Los Mossos d'Esquadra, la Guardia Civil y la Policía Nacional han intervenido más de 51 toneladas de marihuana, y han arrestado a 20 personas en las provincias de Barcelona y Tarragona, tras desmantelar desde principios de año ocho plantaciones que simulaban ser de cáñamo legal.

Según han informado este viernes los Mossos d'Esquadra, la operación conjunta entre los cuerpos de seguridad fue bautizada como Vikin-Alijo Verde, comenzó en el primer trimestre de 2022 y terminó el pasado mes de octubre, constando de cuatro fases de realización, indica Efe.

Los detenidos, tal como se puede apreciar en el vídeo de la operación publicado por la Policía Nacional, son personas que vivían en los recintos en condiciones pésimas y trabajando para mantener los cultivos ilegales. Son acusados por delitos contra la salud pública y defraudación del fluido eléctrico.

Las plantaciones estaban situadas, en su mayoría, en la comarca del Maresme (Barcelona), en los municipios de Cabrera de Mar, Mataró y Pineda de Mar, y también en la localidad de La Pobla de Massaluca (Tarragona). Se camuflaban simulando ser una sociedad mercantil para cultivar cáñamo legal, aunque sin los permisos administrativos necesarios para llevar a cabo esta actividad.

En las dos últimas fases de la operación, realizadas entre septiembre y octubre, los agentes intervinieron 40 toneladas de marihuana, la mayor parte de la droga incautada, mientras que las 11 toneladas restantes se requisaron durante las dos primeras fases.

En la cuarta y última fase de la operación, que se produjo el pasado mes de octubre, los agentes requisaron 13 toneladas de marihuana y detuvieron a cuatro personas en una finca de Cabrera de Mar. Además, los investigadores detectaron una mayor especialización de los cultivos, con una gran inversión en herramientas e instrumentos.

Los agentes también incautaron dos armas de fuego, cuatro armas de aire comprimido y un arma blanca, material informático e innumerables herramientas para el cultivo y manufactura de la droga, entre otros.

La materia requisada ha supuesto un total de 51,9 toneladas de marihuana, incluyendo más de 187.000 plantas incautadas y 19 toneladas de cogollos preparados para su distribución. Todo esto hubiera tenido un valor en el mercado negro superior a los 91 millones de euros.