Henar Álvarez: "Me sorprendería mucho que la gente prefiriese otra España en la que haya personas que sientan miedo"

Todo lo bueno se acaba. El miércoles pasado los oyentes de Podimo pudieron asistir a la fiesta fin de curso de esta quinta temporada de Estirando el Chicle y el resto de los mortales, el domingo en YouTube. A principios de junio, se publicaba también el último episodio de la segunda tanda de 2 rubias muy legales con un making of de las grabaciones con todo el equipo y, ahora que llega el verano, nos quedamos con sed de humor metafeminista. Desde hace más de dos décadas, las mujeres luchamos contra del prejuicio de que no somos graciosas y por fin tenemos un espacio en las ondas para demostrar que se puede tener sentido del humor y utilizarlo para cambiar el mundo.

"A todas las que estamos aquí no nos ha elegido ningún directivo de televisión. Gracias a eso se han roto moldes y gente que no encajábamos en lo que querían, por edad, por cómo nos vestimos, por cómo es nuestro cuerpo. por género, por cuna... Ahora tenemos un micro", reivindicó Henar Álvarez durante su discurso como ganadora del premio Ídolo Conciencia Social. Llegó a la ceremonia nominada en dos categorías más: Pódcasts y Creador/a digital del año. Razones no faltaban. Esta guionista y colaboradora audiovisual se ha pasado el juego hace rato. La egolatría del 'me gusta' le sobra y reclama un altavoz en las redes sociales para la democratización de las ideas de creadores de contenido que se salen del guion prestablecido. Ella agradeció su estatuilla a las verduleras, a las barriobajeras, a las que hablan alto, a las que se sientan con las piernas abiertas y molestan en los sitios de los ricos. Ella es una de todas nosotras.

Las vacaciones estivales son la temporada perfecta para desconectar, viajar a nuevos lugares o volver a los sitios donde fuiste feliz. Por eso, Álvarez demandaba con ironía hace unos días un respiro del feminismo durante este periodo desde Nanismo Nani, su sección en Buenismo Bien. Ya se ha convertido en tradición que todos los veranos, la madrileña finja mimetizarse con el entorno y abandonar la disidencia para coger fuerzas para volver en septiembre. Entre tanto, nos deja una summer edition del programa que comparte con Manuel Burque y Quique Peinado. Será nuestro búnker anticuñados.

Estamos llegando ya a fin de temporada en muchos programas pero, durante todo este año, has sido el epicentro del universo podcast. ¿Cómo lo haces para llegar a todo?

La verdad es que me organizo bastante bien. También es porque me gusta muchísimo el trabajo y los programas en los que estoy son una gozada. Tengo siempre las alertas encendidas, creo que eso le pasa a toda la gente que se dedica a la comedia. Mi mente está pensando todo el rato que cualquier cosa que suceda a mi alrededor puede ser contenido en alguna sección del futuro más inmediato. Es una cuestión de tener capacidad para chistear cualquier cosa y eso te lo da el curro. El cerebro es un músculo también y cuanto más lo ejercitas, más trabaja, exactamente igual que el resto del cuerpo.

Hace tres semanas colgabas una publicación en la que decías: "Las cosas se acaban y no pasa nada", en referencia al final de temporada de 2 Rubias muy legales. El programa ha generado una comunidad afectiva, no tanto por un ideal compartido sino, más bien, por el sentimiento de pertenencia a un grupo en el que todas hemos experimentado las mismas emociones, como se analiza en el capítulo titulado Zorroridad. ¿Qué te ha aportado este formato con Raquel Córcoles [Moderna de Pueblo]?

En verano de 2018, dirigías y presentabas junto a Leticia Dolera y Pilar de Francisco Tramas maestras en la Cadena SER. El programa, que analizaba la figura de la mujer como objeto de deseo dentro de la industria cinematográfica, duró solo una temporada, pero consiguió ser la sorpresa de aquellas vacaciones. El primer capítulo se viralizó y consiguió en pocas horas más de 20.000 reproducciones en YouTube. ¿Echas de menos un proyecto que combine el humor feminista y el cine?

Por lo pronto, puedo adelantar que estoy preparando un show nuevo que saldrá en Podimo en septiembre. No puedo decir mucho más, pero es cierto que me encantaría volver a tener un espacio así y, de hecho, yo en algún momento he hablado con Leticia de que estaría genial que volviéramos otra vez a hacer algo juntas. Lo que pasa es que es ahora mismo nuestras carreras profesionales nos arrollan la vida, pero en algún momento haremos algo parecido, seguro. Eso forma parte de lo que a mí me gusta y la verdad es que ya en Buenismo intento hacer cosas así de vez en cuando. A veces, cuando me preguntan de qué va mi sección, digo: "Pues de... ¿mi?". La piedra angular son los intereses que tengo y, claro, la cultura sale todo el rato.

Has dicho mil veces que eres súper fan de John Waters, pero si tu vida fuese una película, ¿cuál sería?

Al arranque de las vacaciones, colgabas un vídeo en tu Instagram donde comentabas, con tu ironía habitual, que este verano te bajas temporalmente del feminismo. ¿Alguna vez te has sentido realmente agotada de defender la igualdad?

Después de la respuesta de Pedro Sánchez a La Pija y la Quinqui, habéis hecho vuestro llamamiento particular para que el presidente del Gobierno se pase por la Summer Edition de Buenismo Bien. Tu compañero Quique Peinado contaba que lleváis casi dos años intentando que os visite y no ha habido manera. ¿Por qué crees que ha sido tan reacio a abrirse a estos formatos fuera de campaña?

Ya estuvisteis con ella en enero de 2022. De una entrevista a otra, ¿en qué has notado una evolución de Díaz?

Mientras que esperamos a que el futuro de este país se decida en las urnas, hablemos del tuyo. La mala leche fue tu debut editorial, una novela gráfica sobre los dramas de la vida moderna donde se entremezclaban feminismo, maternidad y sexo. Fue un éxito de ventas e incluso se anunció que Secuoya Studios había comprado sus derechos para convertirlo en una serie de capítulos de media hora. ¿Hay alguna novedad editorial en el horizonte?

Pongamos un punto y final ácido. A ti, que le pones humor a todo, ¿qué te pone de mala leche?