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Seis meses de cárcel a una agente por injurias a un superior al que recusó por un conflicto en un caso de violencia machista

La situación comenzó en 2017, cuando a la acusada, que declaró sufrir una situación de "acoso y derribo", se le abrieron varios expedientes disciplinarios tras negarse a bajar el riesgo en un caso de violencia machista.

Guardia Civil
Imagen de archivo de un agente de la Guardia Civil. EFE

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de seis meses y medio de prisión y el pago de 300 euros impuesta a una agente de la Guardia Civil de Chipiona (Cádiz) por injuriar a un superior del que dijo en un escrito que era "poco aseado" y despedía un "fétido olor". La agente recusó a su mando y denunció sufrir una persecución después de negarse a bajar el riesgo en un caso de violencia machista que ella supervisaba en 2017.

El ahora teniente coronel fue designado como instructor de varios expedientes disciplinarios abiertos a la agente por la supuesta comisión de una falta disciplinaria cuando todavía era comandante del instituto armado.

El hecho sucedió hace cinco años, cuando la agente estaba encargada del área de violencia de género. Esta recibió la orden de bajar el riesgo a una joven que había denunciado amenazas de muerte y agresiones por parte de su pareja, a lo que ella se negó, según las diligencias a las que tuvo acceso la agencia EFE. El hombre también había amenazado a la guardia civil y causó daños en su vehículo.

La situación empezó cuando la agente se negó a dar de baja el riesgo en un caso de violencia machista

A partir de ese momento, la agente, "en contra de su voluntad", fue citada para ser evaluada por los servicios médicos de la Comandancia que, "pese a su frontal oposición", emitió un parte de baja por estrés laboral. La acusada denunció sufrir una situación de "acoso y derribo", con la apertura de expedientes disciplinarios por "falta muy grave" por su negativa a reconocimientos médicos, la mayoría archivados.

La guardia civil decidió recusar al comandante, a quien dirigió un escrito en el que, además de enumerar las causas de recusación, se quejaba de que "por el simple hecho de tratarse de un jefe" nadie le imputase "la falta correspondiente del código disciplinario militar por descuidar el aseo personal y la propia imagen de este honorable Cuerpo de la Guardia Civil". 

"Cada vez que se ha mostrado como instructor, lo ha hecho de forma descuidada y poco aseada, con mal olor y un cerco de sudor bastante desagradable bajo ambos brazos, manchando así toda la uniformidad de este cuerpo y detrimento de la misma con un fétido olor, siendo bastante desagradable para la pulcra encartada", decía la acusada en el texto.

El Tribunal Militar Territorial Segundo de Sevilla ya había considerado a la guardia civil "autora de un delito consumado de insulto a superior en su modalidad de injuriar por escrito" al mando, y la condenó en 2021 a seis meses y medio de prisión.

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