La Policía de Almeida sanciona con la 'ley mordaza' a vecinos que colaboran en la consulta ciudadana sobre la Sanidad
Las autoridades locales han ordenado levantar varias mesas con urnas durante la votación, pero gracias a la resistencia de los voluntarios, sólo lo han conseguido en dos.
María Martínez Collado
Madrid-Actualizado a
La Policía Municipal de Madrid denunció este lunes a tres voluntarios mientras participaban en la consulta ciudadana sobre la sanidad pública. Según ha podido confirmar Público, dos de los vecinos fueron sancionados bajo la aplicación de la ley mordaza, además de por incumplir la ley del suelo de la comunidad y la ordenanza que regula la publicidad exterior.
Más de 10.000 madrileños han organizado durante meses 1.742 mesas en los distritos de la capital y 37 municipios, en los que se podrá votar para valorar el estado del sistema sanitario regional hasta el próximo domingo 23 de abril. Aunque los coordinadores valoran muy positivamente el estreno de la consulta, donde han logrado recoger 35.126 votos, lo hacen a pesar del "acoso" recibido por parte de algunos miembros de la Policía Municipal. Los vecinos explican que, a lo largo de la primera jornada, varios agentes les increparon en los distritos de Carabanchel, Vallecas y Hortaleza.
"Un grupo de municipales obligó a varias vecinas a levantar la mesa de la calle Abrantes, pese a que la discutieron e incluso hubo amenazas de detenciones. Finalmente, consiguieron asustarlas y que se marcharan", narra Jorge, uno de los coordinadores. Sin embargo, continúa, cuando acudieron a la segunda mesa en la plaza de Oporto, "les comunicamos que no nos íbamos a mover, que tenían que venir con una orden por escrito".
Los vecinos consideran "inadmisible que se restrinjan derechos a la participación política"
Como respuesta, la Policía de José Luis Martínez-Almeida decidió ponerle tres multas: una por "desobediencia al agente de la autoridad en el ejercicio de sus funciones", otra por "perturbar gravemente la vía pública" y la tercera por "fijación de publicidad". Las asociaciones, plataformas y colectivos que han preparado esta votación consideran "inadmisible que se restrinjan derechos a la participación política y a la libertad de expresión", y aseguran que las medidas adoptadas son "desproporcionadas".
Pero esos no han sido los únicos barrios donde el Ayuntamiento gobernado por el Partido Popular ha tratado de entorpecer las votaciones. También en la calle Mar Báltico los municipales hicieron acto de presencia, esta vez bajo la excusa de que "un vecino había informado de que la mesa interrumpía el paso".
"Cuando estábamos recogiendo, una patrulla se nos acercó y nos pidió la autorización. Entonces les informé de que sólo teníamos la solicitud porque la Junta Municipal del distrito llevaba un mes sin contestar ni positiva ni negativamente y me multaron", cuenta Julia, responsable de la votación en la zona. En una conversación con este medio, la activista se pregunta por qué procedieron con la denuncia, "cuando ya estaba todo prácticamente recogido" y lamenta que "perseguir al tejido asociativo" sea lo habitual en el distrito.
Los vecinos de los barrios de Madrid denuncian que las autoridades "persiguen al tejido asociativo"
De hecho, este martes lo que ha ocurrido es que la Junta Municipal de Hortaleza ha denegado la autorización en este área. No obstante, insisten, las mesas, las urnas y las papeletas seguirán donde estaba previsto. Mientras, los promotores han informado de que en estos momentos las negociaciones con el consistorio siguen abiertas y que su equipo de abogados recurrirá las denuncias "en cuanto lleguen". Aseguran que la actitud de los agentes contrasta con la de otros municipios, donde incluso han "colaborado" y "ayudado".
Damián Caballero, miembro de la consulta, asegura que los requisitos que el Ayuntamiento ha pedido para su celebración son "completamente anómalos", tales como contratar un seguro por más de 300.000 euros o exigir documentación "rarísima" como dibujos a mano alzada de los sitios donde se ubicarían las mesas.
Como militante, Caballero sospecha que más bien se trata de una estrategia para obstaculizar la participación. "Algunos papeles nos los han solicitado hasta dos veces, a días de que comenzara la consulta, cuando hace casi un mes que informamos de su organización", detalla.
Con todo, la votación avanza. Es más, la mayoría de mesas han tenido que renovar todo su material y provisiones porque los han agotado en las primeras horas. Tanto las papeletas como las listas de votantes han resultado insuficientes debido al enorme apoyo popular recibido. Las consultas o sufragios populares son vías para ejercer la soberanía que, aunque no resulten vinculantes como en este caso, profundizan la democracia. Algunas ciudades, como Florencia, o países, como Suiza, recurren a ellas con frecuencia. En base a ello, los vecinos reivindican su ejercicio y legitimidad.
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