Este artículo se publicó hace 4 años.
Violencia machistaFeministas del PSOE recuerdan a Montero que los prostíbulos "son centros de esclavitud antes que focos de contagio"
El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, por su parte, ha afirmado que el tema de la prostitución una cuestión que "va más allá de la pandemia" y que debería abordarse a través de la legislación. Ha recordado que el Gobierno valenciano no tiene competencias para poder actuar en este asunto.
La medida de cerrar prostíbulos solicitada a las comunidades autónomas por la ministra de Igualdad, Irene Montero, bajo la premisa de que son peligrosos para la expansión del coronavirus, ha suscitado críticas de varias feministas, que consideran que la justificación no debe ser la pandemia sino los derechos y la dignidad de las mujeres.
Tanto miembros del PSOE como reconocidas feministas han abroncado a la ministra de Unidas Podemos por enfocar la medida desde una perspectiva sanitaria. Esta mañana, Montero explicaba en los micrófonos de Radio Nacional que cerrar los prostíbulos "va a ser fundamental" para controlar la pandemia.
Y es que, dijo, "el rastreo es más difícil" entre las mujeres prostituidas. Fuentes de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres consultadas por Servimedia aseguraron que, pese a que aplauden el cierre, el objetivo "no debe ser prevenir los contagios", sino "algo mucho más profundo".
"La prostitución va en contra de la libertad y la dignidad de las mujeres, siendo un exponente máximo de violencia lo que impide la igualdad, que es un mandato constitucional. La violencia impide que haya igualdad entre hombres y mujeres", destacaron desde esta organización feminista.
La diputada socialista Andrea Fernández también criticó públicamente el enfoque elegido por la ministra. "Los prostíbulos son centros de esclavitud antes que focos de contagio", comentó en sus redes sociales.
De hecho, añadió que deben ser cerrados "en tanto que son locales de explotación de seres humanos", por lo que "deben erradicarse para siempre, no cerrarse eventualmente porque supongan un peligro en materia de contagio".
La también diputada del PSOE Ángeles Álvarez puso de relieve "lo absurdo de cerrar discotecas y mantener abiertos prostíbulos". Lo hacía en referencia a las recientes medidas aprobadas entre el Gobierno y las comunidades autónomas en la reunión extraordinaria del Consejo Inteterritorial de Salud en el que se aprobaron 11 medidas de obligado cumplimiento, pero ninguna contemplaba el cierre de prostíbulos.
En su caso, la crítica va enfocada a que se haya dejado la decisión en manos de las comunidades autónomas y no se haya incluido en la orden del Ministerio de Sanidad pactada con las comunidades autónomas. A su juicio, el Gobierno "debe comprometerles como hizo con el ocio nocturno por ser fuente de contagio"
Desde el Ministerio de Igualdad argumentaron que la medida, aunque puntual, sí va "contra la explotación sexual". La directora del Instituto de la Mujer, Beatriz Gimeno (Unidas Podemos), señaló por su parte que "hay que cerrar los prostíbulos ofreciendo alternativas dignas", al tiempo que se posicionó a favor de la abolición de la prostitución.
Valencia critica las palabras de Montero
No han sido las únicas críticas u objeciones que se han oído hacia las palabras de Montero. Este viernes el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha recordado que los prostíbulos "están prohibidos en la normativa", por lo que "no se trata de cerrarlos".
"Prostíbulos como tales no existen; existen licencias de bares, de hoteles", e incluso algún club de estas características que figuraba como "residencia de estudiantes", donde se ejerce esta actividad, ha explicado Puig, para quien la prostitución es una cuestión que va "más allá de la pandemia" y que en su opinión se debe abordar.
El president ha añadido que, si bien personalmente se posiciona en "el abolicionismo" y a favor de acabar con la prostitución y el "esclavismo" que supone, ha recordado que el Gobierno valenciano no tiene competencias para poder actuar en este asunto.
Ha explicado que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil hacen un "seguimiento especial" desde hace tiempo de los lugares en los que se puede ejercer esta actividad, y ha añadido que la Policía autonómica va a prestar una "atención preferente" a los lugares en los que pueda haber un alejamiento del cumplimiento normativo.
Puig ha recordado que en España la prostitución no está prohibida como tal, como sí lo está el proxenetismo, y, por tanto, hay espacios de carácter público o privado en los que se ejerce la prostitución, y ha insistido en que es un "firme partidario" de que se vaya cambiando la legislación para acabar con esta actividad.
El president ha precisado que, con la normativa actual contra el coronavirus, todas las actividades de ocio nocturno han de cerrar en un momento determinado y cumplir lo establecido, y ha destacado que hay un compromiso de todas las fuerzas de seguridad de hacer que todos los establecimientos de ocio nocturno cumplan las medidas.
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