Andrew Weinreich creó en el 1997 ‘SixDegrees’, lo que se considera la primera red social. 27 años después, el mundo de las redes se ha transformado y se ha diversificado en tantos canales que lo más normal es tener en un móvil Twitter, Facebook, Instagram, TikTok, LinkedIn… 

Este maravilloso mundo en el que reír de los memes, estar en contacto con las personas a las que sigues o enterarte de todo lo que sucede en el mundo, entre muchas otras funciones, tiene una parte mala que cada vez se hace más notoria. Los ‘haters’, esos usuarios que critican a otros individuos por medio de Internet, se han vuelto un elemento perenne con el que cuesta lidiar más cada vez más. 

El mundo del deporte no es ajeno a ello. Deportistas, árbitros… todos ellos llevan la losa de los comentarios arraigados a su profesión, sin pensar muchas veces que detrás hay una persona a quien afecta los insultos de forma reiterada. 

La Kings League es un producto que fue creado por y para Internet. El hecho de ser una liga tan unida a las redes sociales ha propiciado que numerosos jugadores y árbitros se hayan quejado de la cantidad de críticas recibidas. Edgar Álvaro, Uri Pons o el mismísimo Roger Carbó, que ganó la Corona de Oro, son algunos de los jugadores que han tenido que soportar críticas sobre su rendimiento en el terreno de juego. 

@galaxiakingsleague

EDGAR ÁLVARO 😈⚡️está harto del HATE 🤬por el FANTASY KINGS LEAGUE 👑#kingsleague #tiktokespaña #hate #fantasy #edgaralvaro

♬ Tension – Treefingers

Más allá de esta queja, Edgar Álvaro, jugador actualmente de Los Troncos FC, dejó estas duras declaraciones el año pasado: «Me llevan cayendo palos dos meses, y yo intento hacer ver que no hay problemas, que la peña sepa que estoy bien, sobreponerme… Es duro, y estoy bastante roto».

Hay que tener en cuenta, además, que la Kings League está escalando hasta el ámbito global, ya que se celebrará un Mundial en México en los próximos meses, por lo que la visibilidad de la liga aumentará de manera exponencial. No sería un problema si no fuera porque también pueden crecer las críticas y el ‘hate’ que reciban los jugadores. 

Para dar un salto de este calibre, es necesario estar preparado mentalmente y, por desgracia, no todos ellos lo están. Al final, no dejan de ser personas normales cuya vida ha cambiado de forma sustancial desde hace tan solo un año, y cuya visibilidad se ha multiplicado de forma exponencial.

Uri Pons, jugador de Jijantes en la Kings League, hizo un vídeo en el que remarcaba la importancia de la salud mental. “Hemos convertido en personas públicas a personas que no lo eran. Si no estás familiarizado con el entorno de las redes sociales, puedes encontrarte con amenazas e insultos al acabar un partido por parte de aficionados, que realmente son haters”, lamenta en un vídeo. 

• Estáis constantemente sometidos a las críticas. ¿Cómo lo lleváis?

La forma en la que un jugador se toma las redes sociales es algo personal. Yo soy un jugador que ha estado presente en ellas desde el primer momento, por lo tanto, hay más fijación, tanto en los aciertos como en los errores. Cuando las cosas van bien es más disfrutable, pero cuando las cosas no salen como uno quiere, hay que saber llevarlo. 

Al final, te pueden caer palos igual, tanto si estás expuesto en Internet como si no. Por lo tanto, el tema de la salud mental es más preocupante de cara a los que no tienen esa predisposición a estar en redes y no tienen ganas de estar expuestos, pero se encuentran con que esos partidos han pasado de verlos 100 personas a 100.000 o más.  

• Muchos de los jugadores habéis aprovechado el tirón de la Kings League para estar presenten en redes como Twitch, por ejemplo. Esta sensación de estar constantemente juzgados es bastante generalizado, ¿no?

Sí, sobre todo en nuestro caso. No se ha salvado ni Roger Carbó, que es el Corona de Oro. Cuando ganas ese premio, nadie debería poderte decir nada, pero se habla de todos y aún más de los que hacemos streams. Internet es una jungla. 

«Internet es una jungla»

• ¿En algún momento de tu vida te has sentido con tanta presión como ahora en la Kings?

No, jamás. 

• ¿Eres de los que prefiere mirar el móvil al acabar el partido o prefieres no hacerlo para no ver las posibles críticas?

Antes lo miraba mucho más, pero a día de hoy no cojo el móvil hasta llegar a casa o más tarde, incluso. 

• ¿Las críticas que os hacen pueden condicionar la toma de decisiones en un partido?

Yo creo que sí. Puede haber futbolistas que en jugadas puntuales toman una decisión más egoísta o más solidaria en función de lo que les interese reflejar, de si quieren destacar más, etc. 

 

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• En tu caso, cuando te encuentras en algún momento clave del partido en el que tienes que decidir si hacer una jugada individual o jugar de forma colectiva, ¿eres más conservador o prefieres reivindicarte?

En mi caso, conozco mi forma de jugar y soy consciente de lo que sé hacer y lo que no. No intentaré cosas nuevas por el hecho de destacar más, porque probablemente me saldría mal. Por lo tanto, hago lo que sé hacer bien y a partir de ahí, cuando llega una ocasión, el hecho de ser más egoísta o más solidario se relaciona más con la confianza de uno mismo que con la repercusión que puede tener la jugada.

• Este exceso de críticas provoca en muchos casos que haya menos espectáculo. Si criticas todo lo que pasa, haces que los jugadores no se atrevan a probar según qué acciones. 

Estoy completamente de acuerdo. Al final, el fútbol es un deporte en el que es vital la confianza para poder atreverse a hacer algo distinto o espectacular. Cuando se resta esta confianza, lo que hace el futbolista es jugar fácil, no quieres perder un balón.

Por lo tanto, si hay tantos jugadores que se encuentran en esa situación mental dentro del campo, te quedas con menos espectáculo porque nadie quiere perder la pelota y salir en la foto retratado. 

«Cuando se resta esta confianza, lo que hace el futbolista es jugar fácil, no quieres perder un balón»

• En tu experiencia personal, ¿recuerdas algún comentario o episodio especialmente doloroso?

Desde luego. En el primer mercado de la Kings League me fui de Porcinos a Jijantes con una clausula de 60 millones. Fui la mayor inversión de Gerard Romero para el segundo split y las cosas no salieron bien al principio, porque en la jornada 4 hubo una destitución del entrenador, no ganábamos… y todo el peso recayó, en parte, sobre mí. Se crearon motes, y cuando entraba en las redes… madre mía. 

• ¿Cómo lo afrontaste? ¿Crees que te hizo más fuerte o te debilitó?

Yo creo que me hizo más fuerte porque poco después me reivindiqué con cuatro jornadas seguidas metiendo gol. Fue una forma de decir que no era que yo no pudiera dar ese resultado, simplemente no estaban saliendo las cosas. Sin embargo, aprendí que cuanto más humor le echas, mejor funciona todo. Si te empiezas a preocupar de las críticas, dejas de ser tú mismo. 

• ¿Crees que por parte de la Liga se podría hacer algo más para frenar el ‘hate’?

No, ya se habló públicamente a finales del segundo split y la Liga pidió que se tuviera más cuidado con lo que se decía en las redes. Es una liga que ve mucha gente, está en Internet y este espacio es una jungla. Todos tenemos que saber dónde nos estamos metiendo y saber que nos van a criticar, al igual que nos van a alabar cuando lo hagamos bien. Creo que la liga ha actuado lo mejor posible.

Lo único que podría decir que se puede mejorar es que propusieran psicólogos deportivos para cada club, porque creo que son bastante necesarios. Por lo demás, creo que la Kings está haciendo un trabajo excelente. 

• ¿Sueles acudir al psicólogo por temas deportivos?

No, pero creo que son muy necesarios. No he ido muchas veces, a pesar de que creo que todo el mundo lo puede necesitar. En mi caso, no lo encontré oportuno, me encontraba bien conmigo mismo y no tenía ningún problema de salud mental, por lo que decidí dejarlo pasar. Sin embargo, sí que es cierto que si hubiera tenido alguna figura propuesta por parte de la liga o del club, probablemente habría acudido. 

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• En breves os vais a México. ¿Este salto os da miedo o creéis que podréis asimilarlo bien?

Creo que todavía no somos conscientes de lo que se va a crear en este Mundial y, a día de hoy, solo lo vemos como una experiencia inolvidable. Partiendo de esa base, lo único que pensamos es que nos vamos a México a jugar un Mundial y eso es algo que no hemos vivido nunca. Una vez estemos allí, nos daremos un choque de realidad de cuánta gente ve esto, la repercusión que se genera de cada partido, y quizá nos explota la cabeza… por lo que creo que deberíamos empezar a asimilarlo.