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Libertad de Prensa La propaganda y la polarización siembran el "caos informativo" en el mundo

Reporteros Sin Fronteras advierte en su 20ª clasificación mundial sobre la libertad de prensa del grave retroceso en Asia, América Latina y Europa del Este, aunque alerta sobre el auge de la opinión frente a la información también en países democráticos, contribuyendo a fracturas sociales que dañan la democracia.

Alfonso Bauluz (segundo izquierda), presidente de Reporteros Sin Fronteras España, durante la presentación del informe anual sobre la libertad de prensa en el mundo.
Alfonso Bauluz (segundo izquierda), presidente de Reporteros Sin Fronteras España, durante la presentación del informe anual sobre la libertad de prensa en el mundo. RSF

"Vivimos tiempos en los que un periodista puede ser descuartizado en un consulado de Arabia Saudí. En los que las redacciones de Gaza pueden ser atacadas. En los que se desvían aviones que aterrizan de emergencia en Bielorrusia para que un periodista sea detenido y luego encarcelado. En los que los periodistas pueden ser ejecutados en plena calle. Tiempos en los que la información se apaga en directo, como en Rusia o Afganistán". Así ha resumido Edith Rodríguez Cachera, Vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras (RSF) España la situación de la libertad de prensa en el mundo.

Coincidiendo con el Día Internacional de la Libertad de Prensa, la ONG ha publicado su clasificación mundial para 2022, en la que se miden las condiciones en las que trabajan los reporteros en 180 países. Una lista que ha sufrido retrocesos en gran parte del mundo, con especial incidencia en Rusia, Asia y América Latina.

El 2022 deja un número récord de países con su libertad de prensa en estado "muy grave". Doce países en total, entre los que figuran Bielorrusia
(153º) y Rusia (155º). Destaca el "brutal retroceso de diez años" en Birmania, tras el golpe de Estado de militar del año pasado, que lleva al país al puesto 176, junto a  China (175º), Corea del Norte (180º), Eritrea (179º), Irán (178º) o Turkmenistán (177º).

La propaganda, una desinformación al alza y la polarización política que tiene su espejo en los medios están avanzado hasta límites preocupantes en gran parte del mundo y generando un "caos informativo" que contribuye a la desconfianza del lector y crea fracturas sociales en los países, advierte RSF.

En ese sentido, "la invasión de Ucrania (puesto 106) por Rusia a finales de febrero de 2022 es emblemática del fenómeno porque ha sido preparada por una guerra de propaganda", explica en su informe.

Libertad de prensa en los cinco contenientes.
Libertad de prensa en los cinco contenientes. RSF

Para Alfonso Bauluz, presidente de RSF España, esta caos informativo viene motivado por una mayor necesidad de "inmediatez" y por la "gran cantidad de datos sin apenas tiempo de contrastarlos todos", unido a un mayor peso de la opinión frente a la información sin que se diferencie entre una y otra. "Así se confunde al ciudadano y se crea un caldo de cultivo que los populismos aprovechan para desprestigiar el trabajo de los periodistas", ha resumido Bauluz.

El oasis para ejercer la profesión periodística sigue estando en los países nórdicos, con Noruega, Dinamarca y Suecia a la cabeza, aunque la ONG destaca los cambios de gobierno en Moldavia (40º) y Bulgaria (91º), que traen "la esperanza de tiempos mejores para la situación de los periodistas", aunque los medios sigan mayoritariamente en manos de los oligarcas.

Rusia, "censura inédita" desde la URSS

La invasión rusa de Ucrania ha dejado más clara aún si cabía la deriva autoritaria de Vladimir Putin, cuya mordaza a los medios se extiende más allá de la fronteras de Rusia.

Al menos cinco periodistas a muerto tiroteados desde el inicio de la guerra en Ucrania

"En Rusia, el poder ha asumido el control total de la información, instaurando una censura de guerra creciente, el bloqueo a los medios y la caza a los periodistas críticos, que los empuja al exilio masivo", denuncia RSF en su informe. Aunque esta espiral, recuerda, ya comenzó en 2021, con la promulgación de la Ley de Agentes Extranjeros y las persecuciones a medios que han cubierto la situación del opositor Alexei Navalny, actualmente en prisión. Ahora, hay "una censura inédita desde el período soviético", destaca la ONG, que denuncia la práctica desaparición de medios independientes en el país y la salida de profesionales extranjeros tras los cambios legislativos.

Al menos cinco periodistas y profesionales de los medios han sido asesinados por disparos durante el primer mes de la ofensiva rusa en Ucrania, reseña la ONG. También destaca que el ejército ruso ha apuntado deliberadamente a fuentes de información en los territorios que ha ocupado e intentado obtener la colaboración de los medios locales mediante presiones. Además, ha impuesto a países como Bielorrusia, Turkmenistán y otros países del Cáucaso su discurso sobre la guerra.

América Latina, deterioro a marchas forzadas

El informe de RSF vuelve a poner el acento en el rápido y preocupante deterioro para la libertad de información en América Latina, donde la única excepción es Costa Rica, que ocupa el puesto número ocho en la clasificación. 

Nicaragua, en el puesto 160, representa el "mayor descalabro", según la ONG. Cae 39 posiciones y se adentra en la zona roja después del rumbo hacia el autoritarismo que Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, llevan años transitando. Ha habido persecución de cualquier disidencia política, cierre de periódicos, detención de profesionales, directores y empresarios de los medios medios, además de la fabricación de procesos judiciales con elevadas penas de prisión que han obligado a gran parte de los periodistas a exiliarse del país. 

RSF también destaca el retroceso en El Salvador tras la llegada al poder de Nayib Bukele. El país centroamericano desciende 30 escalones hasta el puesto 112. "Bukele juega al peligroso juego de multiplicar los ataques y amenazas contra los periodistas críticos con su administración, creando así la imagen de una prensa enemiga del pueblo", precisa la organización. Advierte de una deriva autoritaria unida a cambios legislativos, como una ley de agentes extranjeros o cambios en el código penal que están imposibilitando el trabajo de reputados periodistas de investigación.

En cuanto a México (puesto 127), se consolida como el país más mortífero del mundo para periodistas, con al menos siete asesinados en 2021, ocho en lo que va de 2020 y 150 en los últimos 20 años, ha recordado Edith Rodríguez. La vicepresidenta de RSF España ha criticado la postura del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que "lejos de condenar con continencia los ataques, se dedica a arremeter contra la prensa y a crear hostilidad. Eso es poner a los periodistas en el disparadero".

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