Las nuevas normas urbanísticas de Almeida "consolidan" las cocinas fantasma
El Ayuntamiento de Madrid prevé aprobar la modificación de las normas urbanísticas en el mes de julio. Los cambios podían dar más seguridad jurídica a las polémicas cocinas enfocadas al reparto de comida a domicilio.
Alejandro Tena
Madrid-Actualizado a
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, planea aprobar en los próximos días una de sus medidas más polémicas que quedó en el cajón en la última legislatura, la modificación de las normas urbanísticas de la capital. Este cambio normativo podría traer consigo una nueva proliferación de las denominadas cocinas fantasma, locales ubicados en zonas residenciales que producen comida de manera industrial para atender el auge del sistema de pedidos a domicilio a través de plataformas como Glovo, Just Eat o Uber Eats, entre otras.
La modificación que prepara el Gobierno municipal regula el despliegue de este tipo de establecimientos que, desde hace años, han despertado el malestar de los colectivos vecinales. El humo de las cocinas en los patios internos de las viviendas, los olores, los residuos acumulados y el trasiego de repartidores en puntos concretos llevaron a ciudadanos afectados a reclamar una prohibición explícita que impida a estas empresas operar en zonas residenciales.
El proyecto de Martínez Almeida, que según avanzó Europa Press será aprobado en la primera mitad de julio, pone algunos límites, como que no se supere el máximo de 8 cocinas por local o establecer una distancia mínima entre locales para evitar que determinadas calles o avenidas concentren humos, olores y motos de reparto.
Las medidas, sin embargo, no son bien vistas por las organizaciones vecinales que, desde hace tres años, reclaman una regulación mucho más estricta. "Es una actividad industrial y debería estar fuera de las ciudades", explica Esther Lomas, de la Plataforma de Afectados por las Cocinas Fantasma en Madrid.
"El Ayuntamiento no ha escuchado ninguna de nuestras peticiones. Esta modificación no prohíbe las cocinas fantasma, lo que hace es consolidarlas", lamenta la vecina, que recuerda que el ruido de las motocicletas y la acumulación de residuos son un riesgo para la salud. "Se reduce el tamaño y se ponen límites, pero esto es insuficiente. Tampoco tiene carácter retroactivo. Nosotros pedíamos que las cocinas que ya estuvieran funcionando tuvieran que adaptarse a la nueva normativa y esto no ocurre", zanja.
Desde la oposición también critican la modificación de las normas urbanísticas que plantea aprobar Almeida. La concejala socialista Reyes Maroto asegura que el texto "no solo no resuelve el problema, sino que lo agudiza y abre un periodo transitorio de inseguridad jurídica que va a suponer que pueda haber una proliferación de cocinas en los próximos meses".
"Con esta modificación de las normas urbanísticas, el Ayuntamiento, el señor Almeida, sigue primando los intereses de los especuladores, de los promotores inmobiliarios y de las empresas, frente al interés general, el interés de los vecinos y vecinas, que quieren una ciudad en la que vivir mejor", zanja Maroto.
La aprobación del cambio en las normas urbanísticas de la capital coincide, además, con el fin de la moratoria que impedía abrir nuevos establecimientos de este tipo. El Ayuntamiento, debido al clamor social, paralizó cautelarmente el despliegue masivo de cocinas fantasma hasta el 5 de agosto de 2023. Los vecinos alertan de que la "escasa regulación" planteada podría tardar en entrar en vigor, de modo que las cocinas aprovechen ese periodo para incrementar su presencia en la capital.
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