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Mar Noguerol, la médica amenazada con inhabilitación tras criticar a Ayuso: "Es un ensañamiento  y buscan un castigo ejemplarizante"

La medica y directora del centro de salud de Cuzco en Fuenlabrada, Mar Noguerol.
La médica y directora del centro de salud de Cuzco en Fuenlabrada, Mar Noguerol. JOSE CARMONA

Mar Noguerol, directora del centro de salud de Cuzco (Fuenlabrada) hizo unas declaraciones contra la gestión de Isabel Díaz Ayuso en enero de 2022 y al mes recibió una inhabilitación de empleo y sueldo durante diez meses. El motivo, según la Consejería de Sanidad, era el de haber realizado contratos de forma irregular entre abril y junio de 2021. Pero el conflicto va mucho más allá.

Ni ella ni ningún director de los centros de salud tiene potestad para hacer contratos. Su inhabilitación fue confirmada esta semana, aunque un tribunal la ha paralizado y ha aceptado medidas cautelarísimas. "Confío en la justicia", asegura Noguerol. En realidad, tras todo este conflicto, hay una batalla por la libertad de expresión que ni Mar ni sus compañeros sanitarios piensan abandonar.

Una inhabilitación por la firma de dos contratos de sustitución...

Todo arranca por dos enfrentamientos con el Portal de Contratación, que elige los suplentes de todos los centros de salud, porque los directores no tenemos competencias para ello. Nosotros gestionamos presupuestos, pero no elegimos a quién se contrata. 

Durante una de las olas de covid, en mi centro decidimos cancelar una suplencia porque la persona que venía no sabía cómo era el funcionamiento del centro. Estábamos en la sexta ola y las colas de los pacientes daban la vuelta al centro de salud, no se daban las condiciones como para enseñar a nadie, no podíamos desperdiciar un segundo. Cancelé la suplencia y es el follón del que me acusan, de elegir los suplentes. La segunda controversia es igual: nos mandan un suplente que no tiene ni idea y la persona que proponía el centro se le pone de suplencia en otra función. Pero de cualquier manera, fueron ellos quienes hacen la contratación. Esto fue el 23 de abril y el 8 de junio de 2021. Esos son los "elevados porcentajes" de contrataciones de los que habla el expediente. Dos contratos entre miles de contrataciones.

Pero el expediente de inhabilitación llega mucho después.

En enero de 2022 hice unas declaraciones que se volvieron virales. Ayuso decía que los médicos no arrimábamos el hombro, y al mes me llegó el expediente. Es una indefensión absoluta. No me han permitido testigos y han rechazado mis pruebas

"Me quitan el comer y pagar mis recibos y no atender a mis pacientes"

Es un ensañamiento. Me imponen una sanción de diez meses que impica la pérdida de mi puesto de trabajo y me la imponen como médico. Dejan clarameante a la vista que es un ensañamiento y buscan un castigo ejemplarizante. Por un problema derivado de mi puesto como directora me sancionan como médico: me mandan a mi casa y me quitan mi salario. Me quitan el comer y pagar mis recibos y no atender a mis pacientes desde hace 25 años, pero he recibido mucha solidaridad por parte de mis compañeros. Siempre me he sentido acompañada y sabía que mis compañeros me ayudarían a salir adelante.

Pese a todo, he seguido trabajando con esto sobre mi cabeza. Es muy duro y no se lo deseo a nadie.  Es una locura, lo primero que piensas es: ¿Cómo me están acusando de elegir suplentes si no puedo hacerlo? Se cae por su propio peso y alegas, y te cargas todo el peso sobre ti misma. Pero hubo un momento en el que estalló todo. Tuve que ir a recoger mi expediente y volví a mi centro con tal cara, con tanta rabia, que una compañera me lo notó. Lo conté y al día siguiente todos los compañeros habían firmado apoyándome. Lo hice público en julio y ahí fue un descargo absoluto, compartirlo con mis pacientes fue curativo.  

Desde entonces, esta pelea ya es por la sanidad publica, por la libertad de expresión y por poder contestar a una señora que no se merece estar al frente de esto, porque no está capacitada. Todo el mundo lo ha asumido como una batalla común y ya no es solo mi pelea. 

¿Cree que su actividad política le ha pasado factura?

Es que no tengo actividad política. Mi actividad es la defensa de a Atención Primaria. Soy una médica de familia absolutamente vocacional con un vínculo muy estrecho con mis pacientes. En 15 días, 250 pacientes han mostrado su disposición para declarar a mi favor en un juzgado.

"Nadie chistaba a Ayuso y que llegara una médica a hacerlo no le hizo mucha gracia"

Soy una cara muy visible desde la Marea Blanca, en 2012, hasta que ganamos al consejero de Sanidad. Ahora es el consejo de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, que es la auténtica mano negra por la que ahora mismo no se aumenta el presupuesto en Atención Primaria y haya este plan de desmantelamiento. He sido una cara y una voz muy visible en la defensa de los centros de salud y eso ellos no lo toleran. Nadie chistaba a Ayuso y que llegara una médica a hacerlo no le hizo mucha gracia.

Como directora de un centro de salud en la Comunidad de Madrid, ¿cuál es el estado de la sanidad pública madrileña y de sus trabajadores?

"Madrid es una fuga de médicos hacia la privada, que eso es lo que realmente subyace detrás"

La situacion de la Atencion Primaria es caótica y terrible. Llevo 25 años en este centro y la degradación lo hace imposible. Por eso salimos diciendo que es un ahora o nunca. No quieren hacer la sanidad pública atractiva. Se niegan a hacerlo. Tenemos unos profesionales magníficos, pero tenemos los peores gestores imaginables. Cuando ellos intentan escabullirse y dicen que en todos lados faltan médicos, es mentira: Madrid es una fuga de médicos hacia fuera o hacia la privada, que eso es lo que realmente subyace detrás. Para privatizar, hunden la pública. Aquí, cada año terminan 300 residentes como médicos de familia y no se quedan ni el 20%. Las Urgencias extrahospitalarias las han destrozado. Son capaces, sin pestañear, de desmantelar lo que quieran.

La estrategia del Gobierno de Ayuso ha sido confrontar al paciente con el médico. ¿Ha funcionado?

El paciente cree a su médico antes que al político. Tenemos un contacto hasta diario con ellos. Hay pacientes a los que he visto todos los días hasta que deja de hacer falta. Es un vínculo muy diferente. Los pacientes siguen firmando nuestras hojas de protestas y nos apoyan. La manifestación del 13 de noviembre fue un hecho claro, marcó un antes y un después. Están con nosotros. Los pacientes aguantan estoicamente. 

Lo único que sé es que no son gestores capacitados. Yo no tengo Plan B, quiero trabajar en la sanidad pública. Soy médico y soy paciente. Si no creen en el servicio público, deberían irse. Y cuando nos acusan de politizar, ¿Cómo vamos a politizar? Cuando una persona entra por la puerta de mi consulta es un paciente. Me da igual lo que piense, lo que vote, el dinero que tenga, la ideología, religión o color de pie. La sanidad es lo que nos iguala.

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