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Pobreza infantil Los niños con menos recursos se han empobrecido cinco veces más que los ricos durante la crisis

Un informe de Save the Children estima que el 80% de los menores que viven hoy en España en situación de pobreza podrían convertirse en adultos empobrecidos.

Ocho de cada diez niños pobres también sufren la pobreza de adultos.

Vicente García Salvador lleva 10 años en paro, tiene 3 hijos y sólo ingresa 300 euros de asistencia más algo que consigue arañar de la venta callejera o de trabajos esporádicos. No es una excepción. Según el informe Desheredados. Desigualdad infantil, igualdad de oportunidades y políticas públicas en España  hecho público hoy por la organización Save the Children, 800.000 menores viven ya en nuestro país en hogares en los que ninguno de sus miembros trabaja

El informe resalta que España es uno de los países más desiguales de la Unión Europea, pero esta desigualdad se ha cebado especialmente con la infancia de los hogares con menos ingresos. "Mientras que en los años duros de la crisis la renta de la infancia que contaba con más recursos se redujo en un 6.5%, la de los niños y niñas del 20% más pobre de la población lo hizo en un 32,1%", es decir, los niños con menos recursos se han empobrecido cinco veces más. Entre 2008 y 2015 el número de niños y niñas en situación de pobreza severa aumentó en 424.000", afirma. 

800.000 niños en España viven en hogares en los que todos sus miembros están en paro

Las consecuencias de esta pobreza son devastadores. Save the Children estima que el 80% de los niños y niñas que están hoy en situación de pobreza pueden convertirse en adultos empobrecidos. Esto se debe al gran aumento de la desigualdad infantil y al fin de la movilidad social ascendente que se ha vivido en España y que hacen que la riqueza y la pobreza se hereden aún más y que se alteren las expectativas de niños y niñas.

"En España, un niño que nace en un hogar pobre está condenado de por vida a serlo. El Estado no permite que los niños tengan las mismas oportunidades. Al contrario, les pone zancadillas a los que peor están. Ni la políticas públicas de protección social ni el sistema fiscal están diseñados para reducir la desigualdad y acabar con la pobreza", afirma Andrés Conde, director general de Save the Children.

Empleo escaso, precario y poca inversión

El informe, cuyos datos provienen de fuentes oficiales como el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) o Eurostat, analiza cinco dimensiones en las que se manifiesta la desigualdad con especiales consecuencias en el desarrollo de niños y niñas: el empleo, la protección social, la vivienda, la educación y la salud. "Dimensiones todas ellas que deberían ser abordadas por las políticas púbicas para limitar las desigualdades en la infancia".

Sin embargo Save the Children resalta que las inversiones pública niveladoras son muy escasas. España tiene un gasto similar a Bulgaria, La república Checa o Eslovaquia y muy alejado de países como Alemania, Finlandia o Dinamarca. "En la actualidad, nada menos que 1.600.000 niños y niñas que viven por debajo del umbral de la pobreza no acceden a la prestación por hijo a cargo, porque el límite máximo de ingresos para recibir la prestación es inferior al umbral de la pobreza. En cuanto a la prestación para hogares monoparentales, sólo la reciben una de cada 10 familias de este tipo.

"La desigualdad está directamente ligada con el empleo. La destrucción de empleo durante la crisis ha afectado de forma desproporcionada a las familias más pobres con hijos en nuestro país". Según resalta el informe, tener un trabajo no garantiza salir de la pobreza. De hecho, el 60% de los niños más pobres viven en hogares cuyo sustentador principal tiene un trabajo temporal. 

El 60% de los niños más pobres vive en hogares en los que el sustentador tiene trabajo temporal

Las causas y consecuencias del crecimiento de la pobreza están inter-relacionadas. Si la economía no genera empleo suficiente para todos o este es no es de calidad, los hogares solo pueden salir de la pobreza a través de la protección social. Pero en el caso de España, la inversión es muy escasa y no se distribuye de forma equitativa. "Apenas un 33,6% de los niños pobres tienen acceso a la única prestación dirigida a mejorar su situación". Save the Children resalta que la capacidad redistributiva de nuestras políticas públicas es menor que la de otros países europeos. Mientras Suecia reduce su desigualdad en un 52,9% a través de transferencias sociales y la Unión Europea en un 40% de media, España lo hace sólo en un 31,9%".

El sistema fiscal, otro de los grandes mecanismos que tiene el Estado para reducir la desigualdad y redistribuir la riqueza, tampoco está cumpliendo con esta función. De hecho los datos recogidos en el informe indican que son una fuente de mayor desigualdad. "El 20% más pobre de la población dedica un 28,21% de sus ingresos a impuestos, porcentaje sólo superado por el 10% más rico, que dedica el 29,92%. 

Las familias más pobres destinan la mayoría de sus recursos a los gastos de la vivienda, pero la renta de estos hogares ha caído a un ritmo mucho mayor qu los alquileres o hipotecas o los gastos como la luz o el gas. El informe resalta que los niños más pobre viven en hogares que destinan más del 40% de sus recursos a los gastos del hogar. "Lo que les queda mensualmente a las familias más pobres por hijo, descontando los gastos de la casa, ha pasado de 233 euros en 2008 a 130 en 2015".

La desigualdad también tiene consecuencias en la salud de los niños. Los menores más pobres tienen peores condiciones y hábitos de vida y un acceso limitado a servicios sanitarios que no cubre del todo el Estado como el oculista, el dentista o el logopeda. 

Save the Children exige, que se incremente la protección a las familias más vulnerables, entre ellas: aumentar la protección a las familias monoparentales aumentar el número de alquileres asequibles mediante políticas y planes públicos; garantizar la protección de familias con niños y niñas frente a los desahucios; que se mejoren las prestaciones actuales por hijo a cargo, tanto en la cobertura como en la cuantía de los 25 euros mensuales hasta los 100 o incrementar progresivamente el gasto público en educación, entre otras.  

La organización concluye su informe pidiendo un "esfuerzo político significativo por fortalecer la igualdad de oportunidades, imprescindible para que todos rememos juntos hacia un mañana en el que nacer pobre no sea una condena de por vida. No olvidemos nunca que la infancia es el 18% de nuestro presente, pero el 100% de nuestro futuro".

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