Público
Público

Privatizaciones El diablo viste de Chanel

Un retrato de la consejera delegada en España de Domusvi, el emporio franco-británico que ha construido en Galicia un verdadero negocio gracias a la privatización de los servicios geriátricos y en cuyas residencias han muerto por coronavirus centenares de ancianos.

Josefa-Isabel  Fernández Miguelez, consejera delegada de Geriavi, la matriz de las residencias de ancianos DomusVi.
Josefa-Isabel Fernández Miguelez, consejera delegada de Geriavi, la matriz de las residencias de ancianos DomusVi. Xulia Pisón

"El diablo viste de Chanel". Así la describen algunas de sus 23.000 agotadas trabajadoras que la habían equipado con la mala Miranda Priestly, la protagonista de The devils wears Prada (2003), el cáustico retrato de la famosa editora de la revista Vogue, Anna Wintour, escrito por Laura Weisberger. Claro que en su despacho en el número 60 de García Barbón, la principal arteria de Vigo, no hay señales cosmopolitas, a lo sumo decenas de insulsos cuadros con las certificaciones de Bureau Veritas o Aenor. Allí anida el diablo vestido con las blazier de Chanel y los pañuelos de Hermès, la reina española de las residencias, Josefa Isabel Fernández Miguélez (1964), conocida por Chefi por su amplio abanico de cortesanos y por Josefina Fernández por el público más mundano; una de las mujeres con más influencias y poder en la economía relacionada con la asistencia sociosanitaria a las personas mayores y dependientes, consejera delegada en España de DomusVi, el emporio franco-británico que domina los negocios de los servicios geriátricos en la península. Chefi, antes de la pandemia, estaba llamada a ser una de las grandes referencias mundiales de las residencias para ancianos, un negocio próspero con un futuro aún más espléndido.

Del inhóspito y desolador páramo leonés, del minúsculo San Pedro Bercianos, salió una chica de ojos claros, verdes azulados, y ambición desmedida, hija de labradores (José Luis y Etelvina) especializados en el cultivo de la remolacha. Católica de las que rezan el Padrenuestro delante de los pasos de cebra, se rebeló en Gijón contra el espectro adolescente que pintaba su futuro vestida de monja. Dice que a los 18 años tuvo una visión existencialmente capitalista, "quería cambiar el mundo" (sic), pasando en un pisplás de novicia a adicta al trabajo.

Puedes seguir leyendo este artículo en gallego pinchando aquí

Los que conocieron los primeros pasos en Galicia de la esforzada y cuidadosa hija de campesinos leoneses, sostienen con fe que ahí nació también el fantástico, pero frágil, castillo de cartas que hoy amenaza con el derrumbe más estrepitoso. "Ollos verdes son traidores, azuis son mentireiros" ["Ojos verdes son traidores/azules son mentirosos"], decía aquella cantiga popular gallega que llegó al numero uno de Los 40 Principales. "El castillo de cartas se sustenta en la mentira", dicen los biógrafos amateurs de Josefina, destripadores del relato oficial; de hecho, les llamaba la atención que, recordando los tiempos de novicia, se había referido a los "mítines" en vez de las "maitines", los oficios religiosos de madrugada; al igual que bramaron en noviembre de hace cinco años cuando el Círculo de Empresarios propagó un currículo engordado de Josefina como licenciada en Gestión y Administración de Empresas. "La retamos la que presente el título de bachillerato", dicen los que bramaban en 2015.

Más que las trolas, decían sus estrechos colaboradores a finales del XX, fueron los desfalcos los que terminaron con la primera trayectoria de Josefina como adicta al trabajo, en la recaudación en los ayuntamientos. Paco Vázquez la introdujo en Galicia cuando le pidió ayuda en una conversación al alcalde de Gijón. Pero sería en los ayuntamientos de Pontedeume (A Coruña), O Porriño, Lalín y Tomiño (Pontevedra), como autónoma o al frente de su primera empresa, Recaudación y Gestión Tributaria, S.L. (1993), donde Chefi haría la pasantía con la administración y la clase política que en el siglo XXI le daría una proyección extraordinaria en los servicios geriátricos. Gran parte de los ayuntamientos referidos apartaron la Josefina de la recaudación en vista de los agujeros detectados, obligándola a liquidar su manchada experiencia con las haciendas locales.

Tras un impasse en la gestión de los comedores universitarios en Vigo, Josefina dio el primer paso a las residencias para mayores en Laraxe, en el municipio coruñés de Cabanas, en el año 98, en paralelo con el desarrollo de la marca Geriatros (Caixavigo), que la acompañaría durante dos décadas vertiginosas. De la mano de las instituciones amigas, de los conciertos con la Administración y del dinero público (en este caso, primero con la red salvavidas de la Xunta de Manuel Fraga y de su ex conselleira de Asuntos Sociales, Corina Porro, y de Núñez Feijóo y de la también ex conselleira Beatriz Mato, después), de la mano también de las entidades financieras y de los fondos de inversión (Caixanova, Magnum Capital, PADRE Partners, Palamon, ICG, y Sagesse Retraite Santé) y bajo la insignia franco-británica DomusVi, Josefina dio toda una clase magistral de cómo erigir un emporio en el Estado español con la nada disimulada intención de conquistar Portugal y América Latina, tirando del manual propio de los auténticos mercaderes de la usura, abusando de las personas mayores indefensas y desprotegidas por el sistema, vulnerando los derechos humanos de los ancianos, violando los derechos laborales de las trabajadoras.

No fue la pandemia a que acabó con el gran sueño de cambiar el mundo de Chefi, no, fueron la codicia y el narcisismo en tiempos de la Covid los que convirtieron en un gran depósito de cadáveres unos edificios aparentes, revestidos de oropel, donde cientos de mayores y dependientes encontraron la muerte más cruda.

Hace ocho meses que la reina española de las residencias no se presta al escrutinio público, desde que entró el coronavirus en sus residencias. Qué pena de esos ojos claros, traidores y mentirosos.

Este artículo se publicó originalmente en gallego en la revista Luzes. Ahora Público lo reproduce como parte de un acuerdo de colaboración con la revista. Aquí puedes encontrar más artículos de Luzes en Público. 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias