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Nueve pueblos con encanto por descubrir en Catalunya

Más allá de las grandes ciudades o lugares más masificados, el territorio catalán también tiene pequeñas localidades donde podremos disfrutar de la historia, el patrimonio, la naturaleza y mucha tranquilidad.

El bonic poble de Beget
El pueblo de Beget transporta a otra época. Catalunya Turisme

Catalunya tiene un potencial paisajístico, natural y con encanto que muchas veces no imaginamos. Más allá de las grandes ciudades y parajes espectaculares, también hay unos buenos puñados de pueblos con un carácter y un encanto que les hacen muy especiales. Pueblos con castillos medievales, iglesias en su punto neurálgico, la impronta de diferentes culturas… los hay para todos los gustos.

Pequeñas villas de menos de 2.500 habitantes o hasta 1.500 en su casco histórico, que son absolutamente de postal, y que podemos encontrar en todo el territorio. Desde su arquitectura pasando por su núcleo, así como algún Bien Cultural de Interés Nacional. Por todo ello, destacamos nueve pueblos que no te puedes perder por descubrir y conocer más y mejor Catalunya.

Beget

Beget (Ripollès) tiene solamente 20 habitantes: el puente, las casas de piedra y los balcones de madera, añadido al aislamiento geográfico, nos transportan a otra época. Se encuentra integrado en el municipio de Camprodon desde mediados del siglo XX, con quien comparte un espectacular atractivo.

Tiene dos puentes románicos, además del estilizado campanario lombardo de cuatro pisos de la iglesia de Sant Cristòfol. En el interior de la iglesia encontraremos unas tallas muy notables y varios retablos barrocos y góticos. Destaca la Majestad de Beget, una talla de madera policromada de casi dos metros de altura.

Castellar de n'Hug

El pueblo de Castellar de n'Hug (Berguedà) ofrece un paisaje de alta montaña espectacular. Se encuentra dentro del Parque Natural del Cadí-Moixeró, a 1.450 m de altitud (uno de los pueblos habitados de más altitud de Catalunya) y tiene un espectacular laberinto de callejuelas empinadas de piedra. Su entorno es inigualable, con espacios como las fuentes del Llobregat.

Muchos le conocen por el Concurso Internacional del Gos d'Atura (Perro Pastor), que nació en 1962 siguiendo el legado de encuentros entre pastores de la comarca que competían por demostrar cuál era el mejor perro. Pero también podremos visitar el museo del Cemento Asland, con visitas guiadas y teatralizadas

Montclar

Seguimos en el Berguedà para hablar de un pequeño pueblo del Prepirineo que destaca por haber sido rehabilitado por un grupo de excursionistas durante la década de 1960. Montclar se ubica en lo alto de una colina, a 729 metros de altitud, y tiene una veintena de casas de piedra de los siglos XVII y XVIII, en torno a una bonita plaza, y con casa señorial conocida como el Castillo.

Es un lugar ideal para disfrutar de la calma y la tranquilidad, o realizar excursiones por sus alrededores en familia. También podremos visitar la Rectoría, una masía del siglo XVIII con gran balcón de madera. Y lo más importante: disfrutar de la gastronomía de montaña y de la comarca, donde encontraremos los que -para muchos- son los mejores pèsols negres (guisantes negros) del mundo.

Taüll

Las iglesias románicas del vall de Boí hacen de Taüll (Alta Ribagorça) un referente mundial de la historia del arte y la arquitectura. Santa María y San Clemente de Taüll son Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, y testimonios de la creación humana de la Edad Media. Se trata de un pequeño pueblo con mucho encanto, donde también podremos disfrutar de la conocida bajada de las Fallas. Una vez al año, una hilera de antorchas desciende desde el punto más elevado de la montaña y recorre las calles del pueblo.

Calella de Palafrugell

Con unos 700 habitantes, el antiguo pueblo de pescadores de Calella de Palafrugell (Baix Empordà) de los pocos lugares costeros del Empordà que guardan algo de la esencia de antes de la llegada del turismo. Sus luminosas fachadas blancas, sus calles estrechas o sus calas rocosas hacen de este un sitio especial.

La Cantada de Habaneras en la céntrica playa del Port Bo es una cita obligada: tiene lugar el primer sábado de julio desde hace más de 50 años. Las barcas ocupan la arena y el barrio marítimo ha sido declarado Bien Cultural de Interés Nacional. También destacan el Festival de Cap Roig de música y danza en los meses de verano, cuando la densidad de población crece sin medidas.

Peratallada

Si desea un verdadero viaje en el tiempo, Peratallada (Baix Empordà) nos lleva a los dominios feudales de uno de los linajes más importantes del Empordà desde el siglo X. Sin embargo, el origen del núcleo habitado de Petra taliata puede ser de origen prerromano, según algunos hallazgos arqueológicos.

La riqueza arquitectónica medieval es el gran atractivo, pero también cabe mencionar la gastronomía local ampurdanesa. Encontraremos mezclas y multitud de gustos, variedades y contrastes, tradicionalmente sobre vajillas de cerámica artesana de la Bisbal d'Empordà.

Rupit

Ubicado en el centro de Catalunya y con 285 habitantes, se halla el pueblo de Rupit (Osona), en medio de los barrancos del macizo de Collsacabra. Encontraremos calles y casas, donde en los dinteles se observan las huellas que nos recuerdan su esplendor barroco.

Fachadas de piedra, coloridos balcones de madera, tradicionales tejados a dos aguas y calles empedradas. Un sitio para pasear y disfrutar sin cansarse. A menos de cinco kilómetros encontramos el salto de Sallent, una abundante cascada con una caída de 15 metros.

Siurana

En la sierra de Montsant y las montañas de Prades encontramos el pueblo de Siurana (Priorat), a los 737 metros de altitud y en lo alto de una roca caliza. Forma parte del municipio de Cornudella de Montsant, y capitanea el pantano y el río con el que comparten nombre. Más allá de las callejuelas, es importante descubrir los vestigios de la ocupación musulmana y su historia posterior.

Y es que durante siglos fue defensa de primera línea del Islam gracias a su posición estratégica. El conocido castillo de Siurana fue el último bastión musulmán conquistado por los cristianos en Catalunya, en 1153. Mil y una leyendas rodean este hecho histórico cargado de épica.

Montsonís

También fue un lugar de gran importancia durante la Edad Media por su situación de frontera con el mundo árabe en el pueblo de Montsonís (Noguera). Su castillo nos permitirá entender la vida rural medieval. Acogía a los peregrinos provenientes del Camino de Santiago.

Y es que es imprescindible visitar el castillo y el conjunto histórico de Montsonís para poder revivir el día a día de los habitantes de la zona durante la época medieval. El municipio de Foradada, del que forma parte el núcleo de Montsonís, ha sido Destino Turístico Starlight por las excelentes cualidades en la contemplación del cielo nocturno.

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