La capital de España ha sido penalizada por la revista Monocle —que publica cada año un ranking sobre la calidad de vida en las ciudades del mundo— por su contaminación atmosférica y por las medidas que el Ayuntamiento ha tomado en relación al tráfico en la ciudad.

En concreto, Madrid ha pasado del puesto número 8 en 2019 —el ranking no se publicó en 2020 por la pandemia—, al puesto 16 este 2021. Una clasificación donde se adelantan otras ciudades como Copenhague, Lisboa, Helsinki, Múnich o Viena, que están por encima de la capital española.

El coronavirus y el confinamiento han hecho que se tengan más en cuenta los espacios verdes, los proyectos de nuevas infraestructuras como viviendas eficientes o un medio ambiente más limpio.

Algunas políticas del Ayuntamiento que dirige Martínez-Almeida como el desmantelamiento de Madrid Central, supusieron que Madrid se convirtiera en la primera gran ciudad europea en dar un paso atrás en la adaptación de zonas de bajas emisiones.

Ecologistas en Acción presentó a finales de 2020 un informe sobre la calidad del aire en la ciudad. A pesar de que el confinamiento supuso que se marcaran mínimos históricos, la contaminación seguía por encima de los límites que marca la normativa para el dióxido de nitrógeno y el ozono.

El valor límite anual de contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) para la protección de la salud humana está fijado en 40 microgramos por metro cúbico. Durante 2020, solo una de las 24 estaciones de la red rebasó el límite legal, ya que registró 41 (µg/m³). Durante el primer año de Madrid Central, y sin restricciones tan severas de movilidad como las que hubo durante el confinamiento, se superó el límite legal en dos ocasiones. 

Durante el periodo que va desde 2010 a 2018, en Madrid se rebasaba el límite legal unas 11 veces de media. Está por ver cómo será el informe de 2021 para determinar si el final del confinamiento y la paralización de multas de Madrid Central suponen un aumento de estos excesos.

Desde Ecologistas en Acción denuncian que Almeida no haya aprovechado "la ocasión de oro" del final del confinamiento de junio de 2020 para reducir espacio al coche y "mejorar sustancialmente la movilidad peatonal y ciclista, como ha ocurrido en muchas ciudades europeas".

Mientras tanto, la delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid –que es quien se encarga de ofrecer los datos de la calidad del aire de la ciudad–, pronostica que para este viernes se esperan grandes concentraciones de ozono. Toda Madrid se encuentra en color amarillo, que significa 'regular' dentro de un semáforo que va desde el azul 'muy bueno', al rojo intenso 'muy malo'.

Durante el pasado mes de julio, Madrid solo tuvo tres días con una calidad del aire consideraba como 'buena'. El resto del mes, la ciudad tuvo una calidad del aire regular (25 días), malo (dos días), y muy malo (el 11 de julio).