Este artículo se publicó hace 2 años.
Sanidad estima 2.124 muertes causadas por las altas temperaturas de julio
El Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria calcula que las cifras más altas de fallecimientos por la ola de calor se registraron los días 18 y 19, con 183 y 184 defunciones respectivamente.
Madrid-
El Instituto de Salud Carlos III afirma que se pueden atribuir 2.124 muertes a las altas temperaturas entre los días 1 y 29 de julio. Se estima que se han producido 9.687 muertes más de las esperadas para ese periodo, y un pico a mediados de mes en estos fallecimientos coincidió con la segunda ola de calor del verano.
Estos resultados se deben a los últimos cálculos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo). Las cifras de defunciones no son reales, sino que se trata de una estimación que el MoMo hace a partir de un modelo matemático.
El sistema utiliza tres fuentes de datos: la de los registros civiles, que no especifican la causa codificada de defunción; las temperaturas según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) a nivel provincial en el mismo periodo de tiempo; y la población por grupo de edad, sexo y provincia, extraídos del INE. A partir de ahí, hace una estimación estadística de excesos de mortalidad para un día determinado comparando series históricas.
El MoMo ha detectado 13.908 fallecimientos más de los esperados desde el pasado 1 de junio, 3.305 de ellos por exceso de calor. Por grupos de edad, la mayor cifra se presenta en los mayores de 75 años, sobre todo a partir de 85. Las estimaciones no se pueden considerar consolidadas hasta que haya pasado al menos un mes desde su publicación. Sin embargo, van dando una idea de la evolución de los excesos de mortalidad en la población española.
La mayor parte del exceso estimado de defunciones se ha calculado para el periodo de julio, con un pico entre el día 16, para el que ha estimado 150 muertos, y el 21, en el que se estiman 147. Las cifras más altas se registran los días 18 y 19, con 183 y 184 muertes respectivamente. De las 2.124 muertes achacables al calor en julio, algunas se estima que fueron de forma directa —golpe de calor— o, en mucha mayor proporción, indirecta —por agravamiento de patologías previas—, frente a las 554 que calculó para el año pasado.
Se trata de la estimación más alta que ha hecho desde que se puso en marcha este sistema con excepción del histórico verano de 2003: aquel año estimó un exceso de 12.804 muertes en todo el verano —1.719 en junio, 2.011 en julio, 8.727 en agosto y 347 los primeros 15 días de septiembre—.
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