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La radio conducida por jóvenes migrantes que rompe con los estigmas sobre Vallecas

Un despacho, cinco micrófonos y la ilusión de cuatro adolescentes y su coordinador han sido suficientes para que la asociación socioeducativa La Kalle, que trabaja con chicos en riesgo de exclusión, cree sus propios programas de radio.

De izda a dcha, Gonzalo Sarmiento, coordinador de programas, junto a Nizar, Fátima, Nicole y Isabella, locutores de los programas de La Kalle
De izda a dcha, Gonzalo Sarmiento, coordinador de programas, junto a Nizar, Fátima, Nicole e Isabella, locutores de los programas de La Kalle. Público

-¡Despierta latina! En la RKQNC Radio Kalle ¡Que no calle!, de Vallecas para toooodo el mundo

Así suenan los primeros segundos de Isabella al frente del micrófono, tras los titubeos y nervios propios de una joven de 15 años que nunca ha hablado en la radio y que, de repente, pasa a ser la locutora de su propio programa. El amor por su país, Colombia, y sus raíces latinoamericanas la convirtieron en el perfil ideal para conducir Despierta Latinx, el primer programa de Radio Kalle ¡Que no calle!, en 2021, una radio creada por la asociación socioeducativa La Kalle de Vallecas, que se emite cada primer sábado del mes.

Ahora, tres años más tarde, ya no quedan atisbos de ese nerviosismo inicial. La colombiana, que ya ha cumplido los 18 años, ha encontrado en la radio una vía de escape que le devuelve por unos minutos a su tierra y que le ayuda a sobrellevar el proceso migratorio y la nostalgia de su país. El primer año que llegó a España y a la asociación, lo que ella ansiaba era poder volver a Colombia. "Como educadores sabemos que eso no va a suceder. Es necesario trabajar y conocer lo que uno está sintiendo y hablar para poder soltarlo", apunta Gonzalo Sarmiento, coordinador de programas de la asociación. Él mismo sabe lo que significa dejar tu país; es chileno y lleva más de 20 años en España.

Sarmiento fundó la radio con ese objetivo: poder ayudar a los chicos que participaban en las escuelas de la asociación, la mayoría de ellos migrantes. Todo comenzó en marzo de 2020, inicio del confinamiento. Cuando llegó la pandemia, la covid paralizó los planes educativos que tenía en marcha la asociación para los jóvenes en riesgo de exclusión, en un momento en el que muchos de los chavales los necesitaban más que nunca. A las dificultades sociales, familiares, personales o económicas que muchos vivían, se les sumaba la convivencia forzada por la cuarentena, lo que podría resultar en un elemento de riesgo y vulnerabilidad.

"Durante la cuarentena les preguntamos a los chicos por teléfono o videollamadas qué tal estaban en casa y algunos nos decían que no soportaban a su padrastro, o a su madre, o que estaban hasta las narices de su abuela". Gonzalo Sarmiento pensó que ahí había trabajo por hacer. Un día, navegando por una plataforma online, se encontró con una radio musical comunitaria y pensó que sería un proyecto interesante, pero dándole un sentido educativo.

Así nace Radio Kalle ¡Que no calle!, en un principio a modo de podcast. El equipo educativo lo dividió en bloques temáticos, empezando con el tema de la convivencia. Los chicos y chicas enviaban audios tratando un tema diferente cada semana, y después se pegaban y editaban para crear el podcast.

Este primer proyecto no caló de la forma que el coordinador esperaba. "Cuando volvimos del confinamiento y nos pudimos juntar por primera vez, yo iba con toda la ilusión de que me contasen lo maravilloso que había sido hacer la radio, pero me llevé una decepción. Llegué y me dijeron que había sido aburridísimo, que era un rollo, que no querían hablar de temas aburridos como la convivencia…".

A pesar del chasco, Gonzalo no se rindió. Él confiaba en que la radio sería un buen método con el que poder trabajar con los chicos de la asociación. "Empecé a investigar y descubrí un manual de unas radios comunitarias en Argentina que trabajan con jóvenes. La primera premisa que aparece es: pregúntales qué quieren hacer. Lo entendí todo, tenía que empezar por ahí", señala.

Un despacho, cinco micrófonos y la ilusión de cuatro jóvenes y su coordinador hicieron posible que la radio hoy en día sea una realidad. Isabella Villaray fue la primera en participar en el nuevo proyecto que Gonzalo tenía entre manos. En Despierta Latinx, la joven puede hacer lo que más le gusta: hablar de música latina y poner en valor sus orígenes. "En el programa tratamos temas de la vida diaria que me interesan y que sean atrayentes para los jóvenes, relacionándolos con una canción de Latinoamérica que hable sobre ese asunto", explica Isabella.

"Empecé en la radio pensando que no me iba a gustar, pero al final le he cogido mucho cariño y afronto los días de grabación con ganas. Al principio lo veía como un compromiso y era una gran responsabilidad ponerme delante del micrófono, soltarme y no perder los nervios. Fue todo un proceso, la radio me ha ayudado mucho", cuenta esta estudiante de integración social.

Romper con el estigma sobre Vallecas

Todos los jóvenes que participan en el proyecto están afincados en Vallecas, un barrio sobre el que siempre ha pesado un estigma negativo. La problemática de las drogas, los robos o la pobreza han cobrado protagonismo sobre este barrio de clase trabajadora. Unos estereotipos contra los que el programa Crónikas busca luchar mediante la información y retransmitiendo testimonios de primera mano.

Crónikas es el segundo programa de Radio Kalle que nació gracias a la iniciativa de Nicole Mendoza, una joven venezolana de 20 años que siente que Vallecas es su barrio adoptivo. Nicole llegó a España hace cinco años y desde entonces se considera "una vallecana más". "Me siento muy arraigada al barrio. Me gradué aquí, he conseguido un montón de amistades aquí y Vallecas es un buen lugar", cuenta la joven.

"El programa nace para quitar ese estigma que todo el mundo tiene sobre Vallecas. Me di cuenta de que siempre que buscaba información, se decía que es uno de los barrios más peligrosos de Madrid, que no se puede venir aquí porque no es seguro. Uno le dice a cualquier persona que no sea de aquí que tú eres de Vallecas, y les asusta, se preguntan cuántas veces te han robado", manifiesta indignada.

Su programa relata historias que ocurren en el barrio y lleva invitados con los que conversar. "Hemos contado con colaboradores como el dibujante Paco Catalán, con el que hemos hablado sobre las drogas en Vallecas, también Carmen Díaz Bermejo de Madres contra la droga, o con Marinete Alves, una ilustre brasileña que vive en Vallecas desde hace más de 25 años, para hablar sobre la migración en el barrio", explica la veinteañera.

De izda a dcha, Gonzalo Sarmiento, coordinador de programas, junto a Nizar, Fátima, Nicole y Isabella, locutores de los programas de La Kalle
De izda a dcha, Gonzalo, coordinador de programas, junto a Nizar, Fátima, Nicole y Isabella, locutores de La Kalle, durante la grabación de un programa. Público

"Nicole ha sido una chica que desde el primer momento ha manifestado una inquietud increíble por saber, por cuestionar las cosas y eso se nota en el programa. De hecho, en el local de la asociación le dicen La Wikipedia. Ella sabe de todo y si alguien hace una pregunta, ella quiere intervenir y no tiene vergüenza, incluso levanta la mano antes de escuchar la pregunta, tiene esa necesidad de implicarse, de hablar y aportar algo", comenta Gonzalo Sarmiento.

La joven apunta que la radio le ha aportado ese sentimiento de tener una responsabilidad. El hecho de tener que preparar el guion del programa, pensar en los temas y ser puntual cada primer sábado del mes para el programa en directo ya se ha convertido en un hábito para ella. "Todo el tema de la responsabilidad es algo que siempre me ha costado y la radio me ha ayudado a trabajarlo más", admite.

De castigo a admiración

El caso de Fátima es especial; esta joven de Marruecos no llegó a La Kalle por decisión propia, sino como parte de un castigo "por haber estado liándola por ahí", explica su coordinador. Iba a estar solo por 20 días, pero acabó encariñándose con este espacio de integración, con sus coordinadores y sus compañeros, y meses después continúa acudiendo al local.

Sus primeros días en la asociación no fueron nada fáciles para ella. Cuando empezó a participar en las actividades de La Kalle, lo pasaba mal debido a su vergüenza. Uno de los proyectos de la escuela es la percusión brasileña, donde los chicos aprenden a tocar batucada y salen a tocar a la calle. "El primer día que salió a tocar estuvo llorando todo el tiempo, pero ella se puso delante del tambor y salió a hacer el número. Fátima es una chica que asume los desafíos, aunque sea algo duro para ella; es una valiente. Por ello, creo que es un buen fichaje para la radio", explica Gonzalo.

Tras varios meses participando en las escuelas de la asociación, ahora ha dado el salto a la radio con el nuevo programa Radio Marhaba - "bienvenido" en marroquí- , que se ha estrenado este mes. "Me animé a participar porque Gonzalo nos lo propuso para hablar de Marruecos y el mundo árabe y dar nuestro punto de vista", explica Fátima.

"Debatimos sobre temas relacionados con la cultura árabe. Queremos poder dar voz a nuestra versión como marroquíes y enseñar lo que es el mundo árabe, porque aquí lo venden de una forma y creo que es interesante que se conozca nuestra perspectiva", explica la joven de 18 años.

En Radio Marhaba participarán "invitados que puedan dar claves y contar su experiencia" en relación con los países árabes. "Buscamos poder hablar del antes, del ahora y de la cultura árabe en general. También de cómo ha evolucionado, pues no sigue siendo igual que antes", remarca.

La joven copresenta el programa con Nizar, también marroquí de 20 años. "Llevo 12 años en España y un mes formando parte de la asociación y ya estoy empezando en la radio", explica este estudiante de grado medio de Climatización.

"La asociación cuenta con proyectos para ayudarte a mejorar y progresar. Es como una segunda casa y es un lujo poder formar parte de ello", apunta.

Nizar es un chico que no se mueve dentro de las masculinidades tradicionales, asegura Sarmiento. El coordinador considera que "como hombre árabe que vive en Vallecas, él tiene unas características que están haciéndole ser una persona referente con el resto de chicos. Tiene una manera de ser que le dota de valor y de respeto", le define.

Radio Kalle es un proyecto en constante construcción que esperan que pueda ir creciendo y renovándose. "No tenemos presupuesto para hacer una radio de 500 personas, tampoco tenemos tantos micrófonos. No tenemos un rating de 100.000 escuchas por programa, pero poco a poco vamos creciendo, cada vez tenemos más oyentes y vamos por el buen camino", declara el coordinador.

Sarmiento se muestra orgulloso de los jóvenes y de cómo un proyecto que empezó como un podcast aburrido para los chavales se ha convertido en una radio en la que muchos quieren participar. "Estos chicos son tesoros que no puedo sino atesorar en este cacharrito que luego los graba para el futuro. Son referentes y lo seguirán siendo, pasando por aquí y yéndose cuando se quieran ir también".

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