Turismo masivo a golpe de TikTok: así se destruyen parajes naturales tras las recomendaciones de los 'influencers'
Las publicaciones en redes sociales de estos personajes notorios provoca un efecto llamada, con avalanchas de visitantes que atentan contra la sostenibilidad de lugares a veces poco conocidos.
Madrid-Actualizado a
El lugar más recóndito del planeta puede convertirse en el próximo destino de moda si lo visita el influencer adecuado. Albania recibió el verano pasado un aluvión de visitantes, motivados por los vídeos que promocionaban sus playas en TikTok. La turistificación de algunas zonas por el renombre adquirido en redes sociales puede conllevar graves consecuencias sobre la población local y la sostenibilidad del entorno.
"No cabe duda que las redes sociales seguramente son, a día de hoy, la herramienta de difusión más eficaz a la hora de recomendar o informar acerca de un determinado destino turístico", señala en declaraciones a Público el coordinador de Rebelión Científica Canarias, Samuel Rodríguez Martín.
En el caso del archipiélago, "influencers y cuentas virales informan acerca del acceso a zonas de las islas que están restringidas, protegidas o simplemente aisladas", lo cual "altera, contamina y deteriora el entorno", denuncia.
Los 'influencers' muestran en redes sociales zonas restringidas o protegidas de Canarias
"Los influencers se dirigen a públicos muy concretos", explica a este medio Asier Basurto, de la plataforma donostiarra por el decrecimiento turístico BiziLagunEkin. "Esto da muchas opciones a quienes quieren vender algo", añade. Es decir, las redes sociales apelan a nichos de mercado específicos que permiten promocionar productos y servicios para distintos perfiles de viajeros.
Por su parte, Rodríguez señala que estos personajes notorios fomentaron una "búsqueda del tesoro" en las Dunas de Maspalomas, un espacio natural ubicado al sur de Gran Canaria. "Numerosas personas excavaron en las dunas y montículos de arena, cuando se trata de una zona protegida".
El científico también menciona la subida al cráter del Teide del youtuber TheGrefg. En concreto, critica que su "permiso fue concedido por las instituciones públicas cuando las circunstancias ambientales no eran seguras ni propicias", ya que la zona había sufrido un devastador incendio unos meses antes.
El poder de las redes para aumentar el turismo
Los turistas actuales confían en las redes sociales para elegir sus destinos vacacionales, según muestra una reciente investigación internacional. Los autores utilizan como caso de estudio la isla de Hainan (China), que se convirtió en tendencia de la noche a la mañana, sobre todo por el impacto de TikTok.
El turismo masivo provoca congestiones de tráfico, aglomeraciones y contaminación
El artículo explora cómo esta localidad tuvo que hacer frente, sin apenas antelación, no solo al turismo excesivo, sino también a todos los problemas que genera, como la congestión del tráfico, la aglomeración y la contaminación, que ejercen presión sobre las infraestructuras existentes. Los resultados revelaron que la comunidad local se vio obligada a lidiar con problemas derivados del flujo turístico.
El "efecto TikTok", como lo llaman los investigadores, también afectó en 2020 a las playas de Cornualles (Reino Unido). En Islandia son conocidas las críticas a los influencers que sitúan en el mapa zonas naturales vírgenes, lo que da lugar a una alta frecuencia de visitas que degradan el entorno. De igual modo, El campamento base del Everest acumuló tanta basura de los turistas que el Gobierno chino tuvo que declarar su cierre.
Crecen los problemas en los destinos tradicionales
También en aquellos lugares con mayor tradición vacacional, la ciudadanía sufre el efecto de su sobreexposición en las redes sociales. Es el caso de Donostia, según denuncia Basurto. La capital guipuzcoana sufre este fenómeno sobre todo en la gastronomía, indica el activista en declaraciones a Público.
"Lugares o productos poco conocidos son ahora un fenómeno mundial", explica. Aunque a priori la fama de las ofertas donostiarras puede ser algo positivo, se convierte en motivo de exclusión para los vecinos de la ciudad. "Un ejemplo es la tarta de queso de La Viña. Su promoción ha provocado colas de 200 personas y lo que antes eran locales populares se han convertido en algo inalcanzable", lamenta.
Por otro lado, el alcalde de Santorini (Grecia), Nikos Zorzos, reclama desde hace años que la isla no puede más. El destino incrementó su popularidad en los años 70 y ha continuado en el top de las listas de viajes en la era de Instagram. Sus habitantes denuncian el encarecimiento del ferry y el deterioro de las infraestructuras.
Publicidad disfrazada de cultura
Basurto destaca a este diario que los tiktokers e instagramers funcionan como "un instrumento de la Administración para fomentar el turismo". El miembro de BiziLagunEkin subraya que a menudo se trata de publicidades contratadas, con mayor o menor transparencia. "Estas cosas parecen espontáneas, pero no lo son".
En esta línea, menciona el caso de un influencer que debía mencionar la película de Woody Allen Rifkin's Festival (2020), ambientada en el Zinemaldia, que se celebra en la capital guipuzcoana. "Es un anuncio de la ciudad disfrazado de obra artística", denuncia Basurto en declaraciones a este medio. "Explicaba, paso a paso, todos los lugares que muestra el largometraje, que coincide con todo lo que pondría una guía de viajes", añade.
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