Este artículo se publicó hace 2 años.
El Madrid de Almeida o cómo caminar sin pisar basura
La oposición y las asociaciones vecinales denuncian el deterioro de la capital y la acumulación de residuos en las calles.
Alejandro Tena
Madrid-Actualizado a
"Es una mierda este Madrid, que ni las ratas quieren vivir". En el 78, Leño describía así el ambiente enturbiado de la capital en una de sus canciones más emblemáticas y cuya letra, a pesar del tiempo, no ha quedado demasiado desactualizada. La ciudad de Martínez-Almeida no vive sus mejores momentos y es raro caminar por sus calles sin toparse con cubos desbordados de basura o restos de envases amontonándose lentamente en las esquinas.
Uno de los grandes problemas que el Consistorio está tratando de atajar es la acumulación de basuras en los denominados interbloques. Áreas urbanas y calles que quedaron sin servicios de limpieza tras la entrada del nuevo contrato en noviembre de 2021. Según la oposición, al menos hay 284 calles repartidas por 14 distritos de la capital que están afectados por esta situación y el propio Ejecutivo municipal reconoce que la cifra asciende hasta 325. Más Madrid - Los Verdes Equo denunció esta situación a principios de año, pero la situación no termina de resolverse. El Área de Medio Ambiente ha anunciado una nueva licitación de un servicio de limpieza y conservación específico para estas áreas afectadas, pero no se espera que éste pueda entrar a funcionar, al menos, hasta después de verano.
"Vamos a estar un año sin limpieza en este tipo de calles"
"El Ayuntamiento sacó en octubre de 2021 dos nuevos contratos de limpieza y de zonas verdes que abrieron un problema al dejar fuera a muchas zonas interbloques, porque no han entrado en ninguno de los pliegos. Esto lo denunciamos en febrero y el contrato nuevo, que se anunció en mayo, no empezará a funcionar hasta otoño. Vamos a estar un año sin limpieza en este tipo de calles", denuncia José Luis Nieto, portavoz adjunto de la Comisión de Medio Ambiente y concejal de Más Madrid-Los Verdes Equo.
Desde el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, en manos de Borja Carabante, aseguran que los interbloques se han estado limpiando durante este tiempo y señalan que, "al ser de uso privativo no tienen la misma frecuencia que las otras zonas". Es por ello que se ha lanzado un nuevo contrato específico de 52 millones de euros.
"La ciudad está sucia y es algo que se ve si se hace una comparativa con otras capitales de provincia. Madrid es una ciudad sucia. Esas zonas interbloques antes se limpiaban, es decir, han sido ellos [el Ayuntamiento] los que decidieron dejarlas fuera al sacar a concurso un nuevo contrato", argumenta Vicente Pérez, portavoz de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), que considera que el argumento de los usos privativos no puede ser válido para eximir al Consistorio municipal de la responsabilidad del deterioro de las calles: "La función disciplinaria urbanística corresponde al Ayuntamiento y, si hay gente que vierte basura y residuos, no puede mirar para otro lado, porque tiene la obligación de ejercer la disciplina urbanística, lo que significa vigilancia, sanción y ordenar".
Vertederos ilegales
"La basura no llega ahí por arte de magia. Cuando aparece es porque un ciudadano incumple una ordenanza, a sabiendas de que podría ser multado por la Policía Municipal, lo cual no ocurre casi nunca. Posiblemente los agentes estén desbordados, pero el Ayuntamiento no se está tomando en serio la limpieza y la prevención", sostiene Ignacio Benito, concejal del PSOE, que señala otro los grandes problemas en gestión de residuos de la capital: la proliferación de vertederos ilegales.
Según ha registrado el PSOE a través de denuncias ciudadanas, la capital concentra 19 puntos negros donde se acumulan todo tipo de sustancias y residuos. La mayoría de los enclaves se ubican en los barrios y distritos de la periferia madrileña –Latina, San Blas-Canillejas, Villaverde, Vicálvaro, Villa de Vallecas, Carabanchel, Fuencarral y Hortaleza– en una suerte de cinturón de desperdicios.
La semana pasada el grupo socialista registró una proposición para combatir estas escombreras y basureros con un paquete de medidas centrado en la vigilancia, el mapeo de puntos problemáticos y el desarrollo de un convenio de actuación con la Comunidad de Madrid para solventar las barreras que puedan suponer los repartos de competencias. La votación salió adelante, pero tanto PP como Ciudadanos rechazaron la iniciativa.
Desde el Ayuntamiento citan la última encuesta de sugerencias y reclamaciones para concluir que, tras la entrada de los últimos contratos en octubre de 2021, la limpieza ha dejado de ser la mayor preocupación de los ciudadanos de la capital y esperan que la nueva licitación consiga solventar el problema de los interbloques.
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