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MIR Lo que los MIR de Madrid han conseguido y lo que no

Analizamos con los médicos residentes de Madrid en qué se traduce el acuerdo firmado con la Comunidad recientemente y su letra pequeña.

Una mujer sujeta una pancarta en la que se lee 'Pedimos derecho a 1 día de descanso semanal' durante una manifestación de los médicos internos residentes (MIR) en Madrid. /Europa Press
Una mujer sujeta una pancarta en la que se lee 'Pedimos derecho a 1 día de descanso semanal' durante una manifestación de los médicos internos residentes (MIR) en Madrid. /Europa Press

Marta Nebot

El lunes pasado, después de un mes de huelga, los médicos residentes de Madrid, el 37% de la plantilla, llegaron a un acuerdo con la Comunidad. Se trata de un pacto de mínimos que deja flecos importantes para septiembre y que demuestra la buena voluntad del colectivo, que no ha querido mantener la movilización, en estos momentos críticos para algunos hospitales madrileños por los rebrotes de covid en la región.

El documento incluye tres ámbitos: formación, jornada y retribución.

En el capítulo de la formación han conseguido poner por escrito que se ampliará el plan de formación continuada de la Consejería de Sanidad "con certificado de asistencia y horas lectivas". Es decir, que se va a regularizar. Una de sus mayores reivindicaciones es que su formación brilla por su ausencia. Denunciaron que son tratados como mano de obra barata, en lugar de como estudiantes con contrato de formación.

También han logrado que en septiembre se "analice" su reivindicación de al menos 15 días de formación al año y que el cómputo de asistencia a los cursos obligatorios conste como jornada laboral. Siendo personal en formación sanitaria, se les obligaba a formarse en horas extra. Queda en el aire su aspiración a siete horas de formación a la semana. "Eso no lo hemos logrado", confiesan.

El lo referente a la jornada laboral y a la organización del trabajo han conquistado el "descanso obligatorio" después de las guardias de 24 horas y el derecho a "disfrutar de un descanso ininterrumpido semanal de 36", es decir, han obtenido fines de semana de día y medio o, en su defecto, de tres días, cuando el servicio impida el descanso semanal acordado y tengan que trabajar catorce días seguidos.

Asimismo, han alcanzado el fin de la disponibilidad permanente gratuita, que se les exigía hasta ahora. La lista de residentes se utilizaba como lista de suplencias ante cualquier incidencia; lo que implicaba su disponibilidad permanente a cualquier hora. Se ha acordado que esa disponibilidad sea regulada y abonada como guardia localizada. Lo que les concede tiempo real de descanso ininterrumpido. Quedan fuera de esta acuerdo, por ahora, las incidencias por trasplantes, que nunca tienen hora prevista.

Además, han alcanzado el compromiso de terminar con las camas calientes de los hospitales para las guardias, en las que comparten sábanas y espacios muy reducidos, muy poco recomendados para la prevención de la covid. La Consejería de Sanidad advierte que eso dependerá de la gerencia de cada hospital pero, por su parte, se ha comprometido a exigirlo por escrito.

Para la implementación de estas novedades se ha dado de plazo hasta la primera semana de septiembre.

En el último apartado del acuerdo, el retributivo, queda negro sobre blanco que han conquistado la recuperación de las pagas extras que tenían recortadas al 50% desde 2010 y un aumento salarial de 120E para todos los residentes, de primero a quinto año, a partir del uno de septiembre. Así sus sueldos pasarán de 1.003–1.279 Euros brutos al mes, a 1.123–1.399 Euros brutos al mes. Las guardias seguirán cobrándolas a 10,85E la hora.

En el documento hecho público consta, en el punto tres de este apartado, que todos los MIR recibirán 460,96E antes de final de año. Tal y como está redactado parece una prima, pero los MIR aclaran que se trata de lo que les faltaba de la paga extra recortada en junio. Lo que en realidad han logrado es que lo que se les había recortado en plena pandemia se les devuelva antes de que acabe 2020.

Con esta lista de logros el Comité de huelga desconvocó el 11 de agosto a las 8.00 a.m., una de las movilizaciones más extrañas habidas. Los servicios mínimos del 100% que se les exigieron hacían la movilización imposible, pero demostraban que son imprescindibles y que su fuerza como colectivo es incuestionable.

Los MIR de Madrid se declaran "contentos" con el resultado. Ha sido la primera vez que se han unido y han obtenido mejoras claras después de lustros de abusos. "Podremos descansar día y medio a la semana", "ya no seremos de los peor pagados de España", "nuestro tiempo libre lo será de verdad, no siempre pendientes de tener que ir a trabajar en cualquier momento", "tendremos cursos de formación en serio", "estamos muy contentos, aunque pendientes de que todo esto se cumpla en septiembre", son algunas de sus frases que demuestran su satisfacción; pero "no dejamos de tener la mosca detrás de la oreja", declaran también, como resumen de sus expectativas sobre el cumplimiento de este acuerdo y lo que queda por acordar en septiembre.

Fuera de esta negociación ha quedado la aspiración de los MIR de tener supervisión garantizada de médicos adjuntos en casos difíciles. Han denunciado encontrarse solos en situaciones complicadas, sin experiencia ni supervisión.

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