Este artículo se publicó hace 3 años.
Reclaman el cierre de las granjas gallegas de visones ante el rebrote de la covid-19
El 80% de las explotaciones de España están en Galicia, y los ecologistas denuncian que las lamentables condiciones higiénicas y laborales de muchas de ellas favorecen que se disparen los contagios
A Coruña-
Varias asociaciones animalistas y partidos de la oposición gallega han reclamado a la Xunta que cierre las granjas de visones que existen en la comunidad, donde están el 80% de las instalaciones de este tipo en España, ante la repetición de nuevos brotes de coronavirus en animales y trabajadores de varias de ellas. Según algunos estudios, como el publicado por la revista Science en noviembre pasado, el covid-19 puede transmitirse bidireccionalmente entre humanos y visones.
El pasado enero, la Xunta ordenó el sacrificio de unos 3.000 animales en una granja del municipio de A Baña, en A Coruña, y en marzo informó de que había registrado otro brote en una explotación de Santiago con 6.500 ejemplares, en la que no hizo falta proceder a sacrificios.
Sin embargo, la incidencia parece ir en ascenso. El pasado 9 de junio se detectó un nuevo foco en una estancia de Carral, también en A Coruña, y, dos semanas después, nuevo brotes en otras dos granjas también en A Baña y en Santiago, y en otras dos de Abegondo, en la misma provincia. Entre las cuatro últimas instalaciones suman más de 36.000 aninales. Según la Consellería do Medio Rural de la Xunta, en Galicia existen 25 explotaciones de este tipo con unas 72.000 madres reproductoras.
En el resto de España hay tres granjas más. Una en Puebla de Valverde, en Teruel; otra en Navatalgordo, en la provincia de Ávila, y otra en Castellón. El Ministerio de Agricultura también ha informado de casos de covid-19 en las dos primeras.
La detección de los brotes gallegos se realizó gracias a la vigilancia y a las tomas de muestra periódicas que se realizan tanto a los animales como a los trabajadores de las granjas. Están contempladas en el Programa de prevención, vigilancia y control de SARS-CoV-2 en las instalaciones de cría y sacrificio de visones americanos elaborado por el Ministerio de Agricultura y el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias en colaboración con la Xunta de Galicia y las comunidades que cuentan con factorías similares.
Según fuentes de la Consellería de Medio Rural, cuando se detectan casos de covid en animales o en trabajadores se procede a "inmovilizar" la explotación, impidiendo que de ella salgan o entren animales y pieles, y se realiza un seguimiento exhaustivo para impedir más contagios. No se procede a sacrificar a los visones salvo que el número de contagios sea "muy elevado".
Los ecologistas, sin embargo, aseguran que, al margen del sufrimiento que padecen los animales por las lamentables condiciones en las que se encuentran confinados y en las que se los sacrifica, las condiciones laborales y de falta de higiene y salubridad en muchas de esas explotaciones suponen un peligro verdadero de extensión de la epidemia.
La ONG animalista gallega Tu Abrigo Su Vida realizó entre los años 2019 y 2020 una ingente investigación sobre la situación de una decena de granjas de visones en Galicia. Público ha tenido acceso al material de la misma, de la que se han extraído las fotos que acompañan esta información. Son durísimas que mostrarían que las explotaciones investigadas son una verdadera película de terror y, sobre todo, un peligro para la salud pública y para la de quienes trabajan en ellas: animales desquiciados en minúsculas jaulas de alambre; mesas de sacrificio ensangrentadas sin el más mínimo control higiénico; visones escapados de sus jaulas o muertos sobre las mismas o en el exterior de la explotación; camiones repletos de cadáveres despellejados; vísceras y heces putrefactas; arroyos contaminados por los vertidos de detritus sanguinolentos a escasos metros de viviendas habitadas...
"Los animales se encuentran en semejante situación de estrés que los casos de autolesiones y canibalismo son habituales", cuenta Rubén Pérez Sueiras, portavoz de la Fundación Franz Weber. "Las fugas suponen un riesgo para la biodiversidad de las zonas afectadas, es cierto", añade. "Pero ahora mismo lo más peligroso es el riesgo de contagio del covid-19, no sólo a los trabajadores de las granjas con peores condiciones, sino al resto de la población", añade.
Este martes, el Grupo Parlamentario de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común informó en un cominicado de prensa que había registrado una iniciativa parlamentaria para instar al Gobierno a que ordene la suspensión de la cría de visones en todo el territorio del Estado alegando "motivos de salud pública". A juicio de Antón Gómez Reino, portavoz del grupo en la Comisión de Agricultura del Congreso, la elevada incidencia epidemiológica en las granjas gallegas "pone en peligro a las economías locales". "Debemos actuar rápido, reforzando la seguridad del personal de las factorías y de las poblaciones ubicadas a su alrededor", afirma en la nota de prensa.
El diputado recordó que en el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE celebrado el pasado lunes, "países como Italia, Francia y Alemania apoyaron la propuesta de Austria y Países Bajos para acabar con las granjas peleteras", y criticó que, mientras se registran en Galicia nuevos contagios de covid-19 en esas instalaciones, la Xunta sigue adelante con la tramitación de la ampliación de una granja en Carral, "ignorando el riesgo para la salud de las personas".
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