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Los nacidos en la última década han vivido 4,4 días más de olas de calor que los nacidos en las dos últimas décadas del siglo XX

'The Lancet' publica su informe sobre salud y crisis climática y alerta de que la subida global de temperaturas está elevando los riesgos para la propagación de enfermedades infecciosas, como la malaria cuyos contagios han crecido 32% en zonas de altas de América.

01/09/2022-Varios niños se refrescan en una fuente de Zaragoza, el 1 de septiembre de 2022
Varios niños se refrescan en una fuente de Zaragoza, el 1 de septiembre de 2022. Javier Belver / EFE

Los niños de un año que nacieron en la última década (2012-2021) han experimentado, de media, 4,4 días más de olas de calor que los que nacieron en los últimos 20 años del siglo XX (periodo 1986-2005). Así lo evidencia el último informe publicado por la revista The Lancet sobre salud y crisis climática. 

La publicación revela que las olas de calor son cada vez más dañinas y mortales, pues las defunciones provocadas por los altos termómetros han subido un 68% si se compara el periodo 2017-2021 con el periodo 2000-2004. Además, la exposición humana a los incendios ha crecido, comparando las mismas franjas anuales, un 61%.

En ese escenario, las enfermedades infecciosas se han vuelto más peligrosas, con un mayor potencial para su propagación. Es el caso de la malaria, cuya transmisión ha aumentado un 32,1% en zonas altas de América y un 14,9% en África, en comparación con la década de 1950-1960. Lo mismo ocurre con otros virus similares como el dengue, que subió un 12% a nivel mundial en la última década. 

El incremento de las temperaturas y la repetición constante de fenómenos meteorológicos extremos está generando problemas importantes para el sector agropecuario. Ello, dicen los expertos, se traduce en un aumento de los riesgos de inseguridad alimentaria. Los datos son evidentes, pues cultivos como el maíz ahora tienen un rendimiento más lento, con 9,3 días más. En el caso del arroz, las cosechas se alargan 1,7 días y el trigo llega empeorar su rendimiento en seis días.

La mayor de las amenazas es el calor extremo, que ha propiciado que en la última década se eleven en más de 98 millones de personas las declaradas en régimen de inseguridad alimentaria. En promedio, un 29% de la superficie terrestre mundial se ha visto en la última década afectada por la sequía, afectando directamente a los cultivos, pero también al acceso al agua potable.

En ese sentido, los autores del artículo de The Lancet critican que los Gobiernos sigan incrementando la financiación de combustibles fósiles, cuya quema es la causa directa de la crisis climática. De hecho, los expertos concluyen que, al actual ritmo de descarbonización –eliminación de carbón, gas y petróleo– la humanidad no conseguiría cumplir con los objetivos de cero emisiones netas hasta dentro de 150 años, por lo que las temperaturas subirían más de 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales.


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