Este artículo se publicó hace 3 años.
Oleada de indignación por el brutal asesinato de Samuel en A Coruña
Este lunes se han producido manifestaciones en varias ciudades y pueblos de Galicia y España convocadas por asociaciones LGTBI, mientras la Policía investiga el supuesto móvil homófobo del crimen por el que ya hay 13 identificados.
A Coruña-Actualizado a
El asesinato de Samuel Luiz Muñiz en A Coruña ha levantado una oleada de indignación en toda Galicia que se ha extendido al resto de España, en protesta por lo que algunas personas consideran un crimen homófobo.
La Policía no ha desvelado si la condición sexual del joven, de 24 años, muerto a golpes en la madrugada del sábado en una zona de la ciudad donde se ubican numerosos locales de copas, está relacionada con el móvil del crimen. La jueza que lleva el caso ha decretado el secreto del sumario. Lo que sí ha trascendido es que varios testigos declararon haber oído gritos homófobos en el lugar de los hechos, mientras sus asesinos la emprendían a patadas y puñetazos con él.
Esas declaraciones y las grabaciones de varias cámaras podrían servir para aclarar las circunstancias del caso. Por el momento, la Policía ha informado de que 13 personas han sido interrogadas relación directa o indirecta en el asesinato.
Manifestaciones de repulsa
Este lunes están convocadas manifestaciones en al menos 13 ciudades y pueblos gallegos (A Coruña, Santiago, Ferrol, Lugo, Ourense, Pontevedra, Vigo, Allariz, Monterroso, Camariñas, Noia, Ribeira y A Estrada) bajo los lemas #XustizaParaSamuel y #JusticiaparaSamuel -los hastag bajo los que se han agrupado las reacciones de condena en las redes sociales- y Basta ya de LGTBIFobia. Hay también convocatorias en Salamanca, en Logroño y en la Puerta del Sol de Madrid.
La concentración de A Coruña, en la Plaza de María Pita frente al Ayuntamiento, está promovida por la Asociación por la Libertad Afectiva y Sexual (Alas), que ayer condenó el crimen y lo relacionó con la creciente sensación de impunidad con que se transmite el argumentario homófobo de la ultraderecha. "Quienes alientan el discurso del odio, aunque se queden en segunda fila, son cómplices de este crimen y de todas y cada de las agresiones que padecemos", afirman sus portavoces, que también piden a los medios de comunicación "que respeten el duelo y el duro trance que todo esto está suponiendo" para la familia de Samuel.
Un joven pacífico y tranquilo
Según cuentan quienes le conocían, Samuel era un joven pacífico y de carácter tranquilo. Era técnico auxiliar de enfermería y trabajaba en la residencia para mayores de una ONG local. Estaba estudiando para obtener el título de protésico dental. El sábado sobre las 3.00 horas, se encontraba con unos amigos en la céntrica Avenida de Buenos Aires, junto al Paseo Marítimo, cuando sus agresores la emprendieron a patadas y puñetazos con él, hasta que vieron que no se movía y apenas respiraba. Los servicios de urgencia que lo atendieron intentaron reanimarle durante varias horas en la calle. Lograron trasladarle vivo al Complejo Hospital Universitario de A Coruña, donde falleció poco después.
Frente a la versión de quienes sostienen que el motivo del asesinato fue la condición sexual de Samuel, circula la de algunos testigos que sostienen que los agresores habrían creído que se les estaba grabando o haciendo fotos con un teléfono móvil, que habrían robado antes de huir. En el lugar de los hechos apareció ayer un mensaje escrito en varios folios y pegado al suelo de la calle con cinta adhesiva transparente, escrito por quien se identifica como el padre de Samuel y adornado con un rosa roja.
"Nos quitaron la única luz que iluminaba nuestra vida"
"Quiero primeramente agradecer el excelente trabajo de los equipos del 061, por todo el esfuerzo realizado en cuanto al pronto atendimiento de nuestro hijo. Nos quitaron la única luz que iluminaba nuestra vida. Sabemos que vamos a tener un camino muy largo por recorrer, estaremos apoyados en nuestra familia, amigos y compañeros, que nos ayudarán a salir de este camino oscuro. Agradecemos todas vuestras oraciones y muestras de cariño. Agradecer a nuestra maravillosa ciudad A Coruña. Gracias de corazón. Que Dios pueda recompensar todo el cariño que nos estáis brindando. Un abrazo muy fuerte a todos. Deseamos que nunca llegue a ocurrir otro día tan negro como el que estamos viviendo. No a la violencia".
En las redes sociales se registraron entre ayer y hoy centenares de mensajes de condena y repulsa, incluidos varios miembros del Gobierno. Uno de los últimos, el de la vicepresidenta tercera y Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz: "No hay peros ante esta violencia mortal que quiebra nuestra idea de libertad, de convivencia y de diversidad. Hoy este país llora por Samuel y pide saber qué ha pasado. No podemos callarnos, nunca, ante quien alimenta el odio y quien lo ejecuta. Todo mi cariño y apoyo a su gente".
Alas ha creado el Observatorio Coruñés contra la LGTBIfobia, que ofrece en su página web ayuda y asesoramiento a las personas que han sufrido una agresión, sea del tipo que sea. La semana pasada registró una a un matrimonio que se dirigía a casa de un familiar en el barrio de Monte Alto. Un hombre se acercó a ellos y, mientras les llamaba “maricones”, empezó a golperales con una porra extensible. Apenas dos semanas antes, un menor de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) denunció que había recibido una paliza por confesarse gay frente a sus agresores.
El Observatorio Coruñés contra la LGTBIfobia realiza cada año un completo informe sobre las agresiones que se producen en la ciudad, y de esos estudios se deducen dos cosas: que, lejos de aminorar, la violencia homófoba crece año a año, y que cada vez son más las personas que deciden denunciarla. En el 209, Alas atendió a 61 personas agredidas. En el 2019 subieron a 91. Y el año pasado, a 114.
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