Lugares en el mundo que funcionan sin dinero

Cuando hablamos de lugares del mundo que funcionan sin dinero, podemos referirnos tanto a aquellos que carecen completamente de él y se basan en el trueque o intercambio de favores, como a otros que lo hacen con la creación de nuevas monedas sociales que buscan una economía de solidaridad y distribución de la riqueza.

Desde aquellos tiempos en los que las primitivas comunidades humanas intercambiaban bienes y productos, pasando por las primeras acuñaciones de moneda y el posterior patrón oro,  hasta llegar a la confianza ciega en el banco central de cada país,  han pasado muchos siglos. Ahora, los nuevos horizontes nos presentan lugares que funcionan sin dinero. Ya sea regresando al sistema de trueque o con la creación de bancas alternativas, estos son algunos de esos sitios en los que, en ocasiones, podrás dejar el monedero en casa.

Argentina

Argentina es un buen ejemplo de sociedad en la que siguen funcionando las redes de trueque que proliferaron por América del Sur en los años noventa, debido a la crisis económica. Se extendieron así por países como Brasil, Colombia, Chile, México, Perú, El Salvador, Bolivia y Uruguay.

Los argentinos contaban ya a principios del siglo XXI con más de 400 clubes de trueque, que llegaron a alcanzar los 2,5 millones de usuarios. Aunque su uso ha decaído desde el año 2004, todavía sigue utilizándose esta forma de economía solidaria. Para ello, ha de anotarse uno a cualquiera de los clubes de trueque existentes, pues el dinero jamás puede ser objeto de la operación a realizar.

En Europa, con el estallido de la crisis económica, también comenzó a utilizarse esta forma de intercambio, ajena al dinero, facilitada por el uso de Internet.

España

Si los argentinos han sido ejemplo de las redes de trueque, los españoles han hecho lo propio con los bancos de tiempo. La crisis económica y los recortes del gasto público en materia de bienestar social provocaron la creación de otros sistemas para poder atender las necesidades de la gente. Comenzaron a crearse así estos bancos donde la moneda es una medida de tiempo, y en los que se intercambian servicios por servicios.

En España, los bancos de tiempo existen por todo el territorio, y ayuntamientos como el de Madrid o Zaragoza han creado un buen número de ellos. La iniciativa también se ha extendido a países como México, Costa Rica, Colombia, Chile, Ecuador y República Dominicana. Todos pueden consultarse en su sitio web principal, desde el que también se puede acceder a su propia Wiki, foro, aplicación online y a la Asociación para el Desarrollo de los Bancos de Tiempo.

París (Francia)

Hay un rincón en París en el que podemos entregar y adquirir bienes sin gastar un solo euro. Se trata de Le Siga-siga, un establecimiento situado dentro de la estación de trenes de Reuilly.

Le Siga-siga es una de las nuevas tiendas sin dinero que están estableciéndose en la capital francesa. La idea surgió en el año 2013, cuando una asociación sin ánimo de lucro decidió habilitar espacios en los que pudieran intercambiarse mercancías sin que mediara ningún tipo de trueque, dinero ni moneda alternativa. El ayuntamiento les cedió el local de forma gratuita y así nació esta primera tienda solidaria que se preocupa por el medio ambiente, con la reutilización de los bienes y la puesta en marcha de una economía circular. El procedimiento a seguir es bien sencillo: uno entrega cualquier objeto limpio y en buen estado, con única condición de que pueda transportarse a mano, y puede llevarse del comercio lo que desee.

India

La ciudad de Auroville, fundada con el respaldo de la UNESCO, y a punto de cumplir cincuenta años, funciona sin dinero, religión ni gobierno, gracias a un sistema que está completamente enfocado a obtener el bien común y la protección del medio ambiente, a través de la realización personal.

Por su parte, en el resto del país en el que se encuentra, India, las autoridades se han propuesto convertirse en una sociedad en la que no circule moneda y todos los pagos se realicen mediante medios electrónicos. Se espera así combatir los graves problemas de corrupción, falsificación de moneda y dinero negro.

Espinal (México)

En esta búsqueda de sistemas económicos más solidarios, hace unos años comenzaron a aparecer las monedas sociales, una forma de banca alternativa relacionada en muchas ocasiones con las redes de trueque.

En Espinal, la Universidad Veracruzana Intercontinental (UVI) creó una de estas monedas: el túmin, con el fin de ayudar a la población de esa pobre localidad mexicana, habitada sobre todo por indígenas totonacas. El túmin, que funciona en base a vales de intercambio, facilitó los trueques y reactivó la economía local. Con ellos se pueden adquirir productos o servicios y no son respaldados por ningún banco, sino por las personas que los utilizan. Llevan circulando desde el 2010 y, en la actualidad, sigue expandiéndose su uso.

Toulouse (Francia)

En Europa también han empezado a surgir algunas monedas sociales. Entre todas ellas destaca el Sol-Violette, que fue creada por una cooperativa ciudadana con el apoyo del alcalde de Toulouse. Fue puesta en circulación en el año 2011.

Esta moneda nació para impulsar la economía local y solidaria, con la particularidad de que el Sol-Violette, que se emite en billetes físicos, se encuentra respaldado por las instituciones locales y soportado por el euro.