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La primera muerte del año en la ruta canaria certifica que los migrantes cada vez se arriesgan más

Un migrante muere abrazado a su compañero tras el rescate de una zódiac cerca de Lanzarote. Salvamento Marítimo alerta del repunte de personas que se aventuran a la ruta más letal del mundo en condiciones cada vez más precarias.

Migrantes Lanzarote
Salvamento marítimo ha rescatado esta madrugada una embarcación neumática al este de Lanzarote con 43 personas de origen subsahariano a bordo, una de las cuales había fallecido y otras nueve fueron hospitalizadas. Adriel Perdomo / EFE

El número de personas migrantes que llegan a Canarias desde Marruecos –la llamada ruta canaria– tras una peligrosa travesía por el Oceáno Atlántico ha experimentado un notable aumento: en lo que va de mes de febrero ya han llegado al archipiélago 724 personas, frente a las 556 del pasado mes de enero.

Los responsables de Salvamento Marítimo asisten con preocupación a este repunte de las llegadas de los migrantes que se aventuran a la ruta canaria en embarcaciones –normalmente lanchas neumáticas– que no están preparadas para navegar 450 kilómetros en océano abierto, con olas que suelen superar su francobordo (su altura emergida) y en condiciones duras de corrientes y vientos que las empujan hacia el suroeste.

La tragedia está a la orden del día y la primera muerte del año se produjo esta pasada madrugada. Los ocupantes de la lancha neumática rescatada el martes por la noche al este de Lanzarote estaban exhaustos y apenas podían hablar cuando llegó hasta ellos el barco de rescate. Dos de ellos fueron encontrados abrazados, muy débiles ambos: uno falleció y el otro llegó a tierra en estado crítico. Otras nueve personas fueron trasladadas al hospital tras llegar a Lanzarote. Algunos de los migrantes han apuntado que podrían faltar otros siete compañeros de travesía, pero ese dato aún no ha sido confirmado por las autoridades.

La zódiac rescatada estaba a flote con 43 personas a bordo –31 hombres, diez mujeres y una bebé– aunque con 10 centímetros de agua ya en su interior y una penetrante sensación de frío. Se salvaron de milagro.

Este último rescate en Lanzarote ejemplifica a la perfección el drama al que tienen que enfrentarse los migrantes en su intento por llegar a Canarias, pero también los riesgos cada vez mayores que asumen por llegar al archipiélago canario, en una ruta que ya está catalogada por Naciones Unidas como la más peligrosa del mundo por su alta mortalidad.

Según explican fuentes de Salvamento Marítimo a EFE, hasta ahora, con alguna que otra excepción, las lanchas de goma se estaban viendo en las travesías más cortas, en los cruces desde Tarfaya (Marruecos) o El Aaiún (Sahara) hacia Lanzarote o Fuerteventura, un recorrido de entre 100 y 130 kilómetros.

Sin embargo, el pasado domingo se rescató una lancha neumática en el sur de la isla de Gran Canaria con otras 51 personas a bordo que, según el testimonio de los migrantes, había salido de la ciudad de Dajla, situada en el sur del Sáhara y a 450 kilómetros de Canarias, lo que supone una travesía sin precedentes para ese tipo de embarcaciones de goma.

La neumática rescatada en el sur de Gran Canaria llevaba solo un motor fueraborda de 25 caballos; o lo que es lo mismo, la potencia de una moto de ciudad pero para desplazar más de tres toneladas de carga (51 personas a 60 kilos de promedio cada una, sin contar el peso de la barca, ni del combustible ni del propio motor).

El riego era tal que fuentes consultadas por EFE en los servicios de emergencia consideran casi un "milagro" para esas personas que aguantaran más de tres días a flote en el Atlántico en esas condiciones, con la fortuna añadida de que un mercante en ruta los viera y facilitara una posición aproximada que permitió a los aviones de Salvamento Marítimo rastrear la zona. Cuando los migrantes fueron localizados, su embarcación estaba a 90 millas náuticas (166 kilómetros) de la tierra más cercana. Estaban poco menos que condenados a morir.

Como murieron miles de migrantes durante el año 2022 tratando de llegar a España. En ese sentido, 2022 fue un año contradictorio: llegaron menos migrantes por la vía canaria y del Estrecho, pero hubo más muertes. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) presentó este miércoles su Balance Migratorio 2022 e informó de que el año pasado un total de 1.901 migrantes murieron tratando de alcanzar la costa sur española a pesar de que el número de llegadas descendió en un 25%. Según la APDHA, esta cifra de muertes es la segunda de esta entidad desde que recoge datos, sólo superada en 2021, con 2.126 personas fallecidas.

El informe de la APDHA deja claro que la ruta canaria fue en 2022 la más usada por los migrantes: llegaron 18.000, el 56% del total de personas que trataron de acceder a España por su frontera sur, pero también la más mortífera: acumuló 1.330 de las 1.901 víctimas mortales de 2022.

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