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Maribel Verdú reivindica la figura del coordinador de intimidad para las escenas de sexo: ¿En qué consiste su trabajo?

La actriz rompió una lanza en 'Días de tele', programa comandado por Julia Otero, por una nueva figura en los rodajes. Analizamos cuál es su función y por qué su labor es clave para salvaguardar la seguridad física y emocional de los actores.

Maribel Verdú posa en la alfombra azul previa a la gala de la 37 edición de los Premios Goya, en el Palacio de Congresos y Exposiciones FIBES, a 11 de febrero de 2023, en Sevilla.
Maribel Verdú posa en la alfombra azul previa a la gala de la 37 edición de los Premios Goya, en el Palacio de Congresos y Exposiciones FIBES, a 11 de febrero de 2023, en Sevilla. María José López / Europa Press

Lleva más de 60 películas a sus espaldas y varias series de televisión. Es uno de los rostros más icónicos de nuestro cine, la trayectoria de Maribel Verdú forma parte de nuestro imaginario, un acervo colectivo que impregnaba, nos guste o no, de machismo todo cuanto tocaba. Del cine al teatro, pasando por la televisión; recuerden sin ir más lejos la irrupción de las Mama Chicho.

Y es que la España de 1984, cuando Verdú hacía sus pinitos, no sabía ni por asomo qué era aquello de las gafas moradas. Contaba la actriz, en una entrevista fechada en 1990, que con apenas 14 años tuvo que rodar su primera escena de sexo, para lo cual el director tuvo a bien ponerse encima del actor con miras a indicarle cómo se interpretaba lo que viene siendo el coito.

La anécdota, que la actriz evocó en la última edición de Días de tele, programa presentado y dirigido por Julia Otero, evidenció hasta qué punto la industria del entretenimiento incurría por aquellos años en praxis que hoy día, con una mirada post-me too, nos parecen escandalosas, cuando no directamente denunciables.

Lo cierto es que algo como lo que relata Maribel Verdú difícilmente ocurriría en la actualidad. Y es que se va imponiendo, con progresiva frecuencia, un concepto que, de haberse planteado en el audiovisual de hace un par de décadas, habría suscitado probablemente alguna que otra risotada de pura incomprensión.

Hablamos de las coordinadoras de intimidad, figuras cada vez más presentes en los rodajes que tratan, en esencia, de encontrar un lugar común capaz de conectar las necesidades de dirección y los límites de los actores, dotando –además– de matices a estas escenas, propiciando la posibilidad de que el encuentro carnal vaya más de un mero apéndice libidinoso.

"Te acompañan desde el beso a cualquier escena erótica o sexual", detallaba la actriz en el citado programa, para, a continuación, deslizar cierto pesar por su tardía incorporación en los rodajes: "Ojalá lo hubiéramos tenido antes [...] Estabas sola y no podías explicar que esa escena no se había acordado de esa manera".

¿Que cómo se consigue? Como casi todo en la vida, escuchando. Entendiendo las necesidades de los intérpretes, sus miedos e inseguridades. Generando un clima respetuoso, abriendo un canal de comunicación cómplice con el director, un espacio en el que los actores puedan transmitir aquello que les resulta abiertamente incómodo.

No olvidemos que es más o menos frecuente que la consigna de ciertos directores a la hora de rodar este tipo de escenas sea la de propiciar cierta improvisación. Algo que puede llevar, llegado el caso, a situaciones que lindan o que incluso incurren en el acoso sexual. En ese sentido, la figura de la coordinadora de sexo es vital a la hora de frenar posibles desmanes.

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