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¿Qué territorios de Catalunya ganarán población en las próximas dos décadas y cuáles se vaciarán?

Según la proyección del Idescat, en 2041 Catalunya superará los 8,4 millones de habitantes, pero el crecimiento será muy desigual y se acentuarán los desequilibrios demográficos.

La iglesia de San Salvador, en el pueblo abandonado de La Mussara, a 28 de octubre de 2021, en Vilaplana, Baix Camp, Tarragona, Catalunya (España).
La iglesia de San Salvador, en el pueblo abandonado de La Mussara, a 28 de octubre de 2021, en Vilaplana, Baix Camp, Tarragona. Fabián A. Pons / Europa Press

Catalunya ganará unos 700.000 habitantes en las próximas dos décadas, fundamentalmente gracias a un saldo migratorio claramente positivo, que compensará un crecimiento natural escaso o negativo en buena parte del territorio. En concreto, según la proyección media del Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat), en 2041 se llegará a una población de 8.435.292 personas, lo que supone un 9% más que la registrada en 2021.

Sin embargo, este crecimiento en ningún caso será homogéneo, sino que habrá municipios y comarcas que registrarán ganancias muy destacadas en el número de residentes –superiores a los dos dígitos en términos relativos–, otros que vivirán un aumento menos destacado, algunos que se estancarán y, por último, varios casos de comarcas que perderán población. En resumen, los desequilibrios demográficos van a profundizarse.

La previsión es que se acentúen las dinámicas de los últimos años y vaya a más la reducción de residentes en algunos de los territorios de la Catalunya vaciada, mientras que los incrementos demográficos más significativos se vivirán en zonas que ya llevan años ganando población. Siempre según el escenario medio proyectado por el Idescat –teóricamente el más probable–, las comarcas que vivirán una mayor ganancia relativa de habitantes hasta el 2041 serán el Moianès –Barcelona– (18,8%, pasaría de 14.110 residentes a 16.756); la Garrotxa, en Girona (17,3%, de 58.100 a 68.151); el Gironès (17,1%, de menos de 192.000 a casi 225.000 habitantes); el Pla de l'Estany, también en Girona (16,7%, de 32.673 a 38.128); el Baix Penedès, en Tarragona (16,2%, de 110.086 a 127.917) y el Maresme, en Barcelona (15,8%, de 455.504 a 527.433 residentes).

En un nivel inferior, también registrarán crecimientos superiores a la media catalana las comarcas del Vallès Occidental (13,8%, seguirá siendo la segunda más poblada y superará con creces el millón de habitantes); el Vallès Oriental (13,6%); Osona (12,8%) –las tres en la provincia de Barcelona–; Tarragonès (12,5%); Aran, en el Pirineo (12,7%); Baix Llobregat, en Barcelona (11,9%, tercera más poblada y pasaría de 830.000 a casi 930.000) y la Selva, en Girona (11,4%).

La Terra Alta 'lidera' la Catalunya vaciada

Según el Idescat, solo cuatro comarcas catalanas perderán población en las próximas dos décadas y todas ellas se engloban en lo que podemos llamar la Catalunya vaciada, es decir, territorios que hace tiempo que experimentan un retroceso demográfico significativo. Al frente está la Terra Alta –en les Terres de l'Ebre–, que perdería casi 900 habitantes y se quedaría en los 10.444, un 7,6% menos que ahora. En los últimos diez años, esta comarca ya se ha quedado sin más del 10% de los residentes y es la que más rápidamente se vacía de Catalunya.

Les Garrigues (Lleida) verá caer a su población en un 3,7%, quedándose en los 18.371 habitantes, una pérdida que se sumaría al 5,2% ya experimentado en la última década. También retrocederán demográficamente la Ribera d'Ebre (-1,0%, más de 200 personas) y el Alt Urgell, en el Pirineo (-0,8%, 170 habitantes). Son también comarcas que se están vaciando, con una pérdida de población acumulada en los últimos diez años del 7,5% y 9,3%, respectivamente.

Si seguimos la geografía de la Catalunya vaciada, el resto de comarcas que forman parte de ella ganarán población, pero casi en todos los casos de forma muy escasa y marcadamente por debajo de la media del país. La Conca de Barberà (Tarragona), por ejemplo, solo ganará un 0,5% a los habitantes –unas 100 personas–, lo que no permitirá revertir la pérdida del 5,5% de los diez años previos.

El 1% de crecimiento de la Alta Ribagorça (Pirineo) –que alcanzaría los 4.015 empadronados–, tampoco compensa el 6,4% de caída que arrastra desde 2011. El 2,7% de crecimiento del Pallars Jussà (Pirineo) –unas 350 personas, hasta llegar a las 13.350– palidece junto al retroceso del 8,8% de los últimos diez años. Berguedà (3,5%), Priorat (4,1%), Baix Ebre (2,3%), Montsià (2,2%) y Ripollès (3,9%) vivirán crecimientos que no los servirán para recuperar a la población perdida desde 2011.

En cambio, sí que existe un mayor cambio de tendencia en el Pallars Sobirà, que gana cerca de 550 habitantes (+7,6%). Precisamente esta comarca es, junto con la Cerdanya y Aran, el único territorio del Pirineo que vivirá un reavivamiento demográfico importante. Un caso aparte es el Barcelonés, la comarca más poblada de Catalunya, que se estancará y solo ganará el 2,9% de población en dos décadas, algo más de 60.000 personas.

¿Qué pasará a nivel municipal?

En términos municipales, aproximadamente dos de cada tres localidades crecerán en población hasta 2041. En concreto son 644 municipios los que ganarán población, 293 que perderán y 10 los que se mantendrán estables. En gran parte, el tamaño de la localidad marcará su evolución, por lo que casi todos los que superan los 2.000 habitantes ganarán población en las dos próximas décadas, mientras que también lo harán dos de cada tres de entre 500 y 2.000 habitantes. En cambio, los pequeños pueblos, los de menos de 500 habitantes, serán los que concentrarán el retroceso, ya que la mitad perderán población, una dinámica que acentuará los notables desequilibrios demográficos que ya vive Catalunya.

En cuanto a los núcleos de más de 5.000 habitantes, los que más crecerían en términos relativos son: Torredembarra, en Tarragona, con el 29,5%; Sant Antoni de Vilamajor (Barcelona), con un 28,9% y Sant Just Desvern (Barcelona) 28,3%. En el otro extremo, la Sénia (Terres de l'Ebre) con un -6,5%; Vilafant (Girona) con un -3,9% y Navàs (Barcelona) con un -3,7% serían los municipios de más de 5.000 habitantes que perderían más población.

Por último, no todas las grandes ciudades experimentarán un fuerte crecimiento. De entrada, destaca que si la proyección media del Idescat se cumple Catalunya sumará dos núcleos más por encima de los 100.000 habitantes. Serán Sant Cugat del Vallès, que alcanzará los 112.000 gracias a un crecimiento acumulado del 19% hasta el 2041; y Cornellà de Llobregat, que apenas superará los seis dígitos después de ganar un 12,1% de habitantes.

Terrassa, con un 16% más de población, y Sabadell, con una ganancia del 14%, confirman el dinamismo demográfico del Vallès Occidental y, respectivamente, alcanzarán los 258.000 y 246.000 residentes, siendo la tercera y la cuarta ciudad con más habitantes de Catalunya, solo por detrás de Barcelona y l'Hospitalet de Llobregat. Mataró, con un avance del 12,4%, es la otra gran ciudad que crecerá fuerte, mientras que en el otro extremo destaca la ligera pérdida de población (-0,6%) de Santa Coloma de Gramanet o el estancamiento de la capital, Barcelona, ​​que únicamente tendrá un 2,3% más de empadronados que ahora, quedándose por debajo de los 1,7 millones de habitantes.

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