Cargando...

La ONCE ¿un diez en precariedad?

Vendedores  denuncian sus condiciones laborales y los objetivos de venta, que doblan las cifras estipuladas en su convenio colectivo. La dirección de la organización de ciegos asegura que el 95% de su empleo es indefinido.

Publicidad

Un vendedor de la ONCE sostiene unos cupones en la mano.

Actualizado:

MADRID.-“Llevo tres meses y la experiencia está siendo positiva, aunque tenemos unos objetivos de venta semanales y pocas veces los podemos cumplir”. Es Roberto, un vendedor del cupón de la ONCE que, embutido en su abrigo, monta guardia en una céntrica esquina de Madrid con su maletín de boletos, a unos escasos 100 metros de otro compañero.

Publicidad

Las sanciones, explica Adolfo, “van desde días, semanas o un mes suspendido de empleo y sueldo, a un cambio de localidad donde vendes o, incluso, el despido”

Click to enlarge
A fallback.

Patricio Cárceles, director general adjunto de Juego de la ONCE, aunque prefiere no citar el mínimo de ventas “porque acabamos de arrancar el año y lo estamos definiendo”, sí confirma que, “como cualquier otra empresa en España, la ONCE tiene fijados unos mínimos de productividad y si de forma objetiva es el trabajador el que no llega al mínimo, se aplica el Convenio Colectivo”. Las sanciones, explica Adolfo, “van desde días, semanas o un mes suspendido de empleo y sueldo, a un cambio de localidad donde vendes o, incluso, el despido”.

Terminal Punto de Venta de la ONCE

"La ONCE ha aprovechado un 300% la reforma laboral que aprobó el Gobierno del PP con contratos basura de media jornada por 350 euros al mes"

Publicidad

Sin embargo, Adolfo cuenta que quienes no tienen esas condiciones, quienes “han de aceptar contratos basura, o no tienen suficientes horas para cumplir con el mínimo o necesitan ganar más comisiones, terminan por trabajar en vacaciones, días de descanso o festivos”. La ONCE atribuye estos casos exclusivamente a irregularidades de los trabajadores y no de la dirección, pero Adolfo asegura que “la ONCE pone los medios, los cupones y los TPV (Terminal Punto de Venta) para que se trabajen siete días a la semana”.

Competencia desleal

Desde su esquina, Roberto lamenta el día flojo en ventas que está teniendo y se queja de la competencia que le suponen los bares, quioscos de prensa, estancos, etc. que también venden el cupón. Son los llamados “canales complementarios” con los que la ONCE ha ido incrementando los puntos de venta y que, si bien incrementan la cifra global de cupones, hacen aún más cuesta arriba cumplir con los mínimos de venta para los vendedores.

Publicidad

Menos ciegos vendiendo

“Cuando acudí el primer día a la entrevista de selección de la ONCE me sorprendió que lo primero que preguntaran es quién tenía carné de conducir y vehículo propio”, relata Javier.

De los alrededor de 20.000 vendedores del cupón, un 55% ya no es invidente. Con un un 33% de discapacidad ya es posible convertirse en vendedor del cupón

Publicidad

Lo cierto es que de los alrededor de 20.000 vendedores del cupón que hay en España, un 55% ya no es invidente. A partir de tener un 33% de discapacidad ya es posible convertirse en vendedor del cupón, aunque desde la Organización no precisan los porcentajes de este tipo de empleados. El director general adjunto de Juego de la Organización no oculta que “estamos muy contentos con ello porque cada vez más la ONCE es sinónimo de solidaridad en conjunto”. Cárceles admite que “es posible que una persona que no es ciega venda más cupones, pero no se trata de elegir entre discapacitado ciego o no ciego, lo que hacemos es ajustar el punto de venta a la movilidad y a las capacidades de cada uno”.

Publicidad