de comunicación Murray Worthy, líder de campaña de Gas de la ONG.

Estos datos refuerzan la imagen de greenwashing que los activistas ecologistas han denunciado durante la primera semana de cumbre. El peso de la industria es tal que los once principales patrocinadores de la COP26 están vinculados a los negocios petroleros o gasistas y suman, en 2020, más emisiones de CO2 que el emitido por Reino Unido.